Bolea, Pedro de. ?, ant. 1554 – post 1608. General de la artillería, rebelde.
Hijo de Juan de Bolea (muerto en 1554) y de Ana de Hervás (muerta en 1594), fue nieto de Baltasar de Bolea, cuyo hermano, Íñigo, fue padre del vicecanciller Bernardo de Bolea. Por tanto, el hijo de éste, Martín, era primo segundo suyo, circunstancia que trató de aprovechar para moderar las radicales posturas observadas por Pedro de Bolea durante la rebelión aragonesa de 1591. De hecho, todas las fuentes le incluyen entre las personas más comprometidas con la oposición a la política de Felipe II, ya desde la década de 1580. Su grado de implicación y la confianza que los promotores del conflicto depositaron en él quedan bien ilustrados si se tiene en cuenta que en julio de 1591 se le nombró embajador para acudir a Roma a representar al Papa los agravios causados por la Inquisición en Aragón (misión que no llegó a cumplir) y, más adelante, el Consejo de Guerra, formado para organizar la resistencia a las tropas del Rey, le designó general de la artillería y de la fortificación de Zaragoza.
Según Lupercio de Argensola, Bolea marchó a Francia a raíz de la entrada del ejército de Alonso de Vargas, si bien “no siguió los pasos de los demás, antes estuvo siempre en lugares de católicos, y tuvo amistad con ellos, huyendo de los hereges y de qualquiera cosa que pudiese desesperarle de perdón y de la gracia de su rei de que hoy goza, y de su hacienda”. Así pues, no tomó parte en la Jornada de los bearneses, pese a lo cual fue prendido a fines de 1598 por el lugarteniente del gobernador del castillo del valle de Arán, quien, al parecer, acabó percibiendo los cuatro mil ducados de recompensa ofrecidos por su captura a costa de los bienes que se habían confiscado al fugitivo.
Pedro de Bolea contrajo matrimonio en 1582 con María Cerdán de Escatrón, emparentada con el linaje del gobernador de Aragón Ramón Cerdán, y con ella tuvo un hijo, Manuel, que fue bautizado en 1586. En cuanto a su patrimonio, queda constancia de que Bolea poseía una casa en Zaragoza, en la plaza de los Estébanes, que Felipe II mandó demoler, si bien el derribo no fue total, pues tiempo después se instaló en su patio el peso real. Además, tuvo dos casas en el barrio de San Pablo de la misma ciudad y una torre o finca en el término de Mamblas (hoy en el zaragozano barrio rural de Montañana, cerca de la capital), cuya hierba arrendaba al administrador de las carnicerías de Zaragoza.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 37, doc. 21; Archivo Municipal de Zaragoza, Bastardelos, lib. 27, fol. 215; lib. 28, fol. 170v.; lib. 36, fols. 51v. y 178 y lib. 37, fol. 190v.; Archivo de Protocolos Notariales de Zaragoza, Mateo Solórzano mayor, 1591, fols. 725-726.
M. de Sesé, “Epístola”, en J. de Sesé, Libro de la Cosmographia Universal del Mundo, Zaragoza, Juan de Larumbe, 1619; L. Leonardo de Argensola, Información de los sucesos del Reino de Aragón, Madrid, Imprenta Real, 1808, págs. 149-150 (ed. facs., Zaragoza, Edizions de l’Astral y El Justicia de Aragón, 1991); R. de Fantoni y Benedí, “Los linajes del conde Aranda (1719-1798)”, en Emblemata. Revista Aragonesa de Emblemática, IV (1998), pág. 312.
Jesús Gascón Pérez
