Semprún y Gurrea, José María de. Madrid, 5.VIII.1893 – Roma (Italia), 12.VII.1966. Abogado, político y diplomático republicano, escritor.
Terminada la licenciatura en Derecho en la Universidad de Madrid, ejerce la abogacía asociado con Miguel Maura en el bufete de Antonio Maura. Contrae matrimonio con la hija menor del ilustre político conservador, Susana Maura Gamazo. Nacieron siete hijos, entre ellos el escritor y político Jorge Semprún. En 1934 casó en segundas nupcias con Annette Litschi, de origen suizo.
Su actividad política comienza en los años finales de la Dictadura de Primo de Rivera. Católico y conservador, se inclina decididamente por la solución republicana, en escritos de prensa y conferencias. Figura en la agrupación de intelectuales “Al servicio de la República”. Con la proclamación de la II República ejerce por unos meses en 1931 como gobernador civil en Toledo y en Santander.
Desde la juventud había sentido una vocación literaria que se tradujo en la publicación de varios poemarios. En 1933 obtiene el grado de doctor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid y ejerce como “Profesor Ayudante de Clases Prácticas” de las asignaturas de Derecho Mercantil y Filosofía del Derecho. Participa activamente en los círculos y tertulias político-literarias de Madrid con múltiples colaboraciones en la prensa. Así, forma parte del equipo fundador de la revista Cruz y Raya nacida en 1933. Comparte los ideales del movimiento cristiano, el personalismo, fundado en Francia por Emmanuel Mounier, de cuyo órgano de prensa, la revista mensual Esprit, es corresponsal en España y colaborador. También es nombrado miembro de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid.
Semprún y Gurrea trató de hacer compatibles sus personales convicciones católicas con sus principios políticos republicanos. Si bien no dudó en criticar públicamente determinados aspectos de la política republicana sobre la religión y la Iglesia católicas, los ataques a personas y bienes eclesiásticos por grupos políticos extremistas, ello fue óbice para prestar su apoyo desde el principio de la Guerra Civil al gobierno republicano en su legítima defensa armada contra la insurrección militar facciosa. Incondicionalmente se puso al servicio del gobierno, primero desde el norte de España, donde le sorprendió el 18 de julio de 1936, y después desde Francia, donde buscó refugio con toda su familia a partir de septiembre. Por esos meses redactó un artículo para la revista de los personalistas, luego publicado en otras lenguas, –“La question de l’Espagne inconnue”– en el que defendía la causa justa de la República en la guerra española, rechazaba la denominación de Cruzada dispensada por los obispos españoles a la lucha del bando rebelde y negaba las acusaciones difundidas en medios católicos europeos que calificaban de anticatólico y perseguidor de la Iglesia al gobierno republicano. Ahí estaban él y muchos más para desmentirlo. Con ello contribuyó a formar la opinión de la revista Esprit y de buena parte del catolicismo francés en torno a la Guerra Civil. En la práctica, esta labor clarificadora constituiría uno de sus máximos objetivos al servicio de la República, concretamente como Encargado de Negocios en representación del gobierno republicano en la Legación Española en La Haya, misión que desempeñó desde diciembre de 1936 hasta febrero de 1939, un mes antes de la derrota de la República.
Fiel a esas mismas convicciones republicanas hasta el final de sus días, comenzó su exilio en París, dedicado a la enseñanza privada sin abandonar la actividad política con su apoyo a la Resistencia y su colaboración con el exilio español radicado en París. En 1946 fija su residencia en Roma, donde enseña en la universidad y desempeña una gran actividad intelectual y política con artículos, libros y conferencias, en especial en la revista Ibérica, editada por Victoria Kent en Nueva York. Vendría a representar una «Tercera España», una corriente no adscrita por entero a los dos bandos surgidos en la guerra y perpetuados durante muchos años en el exilio y en la España franquista. Miembro de sucesivos gobiernos de la República en el exilio, en sus últimos años ostentaba la representación ante el gobierno de Italia y el Estado Vaticano como Ministro Delegado y plenipotenciario diplomático oficioso.
Su despedida final, sin presencia de ninguna autoridad oficial franquista, expresamente rechazada por Semprún y Gurrea, convocó a numerosos intelectuales y políticos republicanos españoles, así como europeos, de Francia e Italia especialmente.
Obras de ~: Versos Madrid, [Alberto Fontana], 1928 (2.ª ed.); Asonancias, Consonancias, Madrid, [Tip. Católica], 1930; República, libertad, estatismo, Madrid, Galo Sáez, 1931; Sentido funcional del Derecho de Propiedad, como caso concreto del que corresponde todo derecho: con un ensayo de representación matemática, tesis doctoral, Madrid, [Imp. Luz y Vida], 1933; “La guerre civile en Espagne ou l’organization du mensonge”, en Esprit, mayo de 1936; A catholic looks at Spain, London, The Labour Publications Department, 1937; España en la encrucijada, New York, Ibérica, 1956; España, llamada a ser una república, New York, Ibérica, 1956; Una república para España, New York, Ibérica, 1961.
Fuentes y bibl.: Fundación Universitaria Española (FUE), fondo República Española en el exilio y fondo París (sobre su actividad al servicio del Gobierno republicano en el exilio y sobre su fallecimiento y despedida final en Roma).
C. Semprún Maura, El año que viene en Madrid, Madrid, Monte Ávila, 1978; X. Iturralde, “José María de Semprún Gurrea, católico y republicano”, en Études sur l’ouvre de José María de Semprún Gurrea, Jorge Semprún et Carlos Semprún Maura, J. Céspedes y X. Iturralde (eds.), Regards, nº 18, Presses Universitaires de l’Université Paris Ouest, Nanterre La Défense, 2013, págs. 9-23.
Felipe Nieto
