González Dávila, Miguel. Málaga, c. 1726 – La Asunción, Isla Margarita (Venezuela), 11.VI.1792. Brigadier e ingeniero director.
Era nombrado cadete del Regimiento de Infantería de la Reina, el 1 de enero de 1744, asistiendo con su unidad a las campañas de Italia de 1745 y 1746, en el marco de la Guerra del Segundo Pacto de Familia (de 1741 a 1748), y participando en varias batallas como las de Camposanto, Pésaro, etc.
Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros el 25 de agosto de 1750 como ingeniero delineador, después de realizar sus estudios en la Academia de Matemáticas de Barcelona, siendo, posteriormente, destinado a la comandancia del Cuerpo en Málaga y, más tarde, a Alhucemas, ciudad que estuvo fortificando. En uno de los viajes fue apresado por los corsarios argelinos, permaneciendo en esclavitud durante dos años. Era promovido a ingeniero extraordinario el 21 de marzo de 1753 y a teniente el 22 de julio de 1755.
Sirvió más tarde en las comandancias de Cartagena y de Valencia, y en 1771 estaba en Orán, trabajando en sus fortificaciones, realizando, además, un Plano y perfil en el que se manifiesta el estado de la cortadura en la Mezeta.
En 1773 se encontraba en América. Era ingeniero en segunda (había ascendido a teniente coronel e ingeniero en segunda, el 1 de abril de 1769), encargado de las obras del puerto de La Guaira, así como de las fortificaciones de Puerto Cabello, continuando los trabajos del hornabeque y las baterías de la vigía y del mirador de Solano. En este aspecto, redactaba en el año anteriormente citado una relación sobre el estado en el que se encontraban las obras del puerto y del muelle.
En el año de 1774, Dávila elaboraba un Plano del Arrabal de Puerto Cabello que se va extendiendo y comprehende en el día 420 casas, con el Proyecto que se juzga conveniente para la conservación, seguridad y defensa de su vecindario. Al respecto de Puerto Cabello escribía: “es famosísimo lugar por su gran capacidad y ancorage, único defendible de esta dilatada Provincia, refugio de su comercio y en cuyo surgidero esperan las naves el tiempo oportuno para sus cargas y salidas, y se reparan de los descalabros que padecen en sus largos viajes”.
En 1777, siendo teniente coronel de Ingenieros y comandante en jefe de La Guaira, realizaba el reconocimiento de los puentes construidos sobre el río Catuche, mandando la re-cimentación de las rampas expuestas a la ruina, con mampostería de cal y piedra. En 1778, González Dávila decía que “el camino a Valle Seco se ha avierto para la mas promta y segura comodidad y comunicación de la ciudad de Valencia [Venezuela], hasta la distancia de quatro leguas próximamente”.
En 1782, realizaba un reconocimiento del puerto de La Guaira y formaba un nuevo proyecto, incluyendo un presupuesto en 1783, con el título de Plano que demuestra la obra ejecutada en el muelle de la Plaza de la Guaira en el mes próximo pasado para facilitar las descargas de los buques de comercio.
El 22 de marzo de 1783, era promovido a coronel e ingeniero en jefe y nombrado comandante del Cuerpo de la provincia de Caracas. Un año después seguía dirigiendo obras en La Guaira, plaza en la que construyó una muralla abovedada. Sobre la citada plaza, enviaba al rey una relación o informe, señalando que la consideraba “de la mayor consideración” y al fuerte de San Carlos, “el más eminente de todos”, pero en el que señalaba numerosos defectos.
También en el citado año de 1783 realizaba unos reconocimientos de la Yglesia Mayor de La Guaira, para dictaminar si pudiera perjudicar a la fortificación. Iba acompañado en el reconocimiento del maestro mayor de las fortificaciones José Eusebio Xaspe.
En 1784 comunicaba al rey que “se ha reconstruido un muelle (de La Guaira) por haverse llevado el temporal el que havia de mas capacidad coronado de pilotes de vera y tablas de lo mismo”. Se trataba de un estado general de las obras de ingeniería militar llevadas a cabo en La Guaira y en Puerto Cabello. En La Guaira, el ingeniero Agustín Crame elaboraba posteriormente el Plano de la plaza de La Guaira que manifiesta el actual estado en que queda la obra de la muralla frente al mar, sugiriendo algunos cambios a los planos que había firmado el ingeniero comandante de la provincia, Miguel González Dávila, con el objeto de llevar a cabo la terminación de las fortificaciones de la ribera.
Otro plano de González Dávila de 30 de junio de 1785 tiene por título Plano, perfil y Elevación de un Brazo de muelle que se propone para seguridad y abrigo de las embarcaciones que fondean en el puerto de La Guayra, en el que aparecen unas obras de más envergadura. Señalaba el ingeniero la parte ya ejecutada, como un andén y un muelle en un lateral, además del litoral tal como estaba en el año 1773, con el terreno o playa ganada al mar. En el extremo del antiguo muelle y agua adentro, se marca la zona donde está el “barco sumergido y relleno de mampostería” y la unión del nuevo con el antiguo, con la leyenda: “E. Anden y Muelle ya ejecutado”.
Ascendido a brigadier e ingeniero director, era designado gobernador de la isla de Margarita el 11 de septiembre de 1785, tomando posesión de su cargo, el 25 de enero de 1786. En la isla también realizó importantes obras defensivas. A fines de 1786 o primeros de 1787 y por motivos de su gobierno en isla Margarita, había dejado de hacerse cargo de los planes de fortificación de la isla de Trinidad de Barlovento –actual Trinidad y Tobago–, tomando el relevo en dichas obras el ingeniero jefe Esteban de Aymerich, quien era el comandante de Puerto Cabello.
En 1791 debía de estar bastante enfermo porque solicitó que se le relevara del gobierno y subdelegación de rentas de la repetidamente citada isla Margarita, resolviendo la autoridad a su favor, solo que para cuando se recibió la orden de su relevo había fallecido el once de junio del año siguiente, siendo aun gobernador de dicha isla.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Simancas (AGMS), exped. personales.
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Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño