Luján Miguel-Romero, Francisco de. Madrid, 4.VII.1795 – 12.VII.1867. Mariscal de campo, escritor, ingeniero de minas, senador vitalicio, diputado y ministro.
Ingresó como cadete, con la menor edad de todos los ingresados por seis días de diferencia, en el Colegio de Artillería de Segovia el 8 de julio de 1812, donde realizó sus estudios de forma sobresaliente, destacando por su afición a la química, geognosia y metalurgia. El 11 de febrero de 1815 fue habilitado como brigadier de cadetes y el 23 de diciembre del mismo año fue nombrado brigadier de la compañía de cadetes.
El 1 de enero de 1817 ascendió a subteniente de Artillería y el 27 de diciembre de ese mismo año, recibió el grado y el sueldo de teniente, en virtud del examen correspondiente. Fue destinado al 3.er Regimiento de Artillería, donde hizo el servicio de su clase y posteriormente fue nombrado 2.º ayudante del Regimiento.
Simultáneamente realizó las funciones de ayudante de profesor de la Academia de Cadetes del Cuerpo de Artillería.
El 3 de septiembre de 1822 fue ascendido a teniente de Artillería y nombrado ayudante del mayor general de Artillería del Ejército de Reserva de Andalucía, encontrándose en la defensa de la isla de San Fernando o Isla de León, en la bahía de Cádiz, durante el sitio marítimo a la que la pusieron los franceses, formando parte del denominado Ejército de Reserva de la Isla de León, al mando del general Gaspar de Vigodet.
El 16 de junio de 1823 comenzaron los preparativos para la defensa de la isla. La superioridad francesa era manifiesta en hombres y medios, por lo que tras la entrega de La Carraca, que era la segunda zona defensiva establecida, la resistencia se hizo imposible, estando Luján en la consecuente salida de la isla que realizó la guarnición el 16 de julio.
Por su talante liberal sufrió la depuración en los años 1826 a 1827 pertenecientes a la década absolutista 1823-1833, conocida como “década ominosa” por los liberales, al igual que fueron depurados otros oficiales del ejército que fueran sospechosos de liberalismo o hubieran colaborado con el gobierno del Trienio Liberal. Pasó entonces a vivir a Castuera (Badajoz) con licencia ilimitada, aprovechando este tiempo para completar su formación en minería y metalurgia.
Hasta 1836 prestó servicio ordinario desempeñando los cargos de 3.º, 2.º y 1.er ayudante en la fundición de bronces de Sevilla, donde había ingresado como alumno el 31 de diciembre de 1827, junto a su hermano, Pedro. El 8 de julio de 1830, ambos hermanos entregaron al director de la fundición una memoria y los planos correspondientes sobre un nuevo horno para fundir bronces y otro para aprovechar cobres para mejorar el rendimiento y calidad del producto de los instalados en Sevilla. Este proyecto sería aprobado por la Junta Superior Facultativa de Artillería el 28 de agosto de 1830 ordenando que se construyeran dichos hornos y se examinasen los productos consiguientes.
Colaboró en la conspiración de mayo de 1831, contra el Gobierno de Fernando VII, por lo que llegó a ser detenido. Antes del fallecimiento de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833, fue sancionado el Decreto de Amnistía anulando la aplicación de la impurificación de Francisco Luján.
Ascendió a capitán de Artillería el 9 de mayo de 1832 y fue nombrado para estudiar Química y Metalurgia en la plaza de Madrid y recorrer las fábricas y guarniciones de Europa a fin de estudiar los adelantos habidos en dichas materias, para su aplicación a los ejércitos.
El 21 de octubre de 1836 tomó posesión de su asiento en el Congreso de los Diputados como diputado electo por Badajoz, y se mantuvo como representante de su provincia hasta 1839. Era un orador de palabra fácil y defensor ardiente de los principios políticos del partido que representaba.
En 1837 fue destinado al ejército de operaciones del Norte, participando el 15 de marzo en la acción y toma de las líneas de Oriamendi (Guipúzcoa), en la denominada batalla de Oriamendi, mediante la que el ejército liberal trataba de poner fin a la guerra conquistando el cuartel real carlista. Los liberales, al mando del general Baldomero Fernández Espartero y del general británico Lacy Evans tomaron las alturas cercanas a la ciudad, con una dura oposición del ejército carlista. Éste recibió el refuerzo del infante Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza y sus tropas, procedentes de Hernán (Guipúzoa), mandadas por el general carlista Bruno Villarreal, y logró reconquistar Oriamendi, causando numerosas bajas a las unidades británicas de la legión de Lacy, lo que hizo que los intentos liberales acabaran en un tremendo fracaso.
Los liberales se retiraron entonces hacia Hernani, estando el capitán Luján en dicha retirada. Participó en las acciones y toma de Hernán y Urnieta (Guipúzcoa).
En esta acción, el capitán Luján mandaba la pieza que situó a tiro de brecha para batir la puerta de la plaza, para posteriormente realizar el asalto de las tropas de la división de Lacy Evans. Consiguió el objetivo a los primeros disparos, entrando en la población con la columna de asalto, servicio que prestó de forma voluntaria, al caer herido el teniente de Artillería Domingo Bengoa, que ocupaba aquella posición.
El 18 de mayo estuvo en la toma y rendición de Fuenterrabía (Guipúzcoa), que capituló casi sin resistencia, encargándose después de la Comandancia de Artillería de la plaza. Por Real Orden (RO) de 20 de mayo se dignó calificarle de acreedor a la gratitud de la patria por el acierto y comportamiento en la realización de su cometido en el ejército del Norte.
El 10 de agosto de 1837 pidió a las Cortes quedar rebajado de servicio, a la orden del director general de Artillería, para actuar con más libertad en su puesto como diputado.
El 2 de octubre de 1837 recibió el grado de comandante y allí permaneció de operaciones hasta que a primeros de septiembre fue nombrado oficial 1.º del Ministerio de la Gobernación.
En este puesto se encontraba cuando se produjo la defensa de Madrid contra los carlistas. Cerca de catorce mil soldados conducidos por el pretendiente don Carlos llegaron a las puertas de Madrid en los primeros días de septiembre, pero se retiraron de la capital de una forma extraña e inesperada, posiblemente por falta de artillería.
Durante los años 1838 y 1839 estuvo como profesor interino de Química en la Academia de Artillería. El 6 de abril de 1839 recibió el nombramiento de capitán de Artillería de la Guardia Real y el 19 de diciembre el grado de teniente coronel. En 1840 estuvo de operaciones formando parte del ejército de Cuenca, y el 10 de junio participó en los ataques contra los fuertes enemigos de Cañete y Beteta (Cuenca) y otros de la misma provincia, defendidos por fuerzas del general carlista Ramón Cabrera, que consideraba a la zona como el bastión carlista en la línea castellano- aragonesa, al mando del general Azpiroz.
El 3 de noviembre de 1840 fue nombrado oficial del Ministerio de la Guerra y secretario de la reina Isabel II. En el Ministerio decidió explicar unas lecciones de Geología, con orientación más moderna que la de su profesor, profesando un curso de diecinueve lecciones en la Sociedad de Instrucción Pública.
El 23 de junio de 1841 el ministro de la Gobernación le nombró para conferenciar con la empresa del Canal de Castilla sobre los problemas surgidos para llevar a término las obras contratadas. La reina Isabel II se dignó dar las gracias a Luján por su comportamiento en el desempeño de esta misión. El 20 de enero de 1841 recibió el grado de coronel, pasando en octubre de 1841 al Ministerio de Estado y el 31 de octubre de 1841 fue designado oficial 3.º en comisión del Ministerio de Estado, reservándole el derecho de volver al Cuerpo de Artillería cuando le conviniese.
El 22 de julio de 1842 el tutor de Su Majestad, Martín de los Heros, le encomendó la misión de dirigir la enseñanza científica de las personas reales, puesto al que renunciaría el 4 de febrero de 1843, decisión en la que influyó el cambio político. El 2 de octubre de 1842 entró a formar parte de la comisión encargada de redactar el proyecto de ley de imprenta por orden del regente del reino, Baldomero Fernández Espartero, y el 2 de diciembre, el ministro de Estado le designó para la comisión que debía estudiar las reclamaciones de los componentes de la legión inglesa sobre el señalamiento y abono de la compensación estipulada en el artículo 3 del convenio del 18 de mayo de 1840.
En 1843 participó en la comisión que tenía por objeto emitir un dictamen sobre una ley penal en consecuencia del tratado concluido el 28 de junio de 1835 con Su Majestad Británica para la abolición del tráfico de negros; y también en 1843 realizó un tratado de Mineralogía para la enseñanza de los cadetes de Artillería, que sirviera de texto en la Academia del Arma.
En 1847 fue académico fundador de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y el 19 de diciembre de este mismo año fue designado vocal y secretario de la comisión para el estudio de un proyecto de ley de ascensos militares, para su propuesta a las Cortes. El 15 de mayo de 1848 fue ascendido a brigadier de Infantería.
En 1849, el 26 de noviembre, se constituyó la primera comisión para la Carta Geológica de Madrid y General del Reino, fundada por Isabel II, en Madrid, que daría origen posteriormente al Instituto Geológico y Minero, encargada de la confección, primero del mapa geológico de Madrid y luego el de todo el reino, comisión que fue presidida por Francisco Luján, con una gratificación anual de 20.000 reales, a la que renunciaría el 5 de diciembre, debido a la difícil situación de la Hacienda Pública. Dicho Instituto Geológico y Minero de España se fundaría en Madrid por Real Decreto de 12 de julio de 1849, para fomentar el estudio y el desarrollo tecnológico de las ciencias de la tierra y Francisco Luján sería su director desde 1849 hasta 1853. Sus gestiones cerca de Isabel II y del ministro de Hacienda finalizaron con la inclusión en el presupuesto de 1850 con un crédito propio para el Instituto, cuya sede estaba ubicada en la calle Florín, n.º 2, junto a las Cortes.
También en 1849 formó parte de la comisión, ordenada por el ministro de la Gobernación Luis José Sartorius, conde de San Luis, encargada de informar sobre la viabilidad del proyecto presentado al Gobierno por el ingeniero alemán Hellerd sobre la explotación de terrenos acuíferos de la isla de Puerto Rico. Asimismo, formó parte de la comisión creada para redactar una ley sobre clases pasivas.
Volvió a salir designado diputado por Madrid en las siguientes legislaturas hasta 1850. Ese año de 1850 fue vocal de la junta clasificadora de los objetos presentados a la exposición pública de los productos de la industria. En 1851 realizó la triangulación de la provincia de Madrid y una campaña detenida de altimetrías de la misma. También fue designado consejero de Estado y de Instrucción Pública, siendo comisionado por el Gobierno de Madrid a la Exposición Universal de Londres.
En 1852 finalizó el mapa provincial de Madrid, que había de ser indispensable para que Casiano del Prado y Valle representase su carta temática. Ambos, Casiano y Luján, lograron que con sus trabajos sobre el tema se creara el 12 de enero de 1852 la Dirección General de la Carta Geográfica de España, en el Ministerio de Fomento, origen remoto del actual Instituto Geográfico Nacional. En el invierno de 1852-1853 cesó en su cargo de presidente de la Comisión para la Carta Geológica con motivo de su carrera política.
El año 1854 volvió a ser elegido diputado por Badajoz, hasta 1856. El 19 de julio de 1854 fue nombrado ministro de Fomento, Ministerio que había creado en 1851 Juan Bravo Murillo, para aglutinar todo lo relativo a las obras públicas, tomando posesión el 30 de julio, en el Gobierno de Baldomero Fernández Espartero.
Inició, durante su mandato, el estudio sistemático de las más importantes cuencas carboníferas conocidas habida cuenta de la necesidad de combustible para el progreso industrial.
Como conocedor de los problemas mineros, durante su ministerio constituyó una comisión para preparar un proyecto de Ley de Minas y el 8 de septiembre de 1854 presentó a las Cortes un proyecto de Ley de Sociedades Mineras. También participó en el desarrollo de los últimos planes y proyectos para la elaboración de una Ley de Ferrocarriles que determinaría el trazado ferroviario español, que desembocó en la aprobación, tras un largo debate parlamentario, de la que habría de ser la primera Ley de Ferrocarriles española, firmada por Francisco Luján y sancionada por Isabel II el 3 de junio de 1855.
El 20 de abril de 1855, también durante el ministerio de Luján, la reina Isabel II sancionó un proyecto de ley autorizando al Gobierno para plantear un sistema completo de líneas electro-telegráficas, mediante el cual se dio luz verde a la construcción de la Red Telegráfica Española, que hasta 1855 había dependido del Ministerio de la Gobernación, y que tenía que comunicar Madrid con todas las capitales de provincia y departamentos marítimos, así como con las fronteras de Francia y Portugal.
Durante su ministerio se trabajó en la Memoria sobre el Estado de las Obras públicas en España en 1856, de Cipriano Segundo Montesino, que constaba de dos grandes apartados. El primero se dividía en siete extensos capítulos dedicados a caminos ordinarios, ferrocarriles, aprovechamiento de aguas, puertos, faros, boyas y balizas, telégrafos y organización de las obras públicas. El segundo apartado estaba destinado a la inclusión de un total de noventa y cuatro apéndices en relación con el contenido del apartado anterior.
El 23 de abril de 1855 fue designado vocal de la Junta Consultiva de Ultramar, con destino en la Sección de Fomento de la misma. El 6 de junio de 1855, al no haber conseguido que se tuviesen en cuenta sus planes de industrialización, presentó la dimisión del cargo de ministro de Fomento. El 10 de octubre de ese año, dada su especialización minera, fue propuesto para encargarse de una cátedra en el Ateneo Científico y Literario de Madrid.
El 25 de enero de 1856 volvió a ser designado nuevamente ministro de Fomento, hasta que volvió a dimitir el 14 de julio. El 4 de noviembre fue nombrado vocal de la Comisión de Estadística y el 10 de marzo de 1857 consejero propietario del Banco de España.
En 1857, por Real Decreto de 17 de septiembre, fue nombrado vocal del jurado para calificar los objetos de la Exposición Agrícola realizada en Madrid y por Real Decreto de 20 de octubre de ese año fue nombrado miembro de la Real Academia Portuguesa.
El 30 de junio de 1858 comenzó el que se denominó gobierno largo de la Unión Liberal de O’Donnell, el más largo del siglo, y Francisco Luján siguió como consejero de Estado en la Sección de Gobernación y Fomento. La reina Isabel II, en virtud de la prerrogativa que le competía por los artículos 14 y 15 de la Constitución, y oído el Consejo de Ministros, nombró a Luján, exministro de Fomento, senador del reino, en la categoría de ministro de la Corona, el 14 de julio de 1858 en un decreto firmado por el ministro de la Gobernación José de Posada Herrera. El Senado lo declaró apto legalmente para el puesto el 10 de diciembre y el día 11 prestó juramento como senador.
El 8 de diciembre de 1858 fue nombrado vocal de la junta creada por RO para la edificación de un templo monumental en Madrid.
El 22 de febrero de 1859 fue nombrado vocal de la Junta presidida por Su Majestad que debía proponer los medios para llevar a efecto la exposición de 1863.
La Comisión de Estadística le encomendó, como especialista en temas geológicos, una reseña geológica de España, que sería publicada en el anuario editado en 1859.
El 12 de diciembre de 1860 fue nombrado presidente de la Comisión Permanente de Pesas y Medidas y el 7 de marzo de 1861 fue comisario regio del Observatorio Astronómico y vocal de la comisión permanente sobre la protección que debía darse a Narciso Monturiol por su submarino “ictineo”, que había visitado en la dársena y rada de Alicante.
Por su defensa de la necesidad de una buena cartografía básica, emprendida hacía años, fue designado el 21 de abril de 1861 director de operaciones geodésicas.
Durante los años 1860 y 1861 realizó un viaje científico a Asturias para trabajar sobre temas mineros y metalúrgicos.
El 1 de abril de 1862 fue designado vocal de la comisión que, en representación de la Junta de Estadística, había de pasar a Londres para tomar parte en las deliberaciones del Consejo Internacional de la Beneficencia, fijadas en aquella capital. Más tarde, el 6 de abril de 1862 sería designado presidente de la comisión de estudios de la Exposición de Londres.
El 16 de enero de 1863 fue encargado, por tercera vez, de la cartera de Fomento, como afecto a la Unión Liberal, cargo que ocupó escasamente dos meses, hasta el 2 de marzo, coincidiendo con la entrada en el Gobierno de Manuel Pando y Fernández-Pinedo, marqués de Miraflores. El 3 de marzo de 1863 fue designado consejero de Estado y presidente de la Sección de Gobernación y Fomento, cargos a los que renunciaría el 9 de enero de 1864.
El 30 de junio de 1863 ascendió a mariscal de campo.
El 15 de julio de 1865 fue confirmado como vocal de la Junta de Estadística y el 13 de septiembre de 1865 vocal del Plan General de Ferrocarriles. El 26 de septiembre sería nuevamente designado consejero de Estado, pero esta vez como presidente del Consejo, hasta el 14 de julio de 1866, en que renunciaría al cargo.
El 28 de octubre de 1865 sería nombrado miembro de la comisión regia para promover el concurso de España a la Exposición Universal de París de 1867, y el 12 de junio de 1866 fue nombrado vicepresidente de la Real Academia de Ciencias, cargo que desempeñaría hasta su fallecimiento.
Estaba en posesión de diversas condecoraciones militares entre las que son de destacar la Cruz sencilla de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y la Gran Cruz de la misma Orden, la Medalla de Irún, la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase y la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase.
También fue acreedor a diversas condecoraciones civiles, entre las que se señalan la de caballero de la Estrella Polar de Suecia, la Gran Cruz de la Orden del Cristo de Portugal, la Medalla de miembro del Jurado de la Exposición Internacional de Londres y la Medalla de 1.ª Clase de la Exposición Agrícola de 1858.
Perteneció a diversas entidades que quisieron contar con Luján entre sus miembros, entre las que se pueden nombrar la Sociedad Geológica de París (1834), la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid (1836), miembro fundador de número de la Academia de Ciencias Naturales (1847), socio del Instituto Industrial de España (1840), individuo de la Academia Alemano-Española de Madrid (1841), socio honorario de la Academia Económica Constantinense de Amigos del País (1842), miembro de la Sociedad Real de Anticuarios del Norte (Copenhague) (1844), miembro correspondiente de la Real Academia de Ciencias de Lisboa (1855), socio de mérito de la Sociedad de Amigos del País de Granada (1859), socio correspondiente de la Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz (1860), socio correspondiente de la Sociedad Económica de Oviedo (1861) y miembro correspondiente del Instituto Egipcio (1863).
Obras de ~: Itinerario de un viaje facultativo verificado en el continente y descripción de las fundiciones de Duay, Strasburgo, Tolosa, La Haya, Carlshue, Lieja y Sayner-Hute, t. I, Madrid, 1837; Itinerario de un viaje facultativo verificado en Inglaterra y descripción del trabajo metalúrgico del hierro, cobre, estaño y plomo, desde su extracción de las minas hasta su empleo en las artes; como también de la fundición de cañones de Woolvich, fabricación de pólvoras, etc., etc., t. II, Madrid, 1837; Sobre la fundición de metales, Madrid, 1841; Lecciones de Geología, Madrid, 1841; Tratado elemental de mineralogía destinado a la enseñanza de esta ciencia en la Escuela de Artillería, Sevilla, 1845, 2 ts.; Estudios y observaciones relativas a terrenos que comprenden parte de la provincia de Badajoz y de las de Sevilla, Toledo y Ciudad Real, Madrid, 1850; Reseña geográfica, geológica y agrícola de España, compartida con Francisco Coello de Portugal y Quesada y Agustín Pascual, Madrid, 1859; Viaje científico a Asturias y descripción de las fábricas de Trubia, de fusiles de Oviedo, de zinc de Arnao y de hierro de Vega de Langreo, Madrid, 1861.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Hoja de servicios.
VV. AA., Memoria sobre el estado de las Obras Públicas en España en 1856, Madrid, Centro de Publicaciones, Secretaría General Técnica del Ministerio de Fomento, 2001 (ed. facs. del original impreso en Madrid por la Imprenta Nacional, 1856); A. Carrasco y Sayz, Iconografía del generalato español, Madrid, 1901; VV. AA., Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981; Boletín Geológico y Minero, n.º 6, Juan Manuel López de Azcona, Madrid, 1984; F. Ruiz Cortés y F. Sánchez Cobos, Diccionario biográfico de personajes históricos del siglo xix, Madrid, Rubiños-1860, 1998.
Carlos Riñón Aguilar