Junyent Sans, Oleguer. Barcelona, 1876 – 1956. Escenógrafo.
Oleguer Junyent vivió desde pequeño en un medio familiar abierto al arte y a la fiesta y, siendo un adolescente, entró a estudiar en el taller de Urgellés, quien le enseñó los primeros pasos y los primeros secretos del arte de la escenografía, que consisten fundamentalmente en el uso dramático del color y la representación del espacio; para este punto concretamente, acudió a la escuela de la Llotja, donde Cavo Verdonces le enseñó Perspectiva Teatral. Todo ello puede fecharse entre 1890 y 1896, fecha en la que hizo un rápido paso por el taller de Moragas y Alarma, para después ingresar en el de Soler y Rovirosa, que le adoptó como su discípulo predilecto y, a partir de este momento, le hizo responsable de importantes encargos e incluso delegó en él la escenografía de Blancaflor para el teatro íntimo de A.
Gual en 1898. Al año siguiente viajó durante tres meses por Europa e ingresó en el importante taller de Carpezat en la Ópera de París, con el que trabajó durante dos años. En esos dos años frecuentó la tertulia de los amigos pintores catalanes que también estaban en París, como el dibujante José, Anglada Camarasa, Picasso, Monell, Sunyer y otros. En 1901 viajó por Italia, pero recibió una convocatoria de concurso para escenografía wagneriana en el Liceo, que ganó con dos proyectos para El crepúsculo de los dioses. El premio era un viaje a Alemania para ver los lugares claves del mundo wagneriano, del que se convirtió en un brillante especialista. El año 1902, con la escenografía para el Cristóbal Colón, quedó establecida su consolidación como escenógrafo del Liceo en una dedicación permanente que no terminó hasta 1933. Ello no impidió que Junyent hiciera escenografías para las compañías teatrales más importantes de la época del resto de España. Para el Liceo, Louise, Thais, Los maestros cantores, Fausto, Tannhauser, El buque fantasma, El oro del Rin, Romeo y Julieta, Parsifal, etc. Lo cierto es que, durante más de treinta años, dejó el testimonio profesional de quien conocía a la perfección lo que significaba la solidez de una construcción escenográfica unida a la sutileza de la luz con la exactitud del dibujo en los detalles realistas, que empleaba con extraordinaria economía de elementos. Cabe señalar, entre otros títulos que le dieron gloria, los siguientes: La Santa Espina, Gal-la Placidia, L’ordinari Henschel, El conte Arnau, Nausica, Patria, El reino de Dios, La llama, D. Juan Tenorio, etc.
En 1908 emprendió otro viaje por Europa del que extrajo determinados conceptos lumínicos. A continuación emprendió un viaje alrededor del mundo (Asia, África, América y Oceanía) y, cuando regresó, recogió sus impresiones en su Roda el mon i torna al Born y lo ilustró él mismo. A partir de 1914 dirigió la restauración y la decoración del teatro Novedades y unos cinco años más tarde hizo el mismo trabajo para el teatro Tívoli. En 1929 fue nombrado asesor artístico para la Exposición Universal de Barcelona, hizo algunas escenografías y múltiples dioramas junto a otros artistas que representaban diferentes ciudades del Estado.
Como escenógrafo su última obra fue La vida breve en el Liceo en 1933, que marcó su definitivo abandono de la profesión, desilusionado cada vez más amargamente por la mezquindad de los empresarios.
Murió en Barcelona en 1956.
Obras de ~: Escenografías para Blancaflor, El crepúsculo de los Dioses, Cristóbal Colón, Louise, Thais, Los maestros cantores, Fausto, Tannhauser, El buque fantasma, El oro del Rin, Romeo y Julieta, Parsifal, La Santa Espina, Gal-la Placidia, L’Ordinari Henschel, El Conte Arnau, Nausica, Patria, El reino de Dios, La llama, D. Juan Tenorio; Decoración y restauración del teatro Novedades, 1914; Decoración y restauración del teatro Tívoli, 1919; Dioramas y escenografías para la Exposición Universal de Barcelona, 1929; La vida breve, 1933.
Escritos: Roda el mon i torna al Born, Barcelona, Ilustració Catalana, 1910; Viaje de un escenógrafo a Egipto, Buenos Aires, Unión Editorial Hispano-Americana, s. f.
Bibl.: J. Muñoz Morillejo, Escenografía española, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1923; J. M.ª Garrut, Dos siglos de pintura catalana, Madrid, Ibérico Europea de Ediciones, 1974; I. Bravo, Escenografía wagneriana, Barcelona, Serra d’Or, 1983; I. Bravo, L’Escenografía catalana, Barcelona, Diputación, 1986; A. M.ª Arias de Cossío, Dos siglos de escenografía en Madrid, Madrid, Mondadori, 1991.
Ana María Arias de Cossío
