Triviño Portillo, Cayetano. Aldeire (Granada), 31.XII.1829 – Madrid, 7.II.1899. Dentista.
Hasta finales del siglo xix la profesión odontológica en España permaneció como una ocupación, careciendo de regulación legal tanto la docencia como su práctica. En este sentido, hay que reconocer la deuda contraída con Cayetano Triviño por sus intentos de dignificar la profesión, introduciendo los estudios reglados de odontología y el título de cirujano dentista.
Triviño nació en Aldeire, provincia de Granada. Desde muy temprana edad se trasladó con su familia a la capital, lugar donde realizó los estudios necesarios para su formación. La falta de recursos económicos le obligó a cambiar su idea inicial de estudiar medicina y a elegir la profesión de cirujano-sangrador, obteniendo el título en mayo de 1850. Desde entonces inició su labor profesional realizando distintas tareas sanitarias; ocupó primero una plaza de cirujano titular en el pueblo malagueño de Colmenar, y posteriormente en la misma capital se desempeñó como ministrante en el hospital, tocólogo, y también como dentista.
Por la labor humanitaria desempeñada en la epidemia de cólera que sufrió la capital malagueña en 1860, fue propuesto para la Cruz de Beneficencia por el Gobierno Civil y recompensado por el obispado con 4000 reales, dinero que invirtió en la compra de material odontológico y que le permitió continuar con la práctica de la dentistería, convirtiéndose desde entonces en un dentista reconocido. Desde aquellos primeros días de dedicación profesional, sus ideas de consolidación de la profesión odontológica se empiezan a manifestar publicando artículos en un periódico local, dirigidos a cirujanos menores, con la idea de fundar una revista de odontología.
Trasladado a Madrid en 1866 y dedicado íntegramente al ejercicio de la profesión odontológica, va adquiriendo renombre y relaciones sociales fundamentales para la realización de sus proyectos posteriores. Continuando con los intentos de consolidación de la profesión, en 1871 monta el primer depósito dental en España con material traído desde París y en 1872 inicia la edición de la primera publicación odontológica española, la Revista Odontálgica, periódico de su propiedad y dirección. Las páginas de esta revista fueron utilizadas como instrumento con un doble sentido, el de promover la legalización de la odontología y el de suministrar una puesta al día de los dentistas.
Meses después, ya en 1873, tras una reunión mantenida con otros profesionales en la Academia Médico- Quirúrgica de Madrid decidió llevar a cabo el proyecto de regular la enseñanza de la profesión proponiendo la creación de un Colegio Dental en el seno de la Facultad de Medicina, idea que no prosperó. A pesar de este intento frustrado continuó con su propósito y, acogiéndose al principio de libertad de enseñanza, creó el Colegio Español de Cirujanos Dentistas, que abrió sus puertas en enero de 1874. A partir de entonces su labor profesional se intensificó, sin abandonar su empeño de regular y potenciar la profesión. Creó, en este sentido, la primera Sociedad Odontológica en España (1874) y no dudó en utilizar sus buenas relaciones sociales para conseguir algunos logros tanto personales como para la profesión: logró, por Real Orden de 4 de junio de 1875, la creación del título de cirujano dentista, fue nombrado inspector general de la profesión de cirujanos dentistas, se le autorizó para expedir títulos de doctor en Medicina y Cirugía dental, y consiguió el nombramiento de dentistas para los establecimientos públicos de beneficencia y hospitales civiles y militares de Madrid. Por último, en 1879 creó el Ateneo Dental en el seno del Colegio de Cirujanos Dentistas.
Durante este mismo período realiza su mayor labor científica, publicando la obra El Cirujano Dentista en 1873, el Reglamento del Colegio español de dentistas en 1875 y el Vademécum del aspirante a cirujano dentista en 1877. A partir de 1881 su actividad empieza a declinar, aunque mantendría el mismo impulso en pro de la profesión. Sólo la enfermedad y la muerte le apartaron definitivamente de la profesión. Falleció en Madrid el 7 de febrero de 1899.
Obras de ~: El cirujano Dentista. Recopilación de los conocimientos teórico-prácticos necesarios para el ejercicio de la profesión. Obra de estudio y consulta, Madrid, Imp. de Diego Valero, 1873, 2 vols.; Consejos de higiene dentaria á las madres de familia. Almanaque para 1877, Madrid, Imp. Aurelio J. Alaria, 1877; Vademécum del aspirante a cirujano dentista, Madrid, R. Velasco, 1877; Higiene de la boca, Madrid, Imp. Aurelio J. Alaria, 1887.
Bibl.: F. Aguilar, “Necrología. D. Cayetano Triviño”, en La Odontología, 8 (1899), págs. 75-80; I. Gallardo, “Antonio Rotondo y Cayetano Triviño”, en La Odontología, 2 (1915), págs. 75-83; J. Otaola, “Don Cayetano Triviño y Portillo”, en La Odontología, 5 (1925), págs. 273-279; A. Fernández Martín, “Triviño”, en Odontoiatría, 74 (1950), págs. 80-87; P. Borja de Guzmán, “Triviño: El cólera y el título de Cirujano dentista”, en Medicamenta, 495 (1972), págs. 155-158; V. Monleón Alegre, Cayetano Triviño (1829-1899) y los orígenes de la especialidad odontológica en España, tesis de licenciatura, Valencia, 1973; C. Carles Genovés, “Triviño, Cayetano”, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario Histórico de la Ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Península, 1983, págs. 374-375; J. González Iglesias, Historia de la odontoestomatología española, Madrid, Ediciones Avances Médico- Dentales, 1994, págs. 23 y ss. y 345-365; J. Sanz, La odontología y la Casa Real española, Madrid, Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España, 1995, pág. 84; Historia General de la odontología en España, Barcelona, Masson, 1999, págs. 174-187; Diccionario histórico de dentistas españoles, Madrid, Acción Médica, 2001, págs. 68-70.
Encarnación Bernal Borrego
