Gálvez Gallardo (o Gálvez Madrid García y Cabrera), Antonio de. Macharaviaya (Málaga), 28.IX.1728 – Málaga, 13.X.1793. Mariscal de campo.
Hijo legítimo de Antonio de Gálvez y García de Carvajal y de Ana Gallardo y Cabrera. Hijodalgo empadronado en Vélez-Málaga. Ingresó en el Real Ejército llegando a ser mariscal de campo. Comandante general de las rentas de la bahía de Cádiz; caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III (exp. 165).
En noviembre de 1777 se dirigía a Cuba como capitán de una saetía catalana, “cargada con el Real Permiso”, cuando el corsario marroquí, Alí Péres, comandante de la fragata Maimona, le abordó e hizo prisionero, llevándole a él y a toda la tripulación al puerto de Salé, pese a la neutralidad existente. Gálvez escribió una carta al emperador Sidi Mohamed, pidiéndole la libertad de la embarcación “y tomar su venia para sí fuese servido de que conduzca Real pliego al Rey mi Señor, que Dios guarde, en que con el auxilio de [...] mi hermano el ministro [José de Gálvez] se trate de la buena paz y concordia que tanto [se] desea por todos los vasallos de ambas Coronas”. Esta presentación causó alarma en el franciscano José de Boltas, conocedor de la política hispanomarroquí a quien Carlos III había encomendado iniciar gestiones oficiosas encaminadas a establecer una amistad sólida y duradera entre los dos reinos. El Emperador le contestó advirtiéndole del gran disgusto que había tenido por esa captura y dándole opción para que siguiese su destino o fuese a verlo. Ante tan buena disposición, Boltas sugirió a Gálvez la conveniencia de pedirle un regalo para Carlos III. Gálvez acudió a una audiencia y comenzó su discurso con bizarría, expuso su queja sin encono y concluyó pidiendo que el pabellón y gallardete de su bastimento, que aún estaba a bordo de la fragata que lo apresó, fuesen conducidos a España con el honor que les correspondía, para que este caso no causara disgusto entre las dos Coronas.
El Monarca lo oyó todo con signos de complacencia.
No se hicieron esperar las misivas de Sidi Mohamed, tanto a Carlos III como al conde de Floridablanca.
La primera, fechada en el mes de rangel de 1189, se recibió en la Corte hacia el 20 de enero de 1778. El ministro de Estado contestó dos días después, puntualizando ya las condiciones de paz. El incidente, de indudable importancia, ocasionado por la impensada actitud de Antonio de Gálvez, conducido con habilidad por el padre Boltas, dio pie para sacar de él un magnífico partido.
Había contraído matrimonio con Mariana Ramírez de Velasco, sin tener descendencia, por lo que adoptaron una niña, hija de padres ilustres, que fue Rosa de Gálvez, quien alcanzó fama como poetisa y dramaturga.
Bibl.: V. Rodríguez Casado, Política Marroquí de Carlos III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1946, págs. 275 y ss.; I. Vázquez de Acuña, Historial de la Casa de Gálvez, t. I, Madrid, Villena Artes Gráficas, 1974, págs. 1140-1144.
Isidoro Vázquez de Acuña y García del Postigo