Donis, Ambrosio. Marqués de Olivares de Duero (I). ? s. XVII – Madrid, 1703. Hombre de negocios de Carlos II.
Conocido como Ambrosio de Onís y Coutiño, fue vizconde y marqués a partir de 1680, además de caballero de la Orden de Santiago, ministro del Consejo de Hacienda y del Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas, regidor perpetuo de Valladolid, tesorero de la Real Casa de la Moneda de esa misma ciudad y alguacil mayor del Consejo de la Santa Cruzada. Fueron sus padres Ventura Donis e Isabel Coutiño Donis, prima del propio Ventura.
Designado administrador de la casa de negocios de Ventura Donis desde 1667 con la aprobación de la Real Hacienda, el nivel de actividad de la firma, que era muy importante, no creció con la administración de Ambrosio Donis, pero permaneció en cotas parecidas a las de su antecesor. Abasteció los presidios de Orán y las llamadas “fronteras de España” desde 1670 y por escritura de 13 de marzo de 1682 compró las alcabalas, tercias, cientos y el servicio ordinario de las villas de Cañadas del Hoyo y Monteagudo, en la provincia de Cuenca, que pasaron después a la casa de Monterreal y se reincorporaron a la Corona en 1795. También realizó algunos asientos en metálico para la Corona, hasta que su firma fue intervenida en abril de 1688. Un mes después sus negocios quedaron suspendidos al considerar que su firma era deudora a la Real Hacienda en elevadas cantidades. Se hizo una investigación en la sede familiar “deszerrajando puertas, cofres y escriptorios” y se trabajó febrilmente en la Contaduría Mayor para liquidar las cuentas de la casa. Según los cálculos del Consejo de Hacienda, Ambrosio debía 280 millones de maravedís que tendría que empezar a pagar en el plazo de un mes. En caso contrario, sus bienes se embargarían, como así sucedió, aunque la medida no fue duradera. Para entonces, la sólida conquista del privilegio social salvó a Ambrosio Donis de una caída que parecía segura. Los bienes de mayorazgo de Gregoria de Santiesteban, su mujer —que no podían intervenirse—, fueron un refugio perfecto para salvar muchos efectos de la firma.
El hijo de Ambrosio Donis, Diego Ventura, se convirtió en Diego Ventura de Onís y de Santiesteban Manrique Bañuelos, señor de las villas de Olivares de Duero, Herreros y los Villares, señor de la Casa Real y Bosque de la Quemada, regidor perpetuo de Valladolid y gentilhombre de boca del Rey. Él y sus descendientes emparentaron con familias nobles y poco a poco sus sucesores, siguieron asimilados a los oficios de Corte al mismo tiempo que el apellido “Donis” cambiaba definitivamente a “de Onis”.
Bibl.: C. Sanz Ayán, Los banqueros de Carlos II, Salamanca, Universidad de Valladolid, Junta de Castilla y León, 1989; Estado, Monarquía y Finanzas, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2004.
Carmen Sanz Ayán