Ponce de León y de las Infantas, Andrés. Córdoba, p. m. s. xvi – ?, XI.1575. Alcalde de hijosdalgo en la Chancillería de Granada, lugarteniente de la Sumaria de Nápoles, gobernador y capitán general de Orán y Mazalquivir, gran canciller de Milán, miembro del Consejo de Estado y de Castilla con Felipe II, caballero de Santiago y comendador de los Bastimentos del Campo de Montiel.
El licenciado Andrés Ponce de León era hijo del capitán Luis Ponce de León y de Córdova, segundo de las casas de Alcaudete y Montemayor, natural y vecino de Córdoba, y de Aldonza Ruiz de las Infantas y Córdova, señora de la casa de las Infantas. Primo-hermano del I conde de Alcaudete, Martín de Córdova y Velasco, sirvió muy joven a sus órdenes en Navarra, participando activamente en las campañas contra los franceses. Su buen hacer en la frontera navarra, junto a otros méritos, fue decisivo para que el 14 de agosto de 1534 Carlos V le concediera el hábito de Santiago, realizando las pruebas de nobleza el bachiller Cuadra, religioso de la Orden, quien las practicó en las villas de Becerril y Córdoba, coincidiendo todos los testigos en que Andrés vivía como honrado caballero y había estado en Navarra con el conde de Alcaudete, su primo.
En 1564, el II conde de Alcaudete, Alonso de Córdova y Velasco, le eligió como su sustituto al frente del gobierno de Orán y Mazalquivir, dado que él había sido nombrado virrey de Navarra. En principio, desempeñó este cargo en Berbería en calidad de interino, puesto que Felipe II había proveído como titular del gobierno de Orán a Alonso de la Cueva, a la sazón se hallaba con el mismo cargo en La Goleta. La enemistad que surgió entre Andrés Ponce de León y Francisco de Valencia, alcaide de Mazalquivir, acabó por alejar del gobierno de Orán al primero, que fue sustituido por Hernán Tello en noviembre de 1565, quien había sido enviado desde Madrid en calidad de visitador.
Justo al salir de tierras africanas, Andrés Ponce de León fue enviado a Milán. Su singladura italiana la comenzó sirviendo en la plaza de lugarteniente del gran canciller de Milán, bajo la autoridad del gran canciller Barahona (l0 de octubre de 1561), después prosiguió en Lombardía como procurador de Luis de Requesens desde al menos 1562, y más tarde ascendió al ser nombrado gran canciller de Milán el 10 de octubre de 1565. En 1567 fue comisionado por el cardenal Espinosa para realizar las pesquisas previas para la visita del Consejo de Italia, empleando en ello cerca de un año, desde septiembre hasta agosto de 1568, en el que desarrolló una relación de gran confianza con Luis de Requesens. Queda constancia de su participación en la Guerra de las Alpujarras en 1569.
Con el fin de aprovechar sus servicios o de mantenerlo alejado de la Corte, el cardenal Espinosa —por entonces favorito de Felipe II— aprovechó que el duque de Medinaceli se había ido destinado a Flandes para encargar a Ponce de León una visita en aquellos territorios. Para reforzar su autoridad le ofreció título del Consejo Real, pero él rehusó en dos ocasiones el ofrecimiento. Entró en el Consejo después de fallecer el cardenal, el 26 de noviembre de 1573. Como era un hombre experimentado en la proyección exterior de la Monarquía, se le consideró idóneo para cubrir la vacante del doctor Velasco, así también entró en el de Estado desde noviembre de 1573, formando parte en 1575 de la Junta de Flandes. El secretario Mateo Vázquez recurrió a él para reemplazar a Ovando en la junta de reformación de las Indias y sugirió al Rey el 8 de septiembre de 1575 que lo empleara para que asumiera todas las responsabilidades que recaían sobre las espaldas del fallecido. Adquirió un gran prestigio como gestor y como persona perspicaz capaz de resolver los problemas más intrincados, Antonio Pérez lo estimó como uno de los consejeros más valiosos del Rey, cuyo fallecimiento en noviembre de 1575 dejó un poco huérfana a la Corte.
Poco antes de su muerte fue reconocido con la encomienda de los Bastimentos del Campo de Montiel por merced de Felipe II, que le firmó el título en San Lorenzo el Real el 28 de marzo de 1575, “[...] acatando los muchos y buenos servicios que el licenciado Andrés Ponce de León, de nuestros Consejos de Estado y Real, Caballero profeso de dicha Orden, ha hecho a nos y a ella, y esperamos que hará de aquí adelante, y a sus méritos costumbres [...]”.
Andrés Ponce de León había casado con Gregoria Portocarrero de Guzmán, hija mayor de Luis Fernández Portocarrero de Córdova y de Constanza de Guzmán y Zayas, vecinos de Écija, naciendo de esta unión Luis Ponce de León y de Córdova, por su matrimonio, señor de la villa de Zuheros, Diego Fernández de Córdova Ponce de León, miembro de la Orden de Calatrava, gobernador de Murcia y gentilhombre de Cámara de Felipe II y Felipe III, Juan Ponce de León y de Córdova, que falleció en la batalla de Lepanto (1571), fray Alonso Portocarrero, dominico, y Aldonza Fernández de Córdova.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago, exp. 6.560 (año 1534); Instituto de Valencia de Don Juan, envío 81, doc. 1.198 (16 de abril de 1572), Carta de Luis de Requesens a su hermano Juan, explicando la forma de ver el gobierno de Milán de don Andrés Ponce de León.
D. Suárez Montañés, Historia del Maestre último que fue de Montesa y de su hermano don Felipe de Borja. La manera como gobernaron las plazas de Orán y Mazalquivir, reinos de Tremecén y Ténez, c. 1592-1617 (ed. de F. Guillén Robles, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1889, incompleta y ed. M. Á. de Bunes Ibarra y B. Alonso Acero, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2005, completa), págs. 193 y 209; A. y A. García Carraffa, Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano- Americana, vol. 73, Madrid, Imprenta Marzo, 1919-1963; J. M. March, El Comendador Mayor de Castilla don Luis de Requesens en el gobierno de Milán. Estudio y narración documentada de fuentes inéditas, Madrid, Editora Nacional, 1946, págs. 64, 114 y 128; L. Salazar y Castro, Los comendadores de la Orden de Santiago, vol. I, Madrid, Patronato de la Biblioteca Nacional, 1949, Castilla, págs. 43-44; S. Fernández Conti, Los Consejos de Estado y Guerra de la Monarquía Hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998; M. Rivero, Felipe II y el gobierno de Italia, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998, págs. 102-104, 111, 119 y 232; I. Ezquerra Revilla, El Consejo Real de Castilla bajo Felipe II. Grupos de poder y luchas faccionales, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios Felipe II y Carlos V, 2000; A. Álvarez-Ossorio Alvariño, Milán y el legado de Felipe II. Gobernadores y corte provincial en la Lombardía de los Austrias, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2001, pág. 36; F. Fernández de Bethencourt, Historia genealógica y heráldica de la Monarquía Española, t. IX, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2003, pág. 300.
Beatriz Alonso Acero y Manuel Rivero Rodríguez