Paniagua Bernal, Miguel María. Madrid, 14.V.1801 – 20.I.1851. Brigadier y caballero Laureado de San Fernando.
Fueron sus padres el comandante de Caballería Francisco Paniagua, muerto en combate durante la Guerra de la Independencia, y Micaela Bernal. Fue alistado en agosto de 1808 como cadete de menor edad en el Regimiento de Caballería de Voluntarios de España, ingresando en mayo de 1811 en el Colegio Militar de la Isla de León, del que salió en febrero de 1815 promovido al empleo de subteniente de Infantería.
En 1820 intervino en combate al mando de una guerrilla contra el régimen absolutista, lo que le ocasionó que tres años después se le diese la licencia definitiva del Ejército, tras haber servido en los Regimientos de Murcia y Voluntarios de Aragón.
Fue rehabilitado en 1826 y destinado al Batallón de Cazadores del Rey, en el que se hallaba al estallar la guerra civil, en la que combatiría ininterrumpidamente en Aragón y Cataluña hasta su fin.
En 1835 pasó a formar parte de la plana mayor de la Guardia Real y al año siguiente fue nombrado ayudante de campo del general en jefe del Ejército de Aragón, volviendo más tarde a la Guardia Real, en cuyas filas ganó la Cruz de San Fernando en la acción de Huesca, en la que había combatido con serenidad y arrojo y llamado la atención de sus jefes. Días después volvería a repetir la hazaña, siendo recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando por su destacado comportamiento en la batalla de Barbastro.
Continuó distinguiéndose en 1837, participando en las acciones de Aranzueque, Retuerta, Villanueva de Carazo y Huerta del Rey. Al año siguiente combatió en las líneas atrincheradas del Valle de Mena, ganando el grado de coronel. Siguió luchando en Bortedo y durante la persecución de la expedición del conde de Negri, distinguiéndose en la toma de Peñacerrada, en la que ganó una mención especial y honorífica. Ganó otra Cruz de San Fernando por la conquista de los fuertes de Ramales y Guardamino, en 1839. En junio de este último año fue nombrado ayudante de campo y secretario del general O’Donnell, jefe del Ejército del Centro, con el que se halló en la acción de Lucena, en la que ganó el empleo de coronel. Tras hallarse en el sitio y toma del Fuerte de Tales y en las acciones de Aliaga y Alcalá de la Selva, dio fin a la campaña con el empleo de brigadier, concedido en julio de 1840.
Los años siguientes disfrutó de licencia en Francia y permaneció de cuartel en Madrid y Zaragoza, hasta que en 1843 fue enviado en comisión a la isla de Cuba, a cuya llegada fue nombrado secretario del Gobierno Civil, en cuyo cargo se mantuvo hasta febrero de 1848, año en que regresó a Madrid, volviendo a la situación de cuartel hasta que en octubre de 1849 recibió el nombramiento de secretario de la Dirección General de Infantería.
Desempeñando el anterior cometido, una pulmonía mal tratada y complicada con tifus y una afección pulmonar crónica le ocasionó la muerte, en unión de la de su compañero Dionisio Mondéjar, ayudante de campo del director general de Infantería, lo cual produjo un enfrentamiento en la prensa entre los médicos homeópatas que los habían tratado y los partidarios de la medicina tradicional, que habían diagnosticado una simple pulmonía mal curada.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. P-367.
El Heraldo (Madrid), 28 de enero de 1851; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
