Osorio, Diego de. España, p. m. s. XVI – Santo Domingo (República Dominicana), 26.X.1600. Militar, marino, general de Galeras, gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela en los años 1589 a 1597 y presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Sirvió a la Corona española durante quince años en las guerras de Flandes y después nueve años al mando de galeras en Italia y España. Trasladado a América era general de las Galeras guardacostas de Santo Domingo (que incluía más que la isla y mucho del mar Caribe), cuando recibió la Real Cédula, firmada por el rey Felipe II en Madrid el 4 de diciembre de 1588, nombrándolo gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela, cargo del que se posesionó en Caracas, como su capital, en mayo de 1589. Al principio tuvo que hacer frente al malestar de los vecinos contra el anterior gobernador, Luis de Rojas, y como advirtiese que había grupos de partidarios de dicho gobernador, solicitó de la Audiencia de Santo Domingo un juez inquisidor, que fue Diego de Leguisamón, quien, excediéndose en sus detenciones, estuvo a punto de provocar una guerra civil, que Diego de Osorio atajó pidiendo a la Audiencia la retirada de Leguisamón.
Ante el grave problema de moneda circulante, tomó la decisión de dar curso legal a las perlas de la isla Margarita, “la más hermosa moneda que haya habido [...] ordenando que en dicha Ciudad y Gobernación anden las dichas perlas, y con ellas, se trate y contrate por moneda” (L. A. Sucre, 1928).
Reformó las ordenanzas municipales de Caracas, creando un fiel ejecutor para inspección de alimentos, pesos y medidas, regulación de precios y resguardo de artículos de primera necesidad, que no podían exportarse hasta que no estuvieran cubiertas las necesidades locales. Fundó un hospital. Empedró las calles y dictó medidas de higiene y salud pública. Creó las primeras escuelas de Caracas. Recompuso los caminos a la costa, trasladándose allí y eligiendo un buen sitio como fondeadero y defensa, construyendo un fuerte, un muelle en la caleta y un almacén- aduana, todo ello origen embrionario del puerto de La Guaira por los años 1590 a 1592.
Despachó al capitán Guillén de Saavedra para pacificar los indios Ototomos, más allá de Maracaibo. Y él mismo, al frente de ochenta soldados españoles y ochenta indios intentó pacificar a los Jirajaras de Nirgua, que atacaban los ganaderos, matándolos y robando las reses vacunas.
Al regresar, reunió en Caracas una especie de congreso de representantes de los principales municipios de su provincia, para que nombraran un procurador general en la Corte, y el 4 de diciembre de 1589 fue aprobado por unanimidad el acuerdo nombrando para el cargo: “al Secretario [del Ayuntamiento de Caracas] Simón de Bolívar, por término de dos años y con Sesenta Reales de salario por cada un día”. Salió en mayo de 1590 para Madrid llevando muy amplias instrucciones. En sus dos años de comisión obtuvo Bolívar del Monarca, tanto la aprobación de diversas solicitudes que presentó, como algunas otras mercedes para el Ayuntamiento de Caracas respecto al gobierno de la provincia. También consiguió la creación de un seminario y, finalmente, la concesión de un escudo de armas para la “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de León de Caracas”.
Vuelto el secretario Bolívar a Caracas, el gobernador Osorio asignó ejidos a la ciudad, le dio rentas con el impuesto de alcabalas, repartió tierras, revisó títulos de propiedad, visitó encomiendas y tomó cuentas a los Oficiales de la Real Hacienda. En 1593 propuso, en sesión del Cabildo caraqueño (26 de noviembre) contratar al poeta Fernán Ulloa para escribir la crónica de la conquista de la provincia, para perpetua memoria.
El 16 de junio de 1594 salió Osorio de Caracas para visitar todas las ciudades de la provincia de Venezuela, ayudando a muchas a reorganizar su administración. En el otoño de este año hubo una plaga de gusanos que destruyó todas las sementeras, padeciendo la provincia una tremenda escasez de granos. Y el año 1595 pasó a la historia de Caracas por el ataque y toma de la capital por los filibusteros ingleses mandados por Amyas Preston. Regresó Osorio de su visita general al interior al año siguiente, 1596, y sus primeras decisiones fueron relativas a la creación de bases fortificadas en la costa y La Guaira. En 1597, cuando llevaba ocho años de gobernación fue promovido a la Presidencia de Santo Domingo, entregando el mando a su sucesor Gonzalo de Piña Ludueña. Poco pudo hacer en Santo Domingo, sino continuar su buena labor administrativa, pues falleció el año 1600.
Había casado con Beatriz de Herrera y Molina. Su gobernación ha sido ensalzada por los historiadores venezolanos. “Gobernante inteligente, honrado, organizador y laborioso” (L. A. Sucre, 1928); “su popularidad como gobernante puede medirse en el hecho de que los vecinos de esta provincia, al tiempo del próximo término de su gobernación, solicitaron de le diese de nuevo el cargo, y al morir en Santo Domingo se le dio el título de padre de pobres, y por relación escrita coetánea a su muerte, sabemos que los negros de los ingenios dominicanos, se congregaron en misas públicas y le lloraron al estilo africano” (L. A. Unceín, 1988).
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Fernando Rodríguez de la Torre