Jiménez Arenas, César. Marqués de Arenas (I). Ávila, 14.I.1877 – 20.III.1967. Banquero y político.
Su trayectoria es ejemplo del ascenso de la burguesía de negocios abulense. Hijo de Pedro María Jiménez Bernaldo de Quirós, natural de San Bartolomé de Pinares (Ávila) y comerciante en Ávila, y de Teresa Arenas Fontela, natural de Zaragoza. Tras la muerte de su padre, pasó con su primo Isidoro López Jiménez —padre del filósofo José Luis López Aranguren— al cuidado de su tío Bonifacio Jiménez, importante comerciante.
César tuvo que dejar los estudios tras salir del instituto para ponerse al frente del negocio familiar.
Con su tío y su primo, constituyó en enero de 1900 la Sociedad Sucesores de A. Jiménez, casa de banca que incluía la Compañía Arrendataria de Tabacos, una imprenta y una panificadora. César y su primo, que tenían banca en Ávila, Arévalo y Toledo, contribuyeron a fundar el Banco Central, que absorbió su banca A. Jiménez. César poseía setenta y dos fincas rústicas y urbanas en Ávila, Padiernos y Aldeavieja, por lo que figura entre el cinco y veintisiete mayor contribuyente entre 1914 y 1923. Participó en la constitución de la Cámara de Comercio de Ávila en 1901, con veinticuatro años fue su secretario entre 1901 y 1908, su presidente hasta 1913 y luego presidente honorario. El Diario de Ávila le tildó de coloso de las finanzas abulenses a finales de mayo de 1908.
Fue consejero delegado y fundador de la Compañía Hispano-Americana de Electricidad, propietaria de grandes instalaciones en Argentina, Chile y Uruguay, de la Compañía Gas Madrid, de la Electra Hispano- Marroquí, que fomentó los intereses españoles en Tánger, de la Cooperativa El Hogar Español, de otras varias de crédito e industria de menor importancia y presidió el Banco de Ávila en 1926.
Figuraba entre lo más granado de la sociedad abulense.
Fue socio fundador del Casino Abulense en 1897, presidió y fue vocal de varias asociaciones benéficas.
Se casó con María Benito Domínguez, hija del senador Isidro Benito Lapeña. Sus hijas Teresa y Natividad emparentaron con los Aboín y los Silvela, y sus nietos con los Silvela y los Alcázar, familias propietarias y políticas abulenses de la Restauración.
También César Jiménez rubricó su trayectoria con la política. Era conservador, igual que su suegro en su última etapa, y Salvador Canals le introdujo en el círculo más íntimo de Maura. Comenzó como concejal en el Ayuntamiento abulense (1906), alcalde entre julio y noviembre de 1909 y vocal del Consejo Provincial de Fomento (1911). Fue elegido senador por Ávila en las legislaturas de 1914-1915, 1918-1919, 1919-1920, 1921-1922 y 1923. Ha pertenecido a la permanente de presupuestos sin interrupción desde su ingreso en el Senado; secretario de varias secciones y miembro de más de una treintena de comisiones, entre ellas las permanentes de Hacienda y de Guerra, de proyectos de ley y ruegos, algunos para defensa de los intereses abulenses, como la creación de la Escuela Nacional de Maestros, el ferrocarril Ávila-Peñaranda, el abastecimiento de agua potable a Ávila y pidió auxilio para los pueblos abulenses afectados por las heladas. Su trayectoria le valió las condecoraciones de caballero de la Orden de Isabel la Católica en septiembre de 1922; mayordomo de semana en febrero de 1923 por intercesión del ministro de Fomento Rafael Gasset, como descubre su correspondencia con el marqués de la Torrecilla, jefe superior de Palacio, y en abril de 1924 recibió el título de marqués de Arenas por construir una planta del Hospital de la Cruz Roja de Madrid.
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado (Madrid), exps. personales, HIS-0234-01.
P. Carasa Soto (dir.), Elites políticas castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876-1923), vol. I, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1997, págs. 335-336; E. Cabezas Ávila, Los de siempre. Poder, familia y ciudad (Ávila, 1875-1923), Madrid, Centro de Investigación Sociológica, 2000, págs. XXXIII, 111-113 y 232; P. Calvo Caballero, Asociacionismo y cultura patronales en Castilla y León durante la Restauración, 1876-1923, Salamanca, Junta de Castilla y León, 2003, pág. 403.
Pilar Calvo Caballero