Vargas, Diego de. ?, p. s. XVI – Madrid, ¿1577? Secretario de Felipe II para los asuntos italianos.
Secretario del Consejo de Italia desde el 1 de febrero de 1556 hasta su muerte acaecida quizá a principios de 1577. Personaje gris y aparentemente sin fuste, en 1556 ya advirtió en él el embajador veneciano Badoero a uno de los cortesanos más influyentes de la Corte de Felipe II, al que definió como “hombre pragmático, que suele atender antes los negocios de su interés y después los de justicia”.
Su carrera anterior a esa fecha, discurre discretamente entre la nidada de servidores formados por Francisco de los Cobos en su secretaría. Fue nombrado secretario real el 31 de junio de 1551. Colaboró con Eraso en los negocios italianos y gracias a él entró dentro del grupo ebolista, por lo que le fue concedida la recién creada Secretaría de Italia en febrero de 1556, con el propósito de marginar y disminuir competencias al secretario de Estado Gonzalo Pérez. Destacado ebolista, con el tiempo se convirtió en un poderoso patrono al hacerse dueño por completo de toda la negociación de Italia, incluyendo no sólo las materias de gracia y justicia asignadas en su instrucción sino también las de Estado. Para ello contó con la colaboración de los ministros de Italia, principalmente el duque de Alcalá, virrey de Nápoles, que habían sentido cómo la creación del Consejo de Italia había recortado su autonomía y, a cambio de favores y cohechos, habían neutralizado la intervención de la Corte comprando al secretario, que se comportaba como su agente y defendía sus intereses.
Así mismo, no tuvo obstáculos para hacerse dueño de la negociación italiana debido al absentismo de su presidente, el duque de Francavilla y a la confianza que en él tenía el Monarca. Además, la naturaleza de su oficio le permitió también escamotear todo control dado que a él pertenecían los negocios, y no al consejo, que los veía por su mano.
En 1567, cuando el cardenal Quiroga ocupó la presidencia interina del Consejo de Italia, se observó que no era posible el funcionamiento óptimo del organismo si no se ponía coto a los desmanes del secretario. Pronto se vio que la principal dificultad nacía en que la instrucción del secretario no existía, se había perdido y él no tenía obligación alguna de mostrarla y por lo tanto no podían exigírsele responsabilidades. Con el objeto de reformar las cosas de Italia y a su vez colocarlas bajo el control del partido de Espinosa, se instruyó al gran canciller de Milán Andrés Ponce y al licenciado Quintanilla que iniciasen pesquisas secretas en Italia con el fin de reunir pruebas y establecer cargos para procesarle. En abril de 1568 se dio instrucción a Francisco Hernández de Liébana para que iniciase la visita del Consejo de Italia, con el propósito oculto de procesar al secretario y eliminarle de la arena política.
Su habilidad y astucia le permitieron parar el golpe.
En 1570, Quiroga, que había sido su enemigo, aconsejaba reformar el gobierno de Italia sin perseguir a sus ministros. Más tarde, el propio Liébana afirmaba no disponer de pruebas para procesarle. La opinión extendida en la Corte fue que el secretario había logrado hacer a éstos copartícipes de sus negocios y, uniéndose a sus enemigos, había salvado su posición. La Visita se prolongó infructuosamente. En 1580, cuando el secretario ya había muerto Liébana fue destituido y reemplazado por otro visitador, Busto de Villegas y más tarde este lo fue por Tomás de Salazar. En 1584, el cardenal Granvela escribía sobre el absurdo de continuar la visita cuando ya casi no quedaba memoria de los cohechos de su principal encausado.
Vargas había muerto al frente de la Secretaría de Italia a fines de 1576 o principios de 1577. Durante los veinte años que permaneció en el cargo llegó prácticamente a dominar la circulación de la gracia, justicia y mercedes entre la Corte y los dominios italianos, por lo que su óbito causó una agria pugna cortesana, siendo su sustitución una de las causas que precipitaron el enfrentamiento entre Antonio Pérez y Mateo Vázquez fue también la experiencia de su paso por el oficio lo que llevó a reformar el Consejo y la Secretaría de Italia en 1579, dictándose nuevas instrucciones.
Fuentes y bibl.: British Library, Add 28399, fol. 38 (nombramiento secretario real, 31 de junio de 1551); Biblioteca Nacional de España, ms. 1752 (instrucción para la secretaría de Italia); Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, lg. 2797 2.º rollo (diligencias de Andrés Ponce sobre la Visita del Consejo de Italia).
C. Giardina, Il SupremoConsiglio d’Italia, Palermo, Reale Accademia di Scienza, Lettere e Belle Arti, 1934; J. A. Escudero, Los secretarios de Estado y del despacho, vol. I, Madrid, Estudios de Historia de la Administración, Instituto de Estudios Administrativos, 1976, págs. 194-195; M. Rivero Rodríguez, Felipe II y el gobierno de Italia, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998.
Manuel Rivero Rodríguez