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Antonio Linares del Castillo

Biografía

Linares del Castillo, Antonio. Panamá, c. 1600 – c. 1655. Regidor o veinticuatro, procurador general y alcalde ordinario del Cabildo de Panamá, alcalde mayor y capitán de guerra de Natá y Los Santos (Panamá), capitán de Artillería, juez oficial real de Real Hacienda.

Nació hacia 1600 a juzgar por el cálculo que sobre su edad hacían sus contemporáneos en fechas posteriores.

Era hijo legítimo de Diego del Castillo Linares y de Ana Vásquez, naturales de Ávila. En una información sobre un tal Marcelo de Solís, receptor de la Audiencia, celebrada el 15 de agosto de 1645, Linares afirmaba tener cuarenta y cinco años de edad, es decir, que nació hacia 1600, aunque el obispo de Panamá le calculaba más edad. Hacia 1629, adquirió por compra un Regimiento en el Cabildo de Panamá, tras haber renunciado a él Diego Pérez, y por el que Antonio Linares del Castillo pagó 1.065 pesos y 5 reales. Recibió el título de veinticuatro del Cabildo por R. C. de Madrid del 27 de septiembre de 1630.

En cartas del Cabildo y en calidad de veinticuatro, firmó como capitán. Se sabe que era capitán de artillería, pero se ignora a qué puesto estaba destinado, o si era capitán de alguna de las compañías milicianas del número de Panamá. En 1645 el Cabildo le eligió procurador general de la ciudad.

Ocupando el cargo de procurador general, elaboró un extenso expediente que envió al Consejo de Indias en Madrid, con declaraciones de testigos, sobre los estragos causados por el incendio que devastó la ciudad en 1644 y la acumulación de fatalidades a que había estado sometida Panamá desde el naufragio de la almiranta San José con el tesoro del Perú en 1631 y la quiebra del Banco de Lima de Juan de la Cueva en 1636. En este expediente destacaba, además, como factores de la crisis, el desgaste económico que padecían los vecinos ocasionado por las constantes amenazas de ataques indígenas o invasiones extranjeras, la falta de esclavos por la suspensión de la trata de negros tras la ruptura de Portugal con España, la decadencia de las ferias de Portobelo, la disminución del flujo de la plata del Alto Perú, la suspensión del comercio con China (a la que se enviaba plata y perlas a cambio de sedas y porcelana), una severa pandemia y una larga sucesión de hambrunas ocasionada por la irregularidad en el envío de alimentos desde los valles peruanos a Panamá.

En 1648 era alcalde mayor y capitán a guerra de Natá y los Santos. Linares del Castillo gozó de alta estima entre sus contemporáneos, como lo sugiere la siguiente declaración del obispo de Panamá Fernando Ramírez en 1651: “Es de las de más estimación ansí en nacimiento como en puestos que ha ocupado en dicha ciudad y reino. Ha sido mucho tiempo veinticuatro de ella y el año de 1644 fue procurador general, y ha sido capitán de artillería y alcalde mayor de la ciudad de Natá y La Villa de Los Santos y su partido y actualmente es alcalde ordinario de esta ciudad. Tendrá 56 años de edad, persona de muy buen ejemplo y que ha salido muy bien de sus oficios y residencias que ha dado”.

En una Junta de Hacienda del 20 de diciembre de 1651, Linares del Castillo firmó como juez oficial real interino. Este mismo año fue elegido alcalde ordinario del Cabildo de Panamá. En 1652 pretendía el cargo de familiar del Santo Oficio. Respaldaba su petición declarando que era nativo de Panamá y sus padres Diego del Castillo Linares y Ana Vásquez, naturales de Ávila. Al parecer durante esta década cesó su actividad pública.

En 1668 el pirata Henry Morgan capturó Portobelo y exigió un considerable rescate en dinero, al que respondieron rápidamente los vecinos y vecinas de Panamá. Una de ellas fue Ana Linares del Castillo, que prestó al Fisco para el rescate la suma de 208 pesos, suma no despreciable entonces y una de las mayores prestadas por las mujeres locales. No se sabe si era hermana o hija de Antonio Linares del Castillo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional (Madrid), Inquisición, leg. 1575 exp. 80; Archivo General de Indias (Sevilla), Carta del Cabildo, Panamá 19 de febrero de 1637, Panamá, 57; Representación del procurador de la ciudad Antonio Linares del Castillo, Panamá 12 de septiembre de 1645, Panamá, 31; Documento firmado en la Villa de Los Santos por Antonio Linares del Castillo, el 3 de diciembre de 1648, Panamá, 57; Documentos firmados en Junta de Hacienda, Panamá, del 30 de diciembre de 1651, Panamá, 22; Varias carta del Cabildo de Panamá, el año 1651, Panamá, 4, 21, 31; Carta del Cabildo de Panamá, del 9 de diciembre de 1646, en Petición del procurador general de la ciudad, en el expediente sobre el incendio de Panamá de 1644, acompañada de carta del Cabildo, y Consultas del Real y Supremo Consejo de Indias, 5 de mayo de 1645, Panamá, 139; Copias de lo mismo, en Panamá, 31 y 49; Carta del procurador general de la ciudad Antonio Linares del Castillo al obispo Fernando Ramírez, pidiéndole información sobre el incendio, año 1644, Panamá, 31; Carta del Obispo Fernando Ramírez a Antonio Linares del Castillo, Panamá, 21 de febrero de 1644, Panamá, 2; Préstamos al Fisco para el rescate de Portobelo por el ataque de Morgan en 1668, Panamá, 316.

 

A. Castillero Calvo, “Mujeres de Negocios”, “La peor crisis del siglo xvii”, y “Los últimos grupos de poder en Panamá la Vieja”, en Sociedad, Economía y Cultura Material, Historia Urbana de Panamá la Vieja, Buenos Aires, Editorial e Impresora Alloni, 2006, caps. XIV, XV y xvi, págs. 652, 665 y ss. y 806 y ss.

 

Alfredo Castillero Calvo