Ferratges de Mesa, Antonio. Marqués de Mont- Roig (I). Santiago de Cuba (Cuba), 13.V.1840 – Barcelona, 21.II.1909. Directivo de empresas, político, abogado y propietario.
Era hijo de Fernando Ferratges, miembro de una familia de Mont-Roig (Tarragona), establecido en Santiago de Cuba y dedicado al comercio, y de Magdalena de Mesa, nacida en esta ciudad. La familia, que siempre conservó una importante relación con Mont- Roig y también con Cuba, se trasladó en 1850 a Barcelona, donde Antonio Ferratges de Mesa hizo sus estudios, obteniendo una licenciatura en Derecho.
A mediados de los años sesenta inició las que serían principales vías de actuación a lo largo de su vida: su integración en los consejos de administración de compañías ferroviarias —como la Compañía de los Caminos de Hierro de Barcelona a Francia por Figueras y la Sociedad de los Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona— y su ingreso en el Partido Progresista, formando parte de la redacción de la prensa barcelonesa de este signo y del comité provincial del partido e interviniendo en el ciclo revolucionario, que le llevó al exilio y a participar en la Revolución de 1868.
Miembro de la coalición liberal en el poder durante el primer tramo del Sexenio Revolucionario, fue diputado provincial por Barcelona (1868-1871), vocal de la Junta de Instrucción Pública de la provincia de Barcelona (1868-1869), gobernador civil de Gerona (1871) y subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros (1871-1872). Diputado en las Cortes Constituyentes de 1869-1871 por la circunscripción de Vic, tras la división de ésta en distritos uninominales se afianzó en el de Granollers, por el que fue diputado en las Cortes de 1871-1872 —período en que fue también secretario de la Mesa—.
Ante el fraccionamiento de los liberales de 1872, se situó en el sector constitucional de Sagasta. Durante este período contrajo matrimonio en La Habana con Concepción Domínguez Cowan.
Durante la Restauración consolidó su presencia en las compañías ferroviarias citadas (la primera, ahora como Compañía de los Ferrocarriles de Tarragona a Barcelona y Francia), a las que añadió otras, como el Ferrocarril de Mollet a Caldas de Montbuy, ampliando su actuación a empresas de tranvías y financieras.
Fue también propietario agrario en Mont-Roig e inmobiliario en Barcelona, mantuvo los intereses económicos familiares en Cuba y realizó importantes inversiones en la Deuda Pública colonial.
En la esfera política, y tras unos años sin ocupar cargos significativos, en 1881 rentabilizó el retorno de Sagasta al poder al obtener una elección simultánea como diputado a Cortes por Santiago de Cuba y por Granollers, distrito este último por el que repitió en varias elecciones hasta su nombramiento de senador vitalicio en 1898. Fue también senador por Zamora (1889-1890) y por Barcelona (1896-1897). Como parlamentario destacó por su actividad en la gestión de grandes infraestructuras (ferrocarriles, carreteras, canales de riego) y de reformas urbanísticas, por su defensa de los intereses industriales catalanes como miembro de la Diputación catalana y por su interés en la situación política y de reformas en Cuba.
Fue en dos ocasiones director general de la Deuda Pública (de 15 de febrero de 1883 a 22 de enero de 1884 y de 21 de octubre de 1886 a 28 de junio de 1888), vocal de la Junta Central de Defensa contra la Filoxera (1884), jefe de sección de la Presidencia del Consejo de Ministros (1885-1886), delegado del Gobierno en las exposiciones universales de Barcelona (1888) y Chicago (1893) y vocal de la Comisión de Reforma Arancelaria de Cuba (1895). En el cambio de siglo se situó en el sector político capitaneado por Gamazo y Maura, cada vez más alejado de Sagasta, hasta su ingreso definitivo en el Partido Conservador en 1902.
En 1887 fue nombrado primer marqués de Mont- Roig. Poseía las condecoraciones de Isabel la Católica, Concepción de Villaviciosa y Legión de Honor. Era hijo adoptivo de Badalona, Granollers y otros municipios catalanes. Entre 1881 y 1882 fue directivo del Ateneo barcelonés. Realizó varias actuaciones de beneficencia, destacando su papel en el Hospital de la Santa Cruz y en el Asilo Naval de Barcelona. En este ámbito, su esposa obtuvo el reconocimiento de los municipios de Badalona y Madrid por su actuación cuando las epidemias de cólera. Entre sus hermanos, Fernando fue magistrado en diversas audiencias provinciales, mientras que Joaquín ocupó cargos en la Hacienda de Cuba.
Obras de ~: con M. Girona y A. Brunet, Proyecto de Dictamen de la Ponencia Segunda: clases 4.ª, 5.ª, 6.ª y 7.ª del arancel (Comisión de Reforma Arancelaria de Cuba y Puerto-Rico: Sección de Cuba), Madrid, B. A. de la Fuente, 1895.
Bibl.: M. I . Alfaro, Fisonomía de las Constituyentes, Madrid, Santos Larxé, 1869; A. Fernández de los Ríos, Los Diputados pintados por sus hechos. Colección de estudios biográficos sobre los elegidos por el sufragio universal en las Constituyentes de 1869, Madrid, R. Labajos, 1869; M. Prieto y Prieto, La asamblea constituyente de 1869. Biografías de todos los representantes de la Nación, Madrid, T. Rey y Cía., 1869; F. Calcagno, Diccionario biográfico cubano, Nueva York, N. Ponce de León, 1878 (La Habana, E. Fernández Casona, 1879); M. Sánchez de los Santos, Las Cortes Españolas. Las de 1907, Madrid, A. Marzo, 1908; J. Palomas i Moncholí, El rerefons econòmic de l’activitat dels parlamentaris catalans (1876-1885), tesis doctoral, Universitat Autònoma de Barcelona, 2002 (en http:// www.tesisenxarxa.net).
Joan Palomas i Moncholí
