Rodríguez, Andrés. Santiago de Compostela (La Coruña), 1819 – Madrid, 1881 post. Escultor.
Si bien se ignora su segundo apellido, se sabe que nació en Santiago de Compostela en 1819 y que se formó en Madrid, en la escuela de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Después de haber participado en el concurso que convocaba la Academia, recibió una pensión para completar su formación escultórica en Roma, que se hizo efectiva en virtud de una Real Orden del 2 de mayo de 1848, ya que, a juzgar por sus profesores y examinadores, merecía ser incluido en la propuesta que se elevó al Gobierno por sus excelentes ejercicios de oposición.
Residió en Roma durante tres años y remitió a Madrid los trabajos reglamentarios de los pensionados que debían figurar en las exposiciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de entre los cuales se deben citar una estatua de Diomedes, que figuró en la exposición de 1851, y un relieve de escayola que representa a Electra entregándole a Orestes las cenizas de su padre, que estuvo en la exposición de 1852 y se conserva, actualmente, en el Museo de la Academia de San Fernando. A su estancia en Italia corresponde también un excelente mármol blanco que representa una alegoría de la Felicidad, inspirada en modelos fidiacos, que ha sido, en ocasiones, confundida con una imagen de la Fecundidad. Firmada y fechada en su pedestal —en Roma, en 1855—, fue adquirida por el Estado con destino al Museo Nacional y depositada, por el Museo del Prado, desde 1873, en la Real Academia de la Historia, en cuyo zaguán de entrada puede verse.
Andrés Rodríguez es autor de algunas obras muy señaladas, como una estatua de yeso que representa a Licurgo presentando sus leyes a los griegos, que figuró en la Exposición Universal de París de 1855 y en la Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1856 y que fue premiada en Madrid con medalla de oro de primera clase y adquirida por el Gobierno con destino al Museo Nacional de la Trinidad y depositada en la Universidad Central desde 1863.
También se presentaron varios Bustos en las exposiciones de 1856 y 1860. Entre otros, esculpió el retrato del naturalista José Quer y Martínez, que se conserva en el Jardín Botánico de Madrid, y una alegoría de la Agricultura, que figuró en el depósito de aguas de Lozoya con motivo de la inauguración del Canal de Isabel II.
Andrés Rodríguez trabajó en las obras escultóricas del Congreso de los Diputados, bajo la dirección de José Pagniucci y Zumel, que era el responsable de los programas iconográficos. Entre otras obras, Rodríguez esculpió la estatua que representa a Fernando el Católico de cuerpo entero y de algo más que el tamaño natural, en mármol blanco de Carrara, que preside el testero del Salón de Sesiones y forma pareja con la estatua de Isabel la Católica, que es obra de Pagniucci.
La Muerte de Arquímedes figuró en la exposición de Madrid de 1871, un busto de la reina Isabel la Católica, de tamaño del natural, en la de 1876, y una estatua que representaba a Homero ciego en la exposición de 1881.
Se sabe que participó en algunas exposiciones provinciales, como la que se hizo en Santiago de Compostela en 1875, a la que envió un Diomedes huyendo de Troya y tres bustos de yeso.
Se conocen también de Andrés Rodríguez varias esculturas religiosas, como un San Raimundo para un convento de Madrid y un Jesucristo en el Sepulcro para el monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Se ignora la fecha exacta en que murió, que hubo de ser posterior a 1881, pues ese año se fecha su Homero ciego.
Obras de ~: Diomedes, 1851; Electra entregándole a Orestes las cenizas de su padre, 1852; Licurgo presentando sus leyes, 1855; Alegoría de la Felicidad, 1855; Muerte de Arquímedes, 1871; Doña Isabel, 1876; Homero ciego, 1881; José Quer y Martínez, s. f.; Alegoría de la Agricultura, s. f.; Fernando el Católico, s. f.; Diomedes huyendo de Troya, s. f.; San Raimundo, s. f.; Jesucristo en el Sepulcro, s. f.
Bibl: M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Moreno y Rojas, 1883-1884 (ed. facs., Madrid, Giner, 1975, págs. 586-587); B. de Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980, pág. 470; L. Azcue Brea, La escultura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1994, págs. 39 y 427; M. Almagro Gorbea (dir. y ed.), El Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia: ciclo de conferencias pronunciadas en la Real Academia de la Historia del 3 al 17 de mayo de 1998, Madrid, Real Academia de la Historia, 1999, pág. 96; C. Reyero, Escultura, Museo y Estado en al España del siglo XIX, Alicante, Fundación Eduardo Capa, 2002, págs.. 21-23 y 306-308; H. González Zymla y L. Frutos Sastre, Archivo de la colección de pintura y escultura de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 2002, págs. 29 y 30.
Herbert González Zymla
