Ayuda

Pedro Ponce

Biografía

Ponce, Pedro. ¿Málaga?, 1725 – Veracruz (México), 7.X.1797. Militar, coronel e ingeniero jefe del virreinato de Nueva España.

Las primeras noticias que se tienen de él lo sitúan trabajando en los presidios africanos y en el puerto de Málaga. En 1754 marchaba a Indias acompañando como ayudante al ingeniero en jefe, Carlos Luján. Ingresó en el Ejército el 5 de diciembre de 1754, nombrado por el virrey Revillagigedo ingeniero delineador, realizando los pertinentes estudios técnicos, que en gran medida seguían los de la escuela italiana de Ingeniería militar. Por estos trabajos percibía un sueldo de 30 pesos mensuales.

De Ponce, decía el propio gobernador de Veracruz, Francisco Crespo Ortiz, dos años después, que, habiendo “llegado sin nombramiento, grado, ni sueldo alguno, en medio de esto su aplicación y trabajo, tanto a los planos como en el todo de las obras, ha sido continuo, prudente y celoso”, y le recomendaba para ingeniero extraordinario “por su inteligencia y mérito”. El virrey marqués de las Amarillas atendió la petición de Crespo Ortiz y de los oficiales reales, concediéndole la subida del sueldo a 50 pesos mensuales “y conociendo por sus operaciones la inteligencia que le asiste con la aplicación que tiene al Real Servicio”. En 1756 se le encargaba el proyecto de traer aguas a la ciudad de Veracruz, mediante la canalización del río Xamapa, estimando el costo del proyecto en 182.986 pesos.

El 29 de octubre de 1757 fue ascendido a ingeniero extraordinario e inmediatamente trasladado a Nueva España, donde el nivel de construcciones militares se había disparado en los últimos años debido al cada vez más probable ataque inglés sobre sus principales ciudades y guarniciones. El virreinato era, sin duda, el lugar apropiado para realzar la carrera como constructor e ingeniero militar. Percibía por ello 800 pesos anuales, pues, además, llevaba adelante él solo la obra del muelle y el amurallamiento de Veracruz.

En efecto, fue destinado, primero, a Veracruz a fortificar el castillo de San Juan de Ulúa, justo enfrente del puerto, y sin duda una de las fortificaciones más importantes del virreinato, ya que protegía la entrada a Veracruz, que era el punto de partida de la plata y la mercancía que se distribuía posteriormente por el Caribe y partía rumbo a España. En una carta dirigida por el gobernador de la ciudad al virrey, en la que le daba cuenta de los adelantos en los trabajos de fortificación, le decía que Ponce, atendiendo a la petición del gobernador, explicaba en una pequeña academia “a algunos cadetes y oficiales de esta guarnición las matemáticas, de los cuales hay alguno muy adelantado, de conformidad que dos de ellos sirven de Ingenieros Voluntarios”.

Trabajó también en la provincia de Yucatán reconociendo la isla de Tris con la intención de fortificarla.

En 1759 realizaba el Plano de una porción del Castillo de San Juan de Ulúa, en que se manifiesta la muralla de las argollas, con dos baluartes colaterales.

Durante la guerra contra los ingleses de 1761 y 1762 fue el responsable de fortificar dicha costa contra posibles ataques enemigos. Paralelamente, en diciembre de 1761, era designado albacea testamentario del ingeniero director, Lorenzo Solís, haciéndose cargo de todos los papeles concernientes a las obras, hasta la llegada del ingeniero en segundo, Agustín López de la Cámara Alta.

Después de la guerra fue comisionado por el propio virrey Antonio María Bucarelli y el mariscal de campo e ingeniero director Manuel de Santisteban para recomponer el camino que iba desde Perote a Veracruz, ruta fundamental ya que el fuerte de la Real Fuerza de San Carlos de Perote constituía una defensa natural contra la posible entrada de enemigos desde las zonas aledañas a Veracruz.

Ejerció de comandante efectivo de Perote, proyectando allí la fábrica para la fundición de artillería de bronce general para todo el virreinato.

En 1762, junto con el citado Agustín de la Cámara Alta y el también ingeniero militar Ricardo Aylmer, era nombrado para inspeccionar las obras del hospital de los Padres betlemitas, en Veracruz, plaza de la que, un año más tarde, dibujaba un plano de su ampliación. En 1763 realizaba un informe sobre las canteras y caminos de la villa de Córdoba, y el Plano parcial del Castillo de San Juan de Ulúa al frente de la ciudad de Veracruz que manifiesta el estado en que se hallaba antes de la guerra y el modo que queda con las nuevas obras hechas para su defensa y como deben quedar acabados los proyectos, y, de nuevo junto con Agustín López de la Cámara Alta y Francisco Crespo Ortiz, el Plano parcial del puerto de Veracruz y sus contornos, manifestándose las situaciones de las dos bocas de ríos, el Principal de Medellín y el de Vergara.

Con fecha de 10 de abril de 1764 levantó, de nuevo, un plano de la ciudad de Veracruz, del castillo de San Juan de Ulúa y del surgidero o amarradero de los navíos del Rey y del comercio español. Todo ello, formando parte de su extenso proyecto de fortificación de la plaza para dejarla en total estado de defensa. El proyecto, que no llegó a terminarse, contaba con seis baluartes, dos plataformas, las correspondientes cortinas y el foso que rodeaba a la ciudad por la parte de tierra y que serviría para el desagüe de la campiña inmediata y también para el de Veracruz, ya que se haría en un nivel inferior a ambas. En cuanto al castillo de San Juan de Ulúa, situado frente al puerto de Veracruz, no contemplaba su remodelación por considerarlo bastante inexpugnable.

También en 1764 solicitaba el ascenso a ingeniero ordinario, con el apoyo del virrey marqués de Cruillas; del ingeniero director, Lorenzo de Salís, y del gobernador de Veracruz, Félix de Ferraz. Al respecto, el virrey marqués de Cruillas había informado sobre los méritos de Ponce cuando la guerra contra Inglaterra. Eran éstos la reconstrucción del puente de Plan del Río, en el camino de Veracruz a México, con un coste muy reducido; su informe sobre las canteras y caminos de la villa de Córdoba y el plano de ampliación de Veracruz. Al ser su solicitud denegada, pedía en 1765 su regreso a España alegando como razones una enfermedad contraída en Veracruz y haber cumplido ampliamente el tiempo prescrito de permanencia. Tampoco se debió atender a su petición de traslado, ya que en ese mismo año firmaba el Plano parcial en que se manifiesta el lecho inclinado que tiene la laxa que está fundado el puente del Castillo de San Juan de Ulúa, que mira a la Plaza de Veracruz: abrigo principal del surgidero; y el que llaman de las argollas.

En 1767, nombrado el 18 de agosto de ese año ingeniero ordinario, seguía en México, levantando el plano de las dos subidas a Veracruz, por Solapa y por Orizaba. En esta última ciudad realizó en ese año un proyecto para una Real Fundición de Artillería, participando, además, en la Comisión General del Desagüe de las lagunas de México capital y de Texcoco. En 1768 se encontraba trabajando en la construcción del castillo de San Juan de Ulúa, el 29 de noviembre de 1769 dibujaba la porción del plano y perfiles concernientes al Plano General que contiene el Río de la Antigua y sus inmediaciones, y el 29 de noviembre el Plano del Río de la Antigua que, contiene poco distante de su Barra hasta más allá de Paso de Ovejas, manifestando al puerto o paraje más ventajoso... para el proyecto del puente estable de cantería. De igual forma, en vista de las dificultades de paso por La Antigua, proyectaba el 6 de diciembre de 1769, según orden del ingeniero en jefe, Manuel de Santisteban, una variante del camino a Veracruz, circunvalando La Antigua, aguas arriba del río y más hacia el interior. Allí proyectaba un puente sobre el río Antigua, en lugar próximo al llamado Paso de Gallinas, y también otros puentes de menor importancia situados aguas arriba de varios arroyos y el río Chico, todos afluyentes del río Antigua.

En 1771 trabajaba en el fuerte de San Carlos de Perote, donde construyó dos casamatas en las inmediaciones del fuerte, y diez años más tarde se encontraba en Cuba, donde levantaba un plano del río del Pean. Ricardo Aylmer y Pedro Ponce se ocuparían de inspeccionar lo construido y de continuar la obra del Hospital. Este último, en 1775, estaba totalmente en funcionamiento, aunque con ciertas dificultades y confrontaciones con la administración de los padres betlemitas. Se trataba de un edificio de dos plantas, disponiendo de doble patio con galerías. Lo verdaderamente original es la iglesia en forma de cruz griega con pilares y sacristías de planta octogonal. En cambio, el resto respondía al sistema tradicional implantado en diversos hospitales de la época.

En 1777, recorría el camino de Veracruz, informando lo útil que sería arreglarlo desde Orizaba al Paso de Limón y hacer un puente en la Barranca de Villegas. En el mismo año de 1777 levantaba planos de las dos subidas de Veracruz a México, una por Jalapa y otra por Orizaba: Plano general que contiene las dos subidas al Reino desde la Plaza de Veracruz. Finalmente, también en 1777, como parte del reconocimiento para el establecimiento de la Fundición de Artillería en Orizaba, recorrió las minas de la Barranca de Tenepanopán y los yacimientos de Temestla. Al respecto, elaboraba el Plano, perfiles y elevación de la casa aprobada para erigir una Real Fundición de Artillería permanente con distinción del edificio que está en ser(vicio) y de los proyectos que se ha tenido por conveniente formar para que quede en estado perfecto, en la villa de Orizaba.

El 8 de agosto de 1778 era promovió a ingeniero en segundo y en 1779 ocupó el lugar de teniente del Rey en Veracruz, justo en el momento en que empezaba una nueva guerra con los ingleses. Al mismo tiempo, fue ascendido a ingeniero segundo y comandante del cuerpo de Ingenieros por convalecencia de su titular. Realizó todas las labores necesarias para tener el fuerte de San Juan de Ulúa dispuesto en caso de ataque que, finalmente, nunca se produjo.

En 1781 estaba encargado de la dirección de allanar el camino desde la Real Fuerza de San Carlos (Perote) hasta Veracruz. En los años siguientes emitía un dictamen sobre las obras de la casa de los Cinco para destinarla a un cuartel de Caballería (1782) en México capital. En ese mismo año se encontraba trabajando en el camino de la Venta de la Rinconada a Perote. Por otro lado, se ordenaba que pasara a las obras de nivelación del Real Desagüe. Sustituyó al capitán e ingeniero ordinario Miguel Constanzó. También trabajaba en poner en firme varias porciones de calzada empedrada en los precisos malos pasos del camino nombrado Llano de Lucas Martín y Cruz de Piedras (Plan del Río), del camino de Perote a Rinconada; y la cuesta que comienza en el segundo puente reedificado en la subida para la Rinconada. Dada la abundancia de agua en los terrenos de Huehuetoca, que hacían impracticables las nivelaciones del desagüe, debía pasar a realizar la “inspección de los ríos de las inmediaciones acompañado del Sr. Juez Superintendente D. Miguel Calixtro de Azedo y en la situación, terrenos y circunstancias de esta Compañía para el importantísimo fin, que ha propuesto el mismo Sr. Ministro de introducir varias aguas y dar corrientes a las azequias, al modo que con admiración se observa en la hermosa Villa de Bilbao; pues si esta idea se logra será el mayor beneficio que haya recibido desde su conquista la capital de Nueva España”. Su labor en la nivelación la continuaría en el invierno. El 27 de noviembre, siempre de 1782, se solicitaba su pase a Veracruz, pues a la falta de ingenieros se sumaba la enfermedad de Miguel del Corral. Llegaba a Veracruz el 25 de diciembre.

Después de la guerra en 1783 se encargó del desagüe de las lagunas de México, vital para evitar inundaciones en la ciudad. Por orden del virrey Matías Gálvez, levantó planta general desde Veracruz al pueblo de Perote, y formó proyecto general para establecer caminos hacia los diferentes ríos para hacer las direcciones más rectas.

En 1784, se encontraba en Acapulco, desde donde pedía su traslado a Perote, solicitando, además, su ascenso a coronel. El ingeniero director, Miguel Corral, informaba sobre su capacidad profesional, señalando que “justifica este Oficial la edad y servicios que expresa, su condición es la mejor, y su capacidad e instrucción buena, es apto para desempeñar cualquier comisión que se le confíe”,

En 1785 estaba al mando de la Real Fuerza de San Juan de Ulúa y de sus fortificaciones, así como de las de la plaza de Veracruz,

Sus servicios fueron recompensados con el nombramiento el 26 de abril de 1789 como ingeniero jefe del virreinato, al tiempo que teniente del Rey interino de la plaza y fortificaciones de San Juan de Ulúa, que tan bien conocía. En ese año de 1789 realizaba un plano parcial en el que manifestaba la situación y colocación de los muelles en Nueva España; también un plano que indicaba el final de las obras de la Real Contaduría, realizadas en el edificio junto al puerto, Plano que demuestra el estado en que ha quedado la Rl. Contaduría y muelles según las variaciones y obras executadas en los años 1790 y 1791 con objeto de reunir la Tesorería, establecimiento de los dependientes al Resguardo y Ulua y nuebo restablecimiento del muelle estable, y finalmente, y otro plano de una batería proyectada en Punta Antonisaldo en San Juan de Ulúa (1793).

En 1794 realizaba un intenso trabajo, al igual que durante toda su carrera profesional. Hizo un expediente sobre las obras de desagüe de Méjico y Texcoco, fue nombrado por el virrey para que, en compañía del ingeniero militar Alberto de Córdoba, efectuase un reconocimiento de las obras realizadas por el Tribunal del Consulado, en el desagüe de México; realizó cinco planos de cortes en la Real Obra de Huehuetoca. Además, por fallecimiento del ingeniero director, brigadier Miguel del Corral, pasaba a Veracruz, encargado de la dirección de Reales Obras y Edificios Militares. También solicitaba la tenencia de Rey en la plaza de Veracruz, por muerte del brigadier e ingeniero director, Miguel del Corral, siendo nombrado ingeniero director interino.

Finalmente, el 28 de septiembre de 1794 fue nombrado ingeniero director, por el virrey marqués de Branciforte, el máximo escalafón dentro del cuerpo de ingenieros militares, y trasladado a la capital del virreinato a realizar diferentes comisiones cerca del propio virrey. Igualmente, por muerte del mariscal de campo Pedro de Gorostiza, se hacía cargo, interinamente, del gobierno de Veracruz. En ese año, además, enviaba su Relación de los Ingenieros que comprende esta Dirección de N. E. con sus graduaciones; destino actual o Comisiones en que están empleados, explicando el estado de ellas; realizaba el mapa de las lagunas salinosas de Santa María del Peñón Blanco y San Luis Potosí; y era comisionado por el virrey para formar proyecto y presupuesto de las mejoras al camino de Veracruz.

En 1795 era nombrado gobernador político y militar de la plaza de Veracruz y al siguiente año elaboraba un perfil del Canal del Real Desagüe a tajo abierto (Laguna de Zumpango).

El 7 de octubre de 1797 fallecía en Veracruz, siendo ingeniero director y comandante del Ramo de Fortificaciones en Nueva España.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales; Archivo General de Simancas, Secretaría de Guerra, 7270, 6; 7272,9.

L. Navarro García, El marqués de Branciforte. Virrey de Nueva España, 1794-1798, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1972; H. Capel, Los ingenieros militares en España, siglo XVIII: Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Universidad, 1983; J. A. Calderón Quijano, Historia de las Fortificaciones en Nueva España, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1984; C. Martínez Martínez, “Los problemas militares en la segunda mitad del siglo XVIII”, en Historia General de España y América, vol. XI-2, Madrid, RIALP, 1985; H. Capel et al., De Palas a Minerva: la formación científica y la estructura institucional de los ingenieros militares en el siglo XVIII, Barcelona, Serbal - CSIC, 1988; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII, México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993. M. G. Cano Révora, Cádiz y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, MAPFRE, 1996; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; P. Molas, La Academia de Matemáticas de Barcelona: el legado de los ingenieros militares 1720-1803, Barcelona, Inspección General del Ejército, 2004; C. Virgili Belda, “La proyección hispanoamericana de la Academia de Matemáticas de Barcelona, en La Academia de Matemáticas de Barcelona. El legado de los Ingenieros Militares, Madrid - Barcelona, Ministerio de Defensa - Novatesa, 2004, págs. 167-196; A. Cámara (coord.), Los ingenieros militares de la monarquía hispánica en los siglos XVII y XVIII, Madrid, Ministerio de Defensa, Asociación Española de Amigos de los Castillos, Centro de Estudios Europa Hispánica, Fernando Villaverde Ediciones, 2005; P. Osante, Agustín López de la Cámara Alta, Descripción general de la colonia de Nuevo Santander, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2006; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008; I. Soria González, “El Amante del Pueblo de Veracruz. Un manuscrito de la Biblioteca Central Militar”, en Anuario americanista europeo, 12 (2014), págs. 1-19.

 

José Manuel Serrano Álvarez y Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño