Rojas y Caballero- Infante, Francisco de Paula. Jerez de la Frontera, 27.XI.1832 – Madrid, 18.II.1909. Ingeniero industrial y pionero de la electrotecnia española.
Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, pero se trasladó a Cádiz para cursar el grado de segunda enseñanza, ingresando más tarde en la Universidad Literaria de Sevilla, donde obtuvo en 1849, el título de bachiller en la Facultad de Filosofía.
Sus inquietudes le llevaron a Madrid, para estudiar en la Escuela Preparatoria de Ingenieros y Arquitectos, donde aprobó su primer curso. Al año siguiente,1851, se matriculó en el Real Instituto Industrial, que había sido creado por Real Decreto de 4 de septiembre de 1850. Para conseguir el grado de profesor industrial en el Real Instituto se requerían tres años de estudio y dos más para obtener el título de ingeniero industrial. En 1854, Rojas terminó los estudios de profesor industrial y obtuvo la cátedra de Química en la Escuela Industrial Profesional de Sevilla, donde solamente estuvo el primer trimestre del curso.
En 1855 logró la cátedra de Física General y Aplicada en la Escuela profesional de Valencia. En esas fechas, Rojas recibió un permiso especial para finalizar los dos cursos superiores en el Real Instituto Industrial, cuyo título recibió el 1 de abril de 1857, formando parte de la primera promoción de ingenieros industriales de España.
Como consecuencia de sus estudios y trabajos en el campo de la termodinámica, Francisco de Paula Rojas escribió una memoria titulada Termodinámica, que fue premiada por el Ateneo Barcelonés en concurso público en 1856 y publicada por la misma entidad en 1876. Posteriormente también escribió una memoria sobre Calentamiento y ventilación de edificios, que fue premiada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en el concurso público de 1867.
La crisis económica que se vivió en España en esos años provocó que en 1866 se suprimiesen las Escuelas de Ingenieros Industriales, continuando solamente la Escuela de Barcelona, gracias a que la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Barcelona sufragaron sus gastos, porque se requerían ingenieros para la industria textil.
Rojas vivió en Barcelona una de las etapas de su vida más fructíferas desde el punto de vista profesional, desempeñando la cátedra de Construcción de Máquinas en la Escuela Superior Industrial de Barcelona hasta 1880, año en que logró su paso a la de Física Industrial, vacante entonces. Permaneció en Barcelona hasta el año 1886 en que se trasladó a Madrid, al crearse la Escuela General Preparatoria de Ingenieros y Arquitectos (EGPIA).
Rojas residió en Barcelona veinte años (desde 1866 hasta 1886), una época en que la ciudad experimentó un gran auge económico e industrial. El jerezano Rojas se integró plenamente en la ciudad, llegando a ser secretario del ateneo barcelonés entre 1873 y 1874, puesto que años más tarde desempeñaría Prat de la Riva (1896-1897); y académico de la Real Academia de Ciencias y Artes de la Ciudad Condal, ingresando en 1877 (medalla 39).
En Barcelona enseñó la asignatura de Física de 2º curso un extenso programa de electrotecnia, que incluía la máquina magneto-eléctrica de Gramme, su dínamo y su máquina de corriente alterna, así como los diversos sistemas de alumbrado (la bujía Jablochkoff, las lámparas Reynier, etc.), y los teléfonos magnéticos de Graham Bell, de Bover y Ader. El curso culminaba con unas cuantas lecciones dedicadas al cálculo y a la construcción efectiva de una dínamo.
La primera dinamo que funcionó en España fue un aparato destinado al Gabinete de Física de la Escuela de Ingenieros de Barcelona y se utilizó para preparar experimentos de Física, “evitando las molestias de montar pilas de Bunsen más o menos potentes”. También se usó para descomposiciones electroquímicas y para imantar electroimanes; en los tallares de Dalmau fue utilizada también para el dorado de las puntas de los pararrayos. Al ver la utilidad de esta máquina, la Escuela se decidió a hacer el pedido de una máquina Gramme más potente y perfeccionada capaz de producir luz eléctrica. Esta segunda dinamo es la que fue utilizada el 13 de mayo de 1875 para la primera prueba pública de iluminación eléctrica en la fragata blindada de guerra Vitoria. La máquina de vapor del barco movía la dinamo de Gramme prestada por la Escuela que, con ayuda de un regulador Serrin, alimentaba la corriente de un proyector Fresnel.
En abril de 1881 Dalmau constituyó la Sociedad Española de Electricidad (SEE), con el ingeniero industrial Narcis Xifra. Según la revista francesa L´Électricien, esta sociedad fue, cronológicamente hablando, la sexta que se establecía en el mundo, después de las de Londres, Berlín, Chicago, San Petesburgo y Nueva York. La SEE se propuso llevar a cabo el alumbrado de la ciudad de Barcelona y completar su patrimonio de patentes.
A partir de 1883 la SEE inició la publicación de La Electricidad, primera revista que en España se dedicó en exclusiva a este ramo de la ciencia y de la técnica. El primer número apareció el 1 de enero de 1883, y su director, Francisco de Paula Rojas, exponía sus dos principales objetivos: "dar publicidad a todo adelanto científico o práctico, a toda nueva aplicación, invento o mejora, a toda fabricación importante" y "vulgarizar los conocimientos necesarios para que toda persona de regular instrucción pueda satisfacer su curiosidad científica o su interés, y seguir el asombroso progreso de la época". La revista dejó de publicarse en 1889.
Cuando en 1886 se creó la Escuela General Preparatoria de Ingenieros y Arquitectos (EGPIA), su profesorado se configuró reclutando a algunos de los mejores profesores de las facultades y escuelas de ingenieros, incluyendo a la de Barcelona. Rojas se trasladó a Madrid para impartir la asignatura de Hidráulica, Hidrostática e Hidrodinámica. La creación de esta Escuela no estuvo exenta de polémica. Ante este cúmulo de presiones, que procedían de diferentes frentes, no es de extrañar que la EGPIA se cerrase a los tres años de su creación. Tras el cierre de la Escuela, se nombró a Rojas, por concurso, catedrático de Física Matemática de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central. En este centro llegó a ser decano, sustituyendo, por fallecimiento, a Gumersindo Vicuña y Lezcano (de la promoción de 1862, del Real Instituto Industrial). Allí continuaría impartiendo las enseñanzas de Física Matemática en los cursos de doctorado, hasta su jubilación, a petición propia, el 4 de noviembre de 1904, a la edad de setenta y dos años.
Don Francisco de Paula Rojas fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, según figura en la relación de académicos. Rojas fue propuesto para entrar en la Academia en la sesión 11 de marzo de 1890 (medalla número 22) y leyó su discurso de recepción en la Academia el 21 de enero de 1894, con el título Algunas reflexiones sobre la unidad de las fuerzas físicas, actuando como padrino el ingeniero de caminos D. José Echegaray.
En 1904 fue elegido vicepresidente de la Asociación de Ingenieros industriales.
Entre otras de sus aportaciones, no hay que olvidar que es considerado el primer frigorista en España al montar, e instalar, en Valencia, la primera fábrica de hielo, datada en 1863. Por otra parte, en 1876, fue el responsable del proyecto del alumbrado público de la ciudad de Gerona. Don Francisco de Paula Rojas murió en Madrid el 18 de febrero de 1909 a la edad de setenta y siete años.
Obras de ~: Teoría matemática de las máquinas magnetotérmicas y dinamoeléctricas, Barcelona, 1867; Termodinámica: su historia, sus aplicaciones y su importancia, Barcelona, Ed. Luis Tasso, 1876; Calentamiento y ventilación de edificios. [Memoria premiada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales], Madrid, Imprenta de la viuda de Aguado e hijo, 1868; Elementos de Electrodinámica Industrial necesarios para comprender las actuales aplicaciones de la electricidad al alumbrado eléctrico, marina, arte militar, medicina, faros, fotografía, etc, Barcelona, Establecimiento tipográfico de José Miret, 1884; "Consideraciones sobre las lámparas incandescentes", en Memorias de la Real Academia de Ciencias Naturales, Barcelona, 2ª época, t. 2, 1884; Estudio elemental teórico-práctico de las máquinas dinamo-eléctricas. [Memoria premiada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales], Madrid, Imprenta de Viuda e Hijo de Aguado, 1887; Tratado de electrodinámica industrial, 2 vols., Madrid, Imprenta y Fundición de Manuel Tello 1892; Discurso ingreso en la Real Academia de las Ciencias, Madrid, Aguado, 1894; Tratado de electrodinámica industrial, Madrid, Viuda e hijos de M. Tello, 1899 – 1904; Tratado de electrodinámica industrial. Sucinta exposición del método gráfico para el estudio de las corrientes alternas, 4 vols., Madrid, Imp. Carrión. 1904; Electrodinámica Industrial, 3 ts., seis ediciones entre 1884 y 1914.
Bibl.: G. Lusa Monforte. “La ingeniería industrial en Cataluña. La Escuela de Barcelona”, en Centre de Recerca per a la Historia de la Tècnica (ETSIIB), Barcelona, Universitat Politècnica de Catalunya, 2000; F. A. González Redondo, R. E. Fernández Terán y L. de Vicente Laseca, “Mirando hacia atrás: los Catedráticos de Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid durante el primer tercio del siglo XX: una historia gráfica”, en Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española, vol 10.1, (2007), págs 241- 260; J. Fraile Mora, Genios de la Ingeniería Eléctrica, Madrid, Fundación Iberdrola, 2006, págs. 494-496; José Luis Jiménez García, “Pionero de la energía eléctrica en España”, en Diario de Jerez, 27 febrero 2017, pag. 11.
http://www.rac.es/2/2_ficha.php?id=434&idN3=&idN4=&i=1
http://www.racab.es/academics/historics/numeraris-h/r/rojas
José Luis Jiménez García