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Manuel García del Barrio

Biografía

García del Barrio, Manuel. Argüeso (Cantabria), 1766 – Madrid, 10.I.1846. Militar.

Dueño de una gran fortuna, inició su carrera militar en Panamá como subteniente de milicias urbanas disciplinadas de Aragua.

Luchó contra los indios darienes, hallándose en 1783 en los ataques de Penonome y Chepo, y en 1784 en la defensa del Palenque del Príncipe, en la que fue herido en una pierna.

Por orden del virrey de Santa Fe se le comisionó en 1785 para pasar a las colonias extranjeras, con objeto de observar el armamento que surtían sus habitantes a los indios del Darién; y, en 1787, para reclutar hombres en las colonias para las poblaciones del Darién y surtirlas de municiones y víveres, para lo cual hizo siete viajes de Cartagena a Jamaica, tres a la isla La Española y uno a Puerto Rico.

En enero de 1799 se estableció en la nueva ciudad de Barcelona, donde asistió a los diferentes ataques a su puerto y fortaleza durante la guerra con Gran Bretaña.

Aumentó la potencia de fuego del castillo mediante cuatro cañones de su propiedad y, a sus expensas, armó en corso varios buques con los que persiguió a los piratas ingleses, apresando cuatro barcos e impidiendo el contrabando en aquellas costas.

Por sus destacados servicios se le confirió el empleo de teniente de milicias urbanas disciplinadas de Nueva Barcelona, el 18 de julio de 1801.

En diciembre de ese mismo año, apresó a los ingleses una goleta y la fragata Lapuing con trescientas ochenta y cinco personas y veintidós cañones de porte. Esta brillante acción le produjo un pleito con aquella nación, en el que consumió una buena parte del dinero que poseía.

Por esta misma causa, fue llamado a la Corte a satisfacer los cargos que se le imputaban ante el Consejo Supremo de la Guerra, quien a la vista de su honradez y buena fe hizo mención de sus buenos servicios y le consideró acreedor a la indemnización de las pérdidas que sufrió. En consecuencia, el Rey le confirió el grado y sueldo de capitán de Infantería con antigüedad del 25 de enero de 1806.

En febrero decidió servir de nuevo a la patria, para lo que se armó en corso y equipó una goleta, con la que se ocupó de reconocer aquellas costas, apresando tres buques ingleses, incluido un correo artillado con ocho cañones.

De regreso a España, se encontraba en Burgos el 26 de abril de 1808 cuando se suscitó una rebelión contra los franceses, que pretendían destruir la ciudad.

Inmediatamente, se puso a disposición del capitán general Gregorio de la Cuesta y alistó tres mil hombres que puso sobre las armas. Nombrado como su comandante general, puso en contacto a las juntas de Palencia, Asturias y Santander, comunicándolas los movimientos de los franceses.

En esta comisión secreta llegó a Prádanos de Ojeda, y confundido como espía francés fue objeto de durísimos tratos. Conducido a Burgos y condenado a muerte, fue indultado merced al influjo de ilustres personalidades que intercedieron ante el general Bessières.

Convaleciente aún de sus heridas y trabajos, se fugó y se presentó al general en jefe del Ejército de la Izquierda, Joaquín Blake, siendo comisionado por la Suprema Junta Central para inspeccionar el puerto de Somosierra y el número de franceses que invadían la Península y sus posiciones.

El 28 de noviembre se encontraba en la defensa de Sepúlveda, cayendo de nuevo prisionero de los franceses.

Consiguió fugarse, socorriendo con su propio dinero a más de cuatrocientos dispersos de Somosierra y dirigiéndolos hacia Ciudad Rodrigo. Mientras tanto, su familia se encontraba en Madrid, siendo confiscados sus bienes por los franceses.

Seguidamente realizó diversas comisiones, algunas con notable riesgo, para informar al Gobierno del estado de las operaciones contra los franceses.

En enero de 1809 ascendió a teniente coronel y entregó al marqués de la Romana su plan para arrojar del reino de Galicia un ejército francés formado por más de cincuenta mil hombres, que habían invadido su territorio al mando de los generales Soult y Ney. Aprobado su proyecto por el Gobierno, pasó al reino de Galicia para ponerlo en práctica inmediatamente.

Al llegar a Galicia fue hecho prisionero. Tras fugarse intrépidamente, formó una Junta de Armamento en la que puso a la cabeza al obispo de Orense. Con su ayuda alistó a más de ocho mil hombres con los que organizó la División del Niño, formada por los Regimientos de Sobera, la Unión y la Victoria y tres batallones, siendo nombrado comandante general de Galicia el 5 de abril de 1809.

Sus servicios al frente de la mencionada división fueron bien notorios, como la rendición de Vigo, los continuos ataques sobre Tuy, la batalla de la Salud y las interrumpidas escaramuzas, distinguiéndose notablemente en Puente Cesures, San Payo y Padrón.

Todas estas acciones costaron a los franceses considerables pérdidas, que llevaron consigo la liberación de Galicia.

Encontrándose en Andalucía para la organización de un ejército formado por sesenta mil hombres, se produjo su invasión y la disolución del Gobierno central, por lo que tuvo que trasladarse a la Isla de León, permaneciendo en este importante punto durante su largo bloqueo y contribuyendo eficazmente a su defensa.

Ascendió a coronel el 13 de julio de 1810, y fue nombrado más tarde gobernador del nuevo Santander, en el reino de Nueva España, que no aceptó. El 18 de marzo de 1816 alcanzó el empleo de brigadier.

Su pensamiento liberal le condujo a una estrecha amistad con Torrijos, cuya muerte no compartió de milagro. En 1832 se exilió a Francia.

García del Barrio falleció en Madrid el 10 de enero de 1846.

 

Obras de ~: Sucesos militares de Galicia en 1809 y operaciones de la presente guerra, La Coruña, Andrés Martínez, 1891.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp.

personal.

VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Bilbao, Espasa Calpe, 1928.

 

Emilio Montero Herrero