González, José. Totana (Murcia), 9.VII.1704 – Valladolid, 19.III.1762. Sacerdote y misionero en Filipinas.
Se desconocen las causas y las fechas de su viaje a Filipinas, pero lo cierto es que ingresó en el convento de Manila de la provincia agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, donde hizo su profesión religiosa siendo muy joven, el 9 de septiembre de 1724. En San Pablo cursó la carrera eclesiástica y accedió al sacerdocio. En estos años de estudiante debió de dar pruebas sobresalientes de su talento, ya que fue seleccionado entre los condiscípulos para defender, bajo la presidencia del provincial Remigio Hernández, las obras del padre Manso, en un acto mayor de Filosofía que se celebró.
Tres años después de su profesión fue destinado a la Pampanga, provincia en la que estaban enclavadas las misiones de los isinays e ituys, en las que tanta fama habían conseguido los doctrineros Alzaga, Isasigana y Cacho. En las Conquistas Espirituales de este último, publicadas por Carlos Villoria (1997), se relatan muchos de los trabajos de José González por conseguir la evangelización de aquellas tribus salvajes, reuniéndolas en agrupaciones para formar pueblos, abrir caminos para el comercio y la más fácil comunicación de los misioneros, levantar edificios religiosos, construir defensas y dar formación militar a los indígenas para su defensa y llevarlas a tal estado de florecimiento, que poco antes de salir para España, en 1740, pudieron ofrecer muchos de estos pueblos de indígenas, completamente evangelizados y urbanizados, a los padres dominicos. En los documentos que se publicaron sobre esta cesión figura José González como uno de los principales agentes de la hispanización de esta zona. Llegó el 16 de julio de 1727, en que se le manda como misionero a la misión de Buhay, en 1728 se le encomienda el pueblo de Dupas y en 1735 es nombrado prior de Buhay. Puso un especial empeño en entablar relaciones con los dominicos que misionaban en la provincia de Cagayán para hacer más fácil la reducción de los nativos que habitaban aquellos montes. Son de destacar los frutos espirituales logrados por José González en los catorce años de misionero en las selvas de Paniqui y, sobre todo, en Buhay, centro principal de sus operaciones evangelizadoras. Fundó con Diego Noguerol y Alejandro Cacho los pueblos de Duliao, o Santo Tomás Apóstol, Enran o San Roque y Guinayompongan o San Joaquín. También fundó, en 1737, Mayon y Diangan o San Joaquín y, en 1739, Bayongbong o San Agustín.
Regresó a España en 1740 con el nombramiento de segundo comisario en la Corte de Madrid para que, en unión de Miguel Vivas, pudieran llevar a cabo la fundación proyectada del colegio-seminario de Valladolid, llenando, de esta forma, las esperanzas de la provincia de crear en España un colegio que surtiera a Filipinas del personal necesario para el sostenimiento y continuación de los trabajos apostólicos que se estaban realizando en las islas. José González apareció en Madrid en 1741. Dos años más tarde, con el nombramiento de rector, salía para la ciudad del Pisuerga donde, en una casa provisional y mientras se levantaba el colegio, estableció el noviciado. Promovió la construcción y diseño del actual colegio-seminario bajo la dirección de Ventura Rodríguez. Estuvo al frente de la comunidad de Valladolid hasta el año 1760 en que, sintiéndose enfermo y achacoso, se dedicó de lleno a la vida del espíritu. Murió el 19 de marzo de 1762.
Obras de ~: Arte, Vocabulario y Catecismos, en dialecto italón, 1732 (inéd.); Carta acerca de la misión de Buhay (inéd.).
Bibl.: G. de Santiago Vela, Ensayo. De una biblioteca iberoamericana de la Orden de San Agustín, vol. III, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1917; M. Merino, Misioneros Agustinos en el Extremo Oriente 1585-1780, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1954; C. Villoria Prieto, Un Berciano en Filipinas, Alejandro Cacho de Villegas, León, Universidad, 1997.
Carlos Villoria Prieto