Apezteguía y Tarafa, Julio José de. Marqués de Apezteguía. Trinidad, Santa Clara (Cuba), 12.XII.1843 – Nueva York (Estados Unidos), 19.IV.1902. Presidente del partido Unión Constitucional de Cuba y hacendado azucarero.
Julio Apezteguía era hijo de Martín Felipe Apezteguía y Apesechea, un navarro oriundo de la villa de Aranaz que se estableció en Trinidad, donde en 1835 casó con la viuda Josefa Mariana Tarafa y Mechón.
Su hijo Julio se graduó como ingeniero de la Escuela Central de Barcelona y heredó de sus padres el ingenio Constancia, una hermosa propiedad situada en la región azucarera de Cienfuegos, que Apezteguía transformó en uno de los centrales azucareros más grandes del mundo en los años ochenta.
Al finalizar la guerra de los Diez Años, en 1879 se incorporó al recién creado partido de Unión Constitucional y fue elegido diputado a Cortes por Santa Clara en las elecciones de 1879, 1881, 1884 y 1886.
Representaba al sector reformista de la Unión, que exigía para Cuba cambios importantes en el orden político y económico, en línea con los proyectos que Martínez Campos y Albacete habían intentado realizar a su paso por el poder. En Madrid se afilió al partido fusionista y luego a la Izquierda Dinástica.
Cuando a finales de 1883 la Izquierda formó Gobierno, se ofreció a Apezteguía la Subsecretaría del Ministerio de Ultramar. La presión que ejercieron sobre Posada Herrera los conservadores de la Unión Constitucional frustró la designación.
Con el tiempo fue adoptando una posición más conservadora. Prestó su apoyó al gobernador general, Camilo Polavieja, en su campaña contra el Movimiento Económico, que orquestaron los productores cubanos a favor de la reforma arancelaria y financiera en 1890-1891. Probablemente por ello recibió el marquesado de Apezteguía el 30 de junio de 1891, y la grandeza de España en 1893. Fue elegido presidente de la Unión Constitucional el 26 de marzo de 1892, derrotando al naviero Ramón Herrera. Herrera apoyó la reforma descentralizadora de Antonio Maura que fue condenada por la Unión Constitucional y creó el Partido Reformista, produciéndose la ruptura de la Unión Constitucional.
Apezteguía pasaba largas temporadas en sus propiedades de Santa Clara, mientras la dirección del partido era ejercida de hecho por el marqués de Pinar del Río. Apezteguía no se sintió cómodo con el inmovilismo del partido y amenazó con dimitir si se rechazaba la reforma de Abarzuza (1895), que finalmente había sido aprobada en Madrid. Las discrepancias fueron en aumento: Apezteguía era partidario de aplicar la reforma, la mayoría creía únicamente en la acción militar. Tras el relevo del general Martínez Campos, en enero de 1896, se retiró a Cienfuegos.
A finales de ese año acudió a Madrid para aconsejar a Cánovas en la precipitada reforma que intentaba sacar adelante, ante la amenaza que encerraba el discurso del presidente Cleveland.
Para proteger el Constancia de la columna de Gómez y Maceo, organizó un impresionante dispositivo militar, pero no pudo garantizar la continuidad de la producción. Como tantos otros propietarios, tuvo que traspasar la propiedad del Constancia a una compañía norteamericana, conservando parte de las acciones y la gerencia. Contrajo matrimonio con la ciudadana norteamericana Helen Vincent y Scargrave, con quien tuvo dos hijos. Murio en Nueva York el 19 de abril de 1902.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Ultramar, leg. 4828.
P. E. de Tébar y J. de Olmedo, Las segundas Cortes de la Restauración. Semblanzas parlamentarias. Congreso de los Diputados, Madrid, Imprenta de Manuel G. H. Hernández, 1879, págs. 326-327; C. Aenlle y F. Camacho, Peninsulares y cubanos.
Bocetos a vuelta de pluma, La Habana, Imprenta Mercantil, 1891, págs. 76-77; A. Romero Torrado, El problema cubano, Madrid, Establecimiento Tipográfico de los Sucesores de Cuesta, 1896, pág. 30; “La Guerra y las reformas” (declaraciones de Apezteguía a El Imparcial), en La Unión Constitucional, 27 de febrero de 1897; X. Santa Cruz y Mallen, Historia de familias cubanas, La Habana, Hércules, 1940, vol. III, págs. 31-32; I. Roldán de Montaud, La Restauración en Cuba. El fracaso de un proceso reformista, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001.
Inés Roldán de Montaud