Chávarri de la Herrera, Romualdo. Carranza (Vizcaya), 14.IV.1819 – Madrid, 12.XI.1899. Indiano y benefactor.
Natural del pueblo de Biáñez (Carranza), era hijo de Francisco Chávarri Allende, un arriero dedicado al traslado de mercancías de Laredo a Madrid, actividad con la que consiguió prosperar, de manera que algunos de sus vástagos, incluido el aquí biografiado, recibieron instrucción en la capital de España. Varios miembros de la familia se habían instalado en Puerto Rico, circunstancia que debió de influir en la decisión de Chávarri de trasladarse a esa isla caribeña en 1842, pese a que su posición económica era bastante más holgada de lo habitual entre los españoles que emigraron a América a lo largo del siglo xix. En principio trabajó como dependiente de mercería en la tienda de Manuel Hernáiz del Corte, otro carranzano establecido en la capital de la antigua colonia. Con el tiempo se convirtió en socio de este negocio y, por último, en único propietario; atesoró una gran fortuna con actividades en el comercio de textiles. Regresó de forma definitiva a Europa en 1874 y se estableció en Madrid, donde incrementó notablemente su ya importante patrimonio, gracias a inversiones bursátiles e inmobiliarias.
De acuerdo con una actitud muy extendida entre los indianos, Chávarri patrocinó importantes obras en su pueblo natal: construcción de una nueva iglesia parroquial, cementerio, escuelas, lavadero, fuente pública, abrevadero, traída de aguas y carretera, todas ellas proyectadas por el ingeniero Urbano Peña Chávarri (1852-1941), sobrino del benefactor. Otras donaciones favorecieron el bien común del municipio; éste fue el caso de su decidida intervención para que el ferrocarril Santander-Bilbao pasara por Carranza, para lo que aportó diez millones de pesetas, cantidad ciertamente astronómica a finales de la centuria decimonónica. Esta circunstancia fue determinante para que el trazado previsto en primera instancia fuera modificado y, finalmente, la vía férrea atravesara la localidad, hecho de incalculable trascendencia para el devenir de la misma.
Chávarri falleció soltero en Madrid. Sus restos mortales fueron trasladados al panteón que había erigido en su lugar de nacimiento, donde en 1902 se inauguraron dos monumentos conmemorativos con su figura.
El pedestal de estas obras, firmadas por el escultor Josep Montserrat, está decorado con una prolija simbología masónica, referencia explícita a la condición de masón de Romualdo Chávarri.
Bibl.: M. López Gil, Valle de Carranza, Bilbao, Manuel López Gil, 1975, págs. 131-133; M. Paliza Monduate, “Los indianos y las bellas artes. El caso del valle de Carranza (Vizcaya): escultura y pintura (siglos xix y xx)”, en Arte e identidades culturales. Actas del XII Congreso Nacional del Comité Español de Historia del Arte (CEHA), Oviedo, Universidad de Oviedo-Departamento de Historia del Arte y Musicología, 1998, págs. 311-325; B. Sonesson, La emigración de Carranza a Puerto Rico en el siglo xix (Mercadeo y capital indiano), Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Ayuntamiento de Carranza, 2003; M. Paliza Monduate, Guía de la arquitectura indiana en Carranza y Lanestosa, Bilbao, Diputación Foral de Vizcaya, Ayuntamiento de Carranza-Ayuntamiento de Lanestosa, 2004.
Maite Paliza Monduate
