Manjarrés i Bofarull, Ramón. Barcelona, 9.IV.1827 – Sevilla, 1918. Profesor industrial.
Tras unos estudios iniciales en la Universidad Literaria de Barcelona, a partir de 1842 se incorporó a las Escuelas de la Junta de Comercio, precedentes de lo que luego sería la Escuela Industrial de Barcelona.
Asimismo, asistió a las cátedras de la Real Academia de Ciencias y Artes. Fue uno de los catalanes que en 1854 se desplazaron desde Barcelona a Madrid para seguir estudios de ampliación en el Real Instituto Industrial de Madrid. Tras conseguir el título de profesor industrial, fue pensionado por la Diputación de Barcelona para ampliar estudios en París en cuestiones relativas a tintes y estampados. Asimismo, el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro lo comisionó para que promocionase sus productos en la exposición internacional que se celebraba aquel año en la capital francesa.
De regreso de París, consiguió una cátedra en la Escuela Industrial Sevillana y de 1856 a 1866 ocupó la cátedra de Química General Industrial. En 1872 fue comisionado por la Diputación de Sevilla para asistir a la Exposición Universal de Londres, en donde tuvo un papel destacado en la defensa de los vinos de Jerez.
En 1863 fue nombrado director de la Escuela Industrial de Sevilla. Asimismo recibió el encargo de crear una Escuela de Artes y Oficios. Contribuyó activamente al fomento de la cría del gusano de seda, para aclimatarlo en Sevilla.
Cuando se clausuró en 1866 la Escuela Industrial de Sevilla, regresó a Barcelona y ocupó, dos años después, la cátedra de Química en la Escuela Industrial de esta ciudad. Asimismo, dos años más tarde fue nombrado director de la Escuela, en donde, entre otras cosas, creó un museo de materias primas y productos industriales.
En Barcelona repitió la experiencia sevillana de promocionar la formación de los obreros, mediante cursos impartidos en clases nocturnas. La enseñanza se desarrollaba a dos niveles: enseñanza para encargados de taller y para operarios. Manjarrés demostró toda su vida una singular sensibilidad por las cuestiones sociales.
La labor más destacada de Manjarrés fue la de introductor de innovaciones tecnológicas. Viajó en representación de la Escuela a los certámenes internacionales de signo industrial que tuvieron lugar en Viena, Filadelfia y París. En Viena vio una dinamo Gramme, y decidió adquirir una para la Escuela de Barcelona, que fue la primera de su clase que hubo en España.
En la Escuela se hicieron pruebas de los primeros teléfonos que se instalaron en Barcelona y dispuso del primer proyector. También se asocia a la introducción en España de la radiocomunicación.
Sin embargo, donde sus aportaciones fueron más personales y notables, es en el dominio de la química y la agricultura. Llevó a cabo estudios tanto sobre los vinos como sobre los aceites de oliva comestibles. Asimismo, se interesó en fibras textiles de origen vegetal, como el ramio del que se obtiene una fibra textil más resistente que del lino.
Desde 1864 fue académico de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, de la que fue nombrado presidente en 1864.
En 1891 Manjarrés regresó a Sevilla, donde ocupó la cátedra de Ampliación de Física de la Facultad de Ciencias. De nuevo en Sevilla volvió a ocuparse en los problemas de extracción, planificación y refinación del aceite de oliva para hacerlo competitivo en el mercado internacional. Asimismo, participó activamente con la Sociedad Económica Sevillana en la organización de enseñanzas populares, como ya había hecho durante su primera estancia.
Obras de ~: El aceite de oliva, su extracción, clasificación y refinación, Madrid, Hijos de J. Cuesta, 1896; Estudio sobre el cultivo del algodón en España, Sevilla, Biblioteca Agraria Solariana, 1910; La industria de la destilación de orujos del aceite, Madrid, Imprenta Clásica Española, 1919.
Bibl.: F. X. Barca y G. Lusa, “Ramon de Manjarrés i de Bofarull (1827-1918). La química agrícola i la professionalització dels enginyers industrials”, en J. M. Camarasa y A. Roca (dirs.), Ciència i tècnica als Països Catalans: una aproximació biogràfica, vol. I, Barcelona, Fundació Catalana per a la Recerca, 1995, págs. 381-423.
Javier Aracil Santonja