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Ignacio Muñoz

Biografía

Muñoz, Ignacio. Valladolid, 1610 – Madrid, 1685. Dominico (OP), teólogo, catedrático, matemático, navegante y oceanógrafo.

Ingresó en la Orden de Predicadores el día 3 de febrero de 1628 en el Convento de San Pablo de Valladolid.

Allí estudió Filosofía y Teología. En 1633 partió para Filipinas y llegó a Manila en 1635. Fue nombrado profesor de Filosofía en la Universidad de Santo Tomás de Manila. Poco más se sabe de él, durante esta estancia en Filipinas, pues su nombre no aparece en las actas de los Capítulos Provinciales.

Estuvo muy poco tiempo. Debía de ser conocido en la Corte de Madrid, pues en 1636 fue llamado a Madrid como matemático con 1000 ducados de renta anuales. No debió de estar allí más de un año.

El Rey le envió de nuevo a Oriente para que hiciera observaciones meteorológicas que ayudasen a navegar por aquellos mares. Nada se sabe exactamente de sus actividades y viajes como comisionado real durante treinta años. Pasó varios años en Goa, donde enseñó Teología en el convento de los dominicos portugueses.

Su afición seguía siendo las matemáticas. En Goa estuvo en contacto con los holandeses y pudo examinar las cartas geográficas de los nuevos descubrimientos que éstos habían hecho. Afirmó que Australia, por su tamaño, podía considerarse un continente.

Durante su permanencia en la India y Filipinas hizo muchas observaciones astronómicas, hidrográficas y matemáticas encaminadas todas a hacer más fácil la navegación de la armada y las flotas en Oriente. En 1662 se encontraba en Manila cuando llegaron amenazas de invasión por parte del pirata chino Coxinga (Kuesing), que había logrado expulsar a los holandeses de Formosa. Exigía pago de tributos y que se le rindiese vasallaje. El gobernador se alarmó ante esa amenaza. Reunió a los ciudadanos más ilustres, entre ellos al padre Muñoz, y decidieron fortificar las murallas.

Se encomendó al padre Muñoz como entendido en fortificaciones, que se encargase de la parte de la muralla vecina al parián de los chinos, por donde se suponía que comenzaría el ataque. Construyó allí el famoso fuerte llamado Tenaza Real, con sus minas y dotado con veinte piezas de artillería. Demolieron todos los edificios, incluidos conventos y hospitales de los alrededores de Manila, construidos en piedra, para aprovecharla en las fortificaciones. La invasión no se produjo debido a la muerte repentina de Coxinga.

El gobernador encomendó al padre Muñoz que preparase un plano exacto de la ciudad de Manila. Es el primero que se conoce de la ciudad amurallada. Expuso, además, la disposición, situación geográfica de Manila y sus alrededores. Ese mapa se conserva y ha sido reproducido muchísimas veces en los libros de historia de Manila y Filipinas.

En una carta fechada en Cavite el 9 de julio de 1663 pedía permiso al Rey para volver a España a rendir cuenta de los servicios prestados. Llevaría con él todo el material recopilado. No se sabe la fecha exacta de su salida de Filipinas. Después de una travesía muy difícil de siete meses de duración, llegó a México a principios de marzo de 1666. El virrey de México, no se sabe por qué razón, trató de impedir su regreso a España, y, de hecho, tardó en embarcarse. Durante su estancia en México ganó por oposición la Cátedra de Matemáticas de la Universidad. Al fin, el padre Muñoz hizo valer sus derechos como comisionado real y en 1669 se embarcó para España. Llegó a Cádiz a principios de 1670. El 28 de noviembre de 1670 fue recibido en la Corte con la ayuda de un memorial que el padre Juan Polanco, procurador general de la provincia, presentó al Rey alabando las cualidades religiosas y culturales del padre Muñoz y excusándole porque, por causas graves, ajenas a su voluntad, había tenido que permanecer por muchos años en Goa.

Presentó al Rey el plano de Manila junto con todas las observaciones que durante treinta años había hecho en Oriente.

El día 15 de abril de 1674 en un informe al Real Consejo hace una descripción geográfica del estrecho de Magallanes con su posición en grados. El relator ante el Consejo afirmaba que por las cartas geográficas que el padre Muñoz tenía en su poder, Magallanes descubrió, antes de llegar a Filipinas, el archipiélago de las islas Salomón. Son trece islas principales. Describe la posición geográfica de cada una de ellas. Forma parte de otra multitud de archipiélagos tales como Marianas, Nueva Guinea, Japón, Lequios, Filipinas, Borneo, Célebes, Molucas y Java, El primero en desembarcar en Nueva Zelanda fue el holandés Jacobo Mayre el 8 de julio de 1626.

También la situaba geográficamente. Hizo lo mismo con Australia dando su posición en grados de latitud y de longitud y los traducía en leguas de Norte a Sur y de Este a Oeste. Establecía su distancia con el polo antártico y afirmaba que Nueva Zelanda distaba de la costa de Chile en los límites de los reinos de Perú como mil seiscientas leguas sin diferencia considerable.

Todo este informe lo pudo sacar del estudio de las cartas geográficas que, con bastante exactitud, habían hecho los holandeses de sus descubrimientos en Oriente.

 

Obras de ~: Descripción geométrica de la ciudad y circunvalación de Manila y sus arrabales, Manila, 1671; Manifiesto geométrico plus ultra de la geometría práctica, adición al IV libro de los Elementos de Euclides, Construcción v demostración geométrica del Triángulo Isósceles propio del Heptágono regular descripción de la misma figura, Bruselas, 1684; Informe sobre el archipiélago filipino al real Consejo, s. l., s. f. (ed. en M. Velasco, Ensayo de Bibliografía de la provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, vol. II, Manila, 1960, págs. 372-373).

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de la Orden de Predicadores (Roma), KKK, 660-663; Archivo de Propaganda Fide, India, China, Japón, n.º 192, fols. 166-176; Archivo General de Indias (Sevilla), Audiencia de Filipinas, legs. 68 y 86.

F. Colin, Labor evangélica ministerios apostólicos de los obreros de la Compañía de Iesvs, fvndacion, y progresess de su provincia en las Islas Filipinas, introd. y notas de P. Pastell, vols. I y III, Barcelona, Imprenta de Henrich y Cía., 1900 y 1902, págs. 210-211 y págs. 815-816 y 825, respect.; J. M. González, “Muñoz, Ignacio”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, pág. 1749; H. Ocio y E. Neira, Misioneros Dominicos en el Extremo Oriente, vol. II, Manila, Life Today Publications, 2000, págs. 164-165.

 

Teodoro González García, OP.

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