Ayuda

Domingo Olleta Mombiela

Biografía

Olleta Mombiela, Domingo. Zaragoza, 20.XII.1819 – 21.IV.1895. Maestro de capilla, organista, violinista, contrabajista y profesor.

Su formación musical se inició en 1827 al ingresar en calidad de niño de coro en la Catedral Metropolitana de Zaragoza, donde recibió lecciones de Solfeo y Composición, desde 1827 hasta 1835, del entonces maestro de capilla de la Seo, Pedro León Gil, quien en 1835 recomendó a Olleta para las plazas de violinista primero o segundo, pues “se halla con la instrucción necesaria para el desempeño de cualquiera de ellas”. Al poco tiempo fue nombrado suplente en el cargo de violinista segundo de la Seo. Asimismo, desempeñó el cargo de violín concertino en el Teatro Principal de Zaragoza. En opinión de Antonio Lozano, “allí [...] adquirió Olleta el manejo de la orquesta y aprendió, por sí solo, a dar forma y ropaje gallardos a las ideas que bullían en su cerebro, revistiéndolas de aquellas condiciones que distinguen el verdadero clasicismo religioso”.

Por otra parte, y según afirmó Hilarión Eslava en 1869, “en 26 de noviembre [de 1835] obtuvo la plaza de primer violín de aquella catedral”. También se conoce su faceta como contrabajista, pues en las actas capitulares de 1840 de la Seo se dice que se propuso al maestro Pedro León Gil, “que en las Dominicas de Adviento y Cuaresma acompañase en las misas mayores el contrabajo al bajo”, como se hacía en el Pilar, a lo cual Gil respondió que no era costumbre en la Seo, ante lo cual “lo proponía en consideración del Cabildo por no haber más que un bajón, y estar obligado Domingo Olleta al desempeño del contrabajo”. Así, se acordó “que el referido maestro disponga el acompañamiento del contrabajo en el modo y la forma que se practica en el Pilar”.

Antonio Ezquerro ha demostrado la continua relación de Olleta con la Catedral del Salvador, trayendo a colación la noticia de la vacante del magisterio de capilla de la Seo, por lo que el 5 de abril de 1848 se acordó “que no se provea por ahora el magisterio de capilla de la Seo [...] y que se encargue del cuidado e instrucción de los infantes el copiante del Pilar don Vicente Castillo, pudiendo encargarse don Domingo Olleta o don Francisco Anel de las lecciones de composición, si alguno de los niños estuviese en el caso de necesitadas”. En 1848 dio a conocer su Misa de requiem durante los funerales celebrados con motivo del fallecimiento en Zaragoza del filósofo Jaime Balmes. Tres años después obtuvo por oposición la plaza de beneficiado organista de la iglesia parroquial de San Felipe y Santiago de Zaragoza y en 1852 fue nombrado por el arzobispo de Zaragoza catedrático de Cantollano del Seminario Conciliar. Se ordenó sacerdote en 1853. En 1858 se convocaron oposiciones al magisterio de capilla de la Seo y Domingo Olleta tomó parte en ellas, las cuales tuvieron lugar el 19 de julio de 1858 y que dieron como resultado una clara victoria del compositor zaragozano. El magisterio de la Seo lo desempeñó ininterrumpidamente hasta su muerte en 1895.

Por lo que se refiere a su producción musical, se desarrolló entre 1841 y 1861, año en que sufrió un ataque de hemiplejía que le afectó al habla, impidiéndole continuar su labor compositiva, a pesar de lo cual continuó enseñando Música a los infantes y dirigiendo algunos conciertos en Zaragoza. Entre su obra, destacan composiciones como la Gran sinfonía en Sol, a gran orquesta, interpretada el 30 de abril de 1885 por la Sociedad de Conciertos de Zaragoza, o bien el Oficio y misa de difuntos, estrenada en 1889 con motivo de las exequias del marqués de Santa Cruz. Entre las distinciones obtenidas, cabe destacar la de pertenecer a la Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza (1885), la Sociedad Económica de Amigos del País de Zaragoza (1886) o el nombramiento como profesor honorario de la Escuela de Música de Zaragoza.

Ezquerro refiere que en su calidad de pedagogo, “llegó a crear escuela”, siendo numerosos los discípulos suyos que después alcanzaron renombre, como, entre otros muchos, Benigno Cariñena (maestro de capilla dimisionario del Pilar), Bernardino Valle (director de la Filarmónica de Las Palmas), Alejo Cuartero (maestro de capilla de la Catedral de Huesca y organista de la Seo), Pascual Fañanás (profesor del Conservatorio Nacional de Música) y Ángel Chueca y Aznar (organista de Teruel y de la Catedral Primada de Toledo).

J. Ricart Matas señaló que Olleta “hízose muy popular por la gran campaña en favor de la música sagrada que organizó”. Por su parte, en su obra Celebridades musicales, F. Pedrell y F. Viada afirmaron que Olleta se habría propuesto como objetivo “la de contener con todas sus fuerzas la visible decadencia de la música religiosa y levantar, con sus obras, un dique a la invasión [...] de la música teatral amanerada de los italianos en los templos católicos”; en otro fragmento los mismos autores dicen que poseía una “inagotable vena melódica, consumado talento de armonista, ardiente fantasía, clara inteligencia y exquisita sensibilidad al par que una elevada idea del arte que cultivaba”. En el diccionario de A. Albert Torrellas se cita que “el Mtro. Olleta se impuso como un deber realzar la música religiosa, lo que le hizo objeto de las mayores simpatías”.

En cuanto a su estilo, Ezquerro destaca que Olleta “hizo alguna tentativa en la música profana componiendo una sinfonía, varias tandas de valses y algunas piezas para piano. Muy preparado técnicamente, poseía un gran conocimiento del canto gregoriano, de los polifonistas clásicos del siglo xvi (cuya música contribuyó a recuperar, haciendo, por ejemplo, copiar en la Seo un cantoral con la salmodia completa de Melchor Robledo), así como de los clásicos vieneses y los autores de ópera italianos. Era partidario de utilizar los modernos recursos de instrumentación e inusuales combinaciones contrapuntísticas, frente a las rígidas reglas armónico-compositivas habituales en su época en otras catedrales españolas, marcadas por la influencia de la obra teórica de autores como Reycha”.

El prestigio que Olleta gozó en vida queda demostrado por las afirmaciones de las principales personalidades musicales de la España de su tiempo, como es el caso de Baltasar Saldoni, quien lo calificó como “uno de los maestros más acreditados de nuestras catedrales”. Hilarión Eslava (1869) dijo de él que era “uno de los más reputados maestros de nuestras catedrales; y como es joven y laborioso, es de esperar que haga importantes servicios al arte músico religioso de España, sobre los que hasta ahora ha presentado”. Antonio Lozano escribió que “descartando algunas de sus composiciones hechas al influjo de los procedimientos en boga por entonces, todas las demás ofrecen pensamientos de original factura, y muchas acreditan su valer indiscutible”; en otro momento, dicho autor afirmó que se trata del “único maestro aragonés, después de Cuéllar, que ha sabido crearse estilo propio, y que, a la profundidad de conocimientos técnicos, ha sabido agregar las manifestaciones de un genio verdaderamente privilegiado”. Asimismo, Felipe Pedrell señala que “han sido catalogadas 43 obras de este maestro, la mayoría de ellas de carácter religioso. Las más notables son las Misas en Si bemol y en Do (Valeriana) y dos misereres”.

 

Obras de ~: Música vocal. Misas: Misa de Gloria “la Grande”, op. 2, 1842; Gradual para Santa Cecilia, op. 7, 1843; Gran misa de réquiem, op. 10, 1846; Gran Misa en Do Valeriana, op. 39, 1860. Oficios: Lección 2.ª del oficio de difuntos, op. 15, 1847; Lección 1 del oficio de difuntos, op. 16, 1848; Lección 3.ª del oficio de difuntos, op. 17, 1848; Invitatorio del oficio de difuntos, sobre el canto llano, op. 28, 1855. Antífonas: Accesit ad Jesum; Dic ut sedeant; Salve Regina, 1848; Sicut lilium; Tota pulcra. Cánticos: Cánticos al Sagrado Corazón de Jesús; Corazón Santo tú reinarás, op. 31, 1857. Gozos: Gozos a San José, op. 1, 1841; Gozos a Sta. M.ª Magdalena, op. 14, 1847; Gozos a San Gil Abad, op. 24, 1851; Gozos a San Francisco Javier, op. 25, 1852; Gozos a San Nicolás de Bari, op. 35, 1858; A Ignacio glorificado; Pues sois de nuestro consuelo. Graduales: Alleluia/Dulce lignum dulces clavos; Alleluia/Felix est sacra Virgo Maria; Alleluia/Laetatus sum; Alleluia/Multifarie olim Deus; Alleluia/Posuisti Domine, 1859; Alleluia/Tu es sacerdos; Gradual para Santo Dominguito de Val, op. 37, 1859; Gradual para San Valero, op. 40, 1860. Himnos: Jesu salus; O cor amoris victima; Regis superni nuntia; Te Deum, op. 41, 1860; TibiChristi splendor. Letanías: Letanía de Nuestra Señora, op. 18, 1848; Letanía, op. 22, 1851; Letanía, op. 36, 1859; Letanías de la Santísima Virgen; Letrillas a la Virgen: De místicas flores, op. 13, 1847; Quisiera Virgen María, op. 42, 1860. Motetes: Adjuva nos; Aeterna rex altissima; Alleluia/Corona rubens Jesu Nazareni; Christus factus est; O vos omnes. Salmos: Salmos de visperas, op. 3, 1842; Miserere, op. 8, 1844; Mirabilia testimonia tua, 1847; Principes persecuti sunt, 1847; Salmo del oficio de difuntos. Domine, ne in furore tuo, op. 29, 1856; Miserere, op. 43, 1861; Lauda anima mea Dominum; Omnes gentes plaudite manibus. Salves: Salve Regina, op. 19, 1848; Salve Regina, op. 26, 1853; Salve Regina, op. 30, 1857; Salve Regina, 1869.

Otras: Libera me, op. 9, 1845; Libera me, op. 11, 1846; Requiescant in pace, op. 20, 1848; Dolores de María Santísima. Suplicas reina gloriosa, op. 21, 1851; Décima a María Santísima o Plegaria a la Purísima Concepción Bendita sea tu pureza, op.

27, 1853; Ejercicios de oposiciones, op. 33-34, 1858; Rosario, op. 38, 1859.

Música instrumental: Orquesta: Sinfonía, op. 4, 1842. Ó rgano: Juegos de versos por los ocho tonos del canto llano, op. 32, 1857. Piano: Dos tandas de valses, op. 5 y 6; Romanza fantástica.

La tristeza, op. 24, 1852.

 

Bibl.: H. Eslava, “Salve Regina a 5 voces, órgano y contrabajo de Domingo Olleta” (partitura) y “Breves apuntes biográficos”, en Lira Sacro Hispana. Siglo xix, t. II, serie 2.ª, Madrid, 1869; A. Lozano González, La música popular, religiosa y dramática en Zaragoza desde el siglo xvi hasta nuestros días, Zaragoza, Tipografía de Julián Sanz y Navarro, 1891; J. M. Esperanza y Sola, Treinta años de crítica musical, vol. II, Madrid, Est. Tipográfica de la Viuda e Hijos de M. Tello, 1906; A. Herrera Cerdá Barrio y Olleta, Don Domingo Olleta y Mombiela, maestro de capilla de la santa iglesia catedral de la Seo de Zaragoza, 1819-1858-1895. Compilación de apuntes biográficos, documentos personales, juicios críticos, para el estudio de la vida y obras de este gran compositor de música religiosa del siglo xix, Zaragoza, Tipografía Emilio Casañal, 1911; A. Araiz, Historia de la música religiosa en España, Barcelona, Labor, 1942; J. Subirá y A. Cherbuliez, Musikgeschichte von Spanien, Portugal, Lateinamerika, Zúrich, 1957; VV. AA., Monografía de Hilarión Eslava, Pamplona, Aranzadi, 1978; J. I. Carreras López, “Olleta y Mombiela, Domingo de”, en VV. AA., Gran enciclopedia aragonesa, Zaragoza, Unali, 1984; F. Pedrell, Documentos inéditos para su Diccionario (ms. Biblioteca de Catalunya, sign. B.C.M. 942); A. Ezquerro, “Olleta, Domingo”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, t. VIII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2001.

 

Paulino Capdepón Verdú

 

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares