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Luis Bagaría i Bou

Biografía

Bagaría i Bou, Luis. Barcelona, 29.VIII.1882 – La Habana (Cuba), 26.VI.1940. Caricaturista y pintor.

De formación autodidacta, Bagaría inicia su carrera artística en la Barcelona de la primera década del siglo XX cuando el movimiento noucentista aparece en el panorama cultural catalán y el modernismo declina. Sin embargo, y a pesar de haber nacido el mismo año que D’Ors, no se identifica ni formal ni políticamente con el nuevo ismo sino con el anterior, de quien hereda su lenguaje plástico y su actitud bohemia ante la vida. Así, el joven artista, que frecuenta Els Quatre Gats y realiza decorados teatrales, entra hacia 1902 en la órbita artística y literaria de Rusiñol, Guimerá, Ignasi Iglesias y el actor Enric Borrás. Es en este círculo donde comienza a dibujar por puro juego bohemio sus primeras caricaturas. No obstante, su presentación artística en la sala Parés (1903) es de carácter pictórico. Junto a Nonell y Xiró, exhibe paisajes, marinas y jardines abandonados dentro de una estética muy fin de siglo. En 1905, en la misma sala, ya presenta retratos caricaturescos de figuras de la bohemia barcelonesa. La crítica, muy favorable, alaba su novedoso estilo sintético. Da comienzo entonces, y hasta 1911, una comparecencia casi anual en las galerías barcelonesas, sólo interrumpida por un viaje a América en 1908 como director artístico de la compañía de Borrás. Sus años barceloneses culminan con dos exposiciones en Faianç Cátala (1910 y 1911), en las que —en medio de una gran expectación social— muestra la caricatura de personalidades del mundo cultural, político y empresarial de Barcelona. Durante este período colabora de forma efímera en diversas publicaciones catalanas como De Tots Colors.

En 1912 se establece en Madrid e inicia, con su colaboración en el diario La Tribuna, una brillante carrera periodística como glosador gráfico de la actualidad política. La Primera Guerra Mundial prueba, en el contexto de la lucha propagandística, la eficacia política de su lápiz. Desde la portada del semanario España —al que queda unido su nombre de 1915 a 1922—, Bagaría ataca el militarismo germánico, para él causa primera de la conflagración europea. Desde entonces, su firma se cuenta entre las más importantes y combativas de la intelectualidad madrileña de izquierdas. En 1915, Gómez de la Serna lo incluye en su exposición de pintores íntegros. Dos años después entra en la redacción de El Sol y en 1920 en el Partido Socialista. Aunque sus ideas políticas exceden el ideario reformista del rotativo, Bagaría desarrollará la mayor parte de su carrera en sus páginas. En El Sol se publicarán, ya en los años veinte, sus dibujos de almohadón, unas viñetas camufladas de inofensivos patrones de costura con las que entre 1923 y 1926 denunció la censura y el régimen primorriveristas en un juego burlesco que le convirtió en una celebridad. Entre medias, en 1925, la Exposición de los Ibéricos reconoció su papel de agitador artístico dedicando una sala entera a sus caricaturas. Muy presionado por el dictador, El Sol se vio obligado a interrumpir temporalmente la colaboración de Bagaría, que emprendió un largo viaje por Sudamérica.

De regreso a España, tras un exitoso paso por Argentina y quizá algún otro país vecino, regresó a El Sol en diciembre de 1927, después de un año y cinco meses de ausencia. Dimitido Primo de Rivera y con Berenguer en el poder, Bagaría llamó desde su viñeta a la unión de las fuerzas antimonárquicas. En las semanas previas a la caída de Alfonso XIII siguió al fundador de El Sol, obligado a desprenderse de su diario por la presión de un grupo monárquico, en un nuevo proyecto periodístico: el rotativo Luz. Muy ilusionado con el advenimiento de la República, Bagaría dio expresión gráfica al discurso político de la Alianza Republicano-Socialista y, a partir de marzo de 1932, respaldó la obra reformadora de Azaña. De nuevo en la oposición con la llegada de Lerroux al poder, y tras un fuerte bache personal y creativo provocado por los avatares empresariales de Luz, ridiculizó la sumisión del líder radical a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y atacó a Gil Robles. En 1935 denunció la anexión italiana de Abisinia y la pasividad de la Sociedad de Naciones. Aunque diseñó uno de los carteles electorales del Frente Popular, su acción periodística durante la contienda se centró en condenar el extremado encono de la campaña electoral. Recuperado del espanto inicial que le produjo el levantamiento militar y las horrendas crueldades que desató, combatió a los insurrectos y a sus aliados militares desde El Sol, al que había vuelto tras la desaparición de Luz, y de La Vanguardia de Barcelona. Exiliado a Francia en 1938, colaboró en el semanario republicano parisino Voz de Madrid, donde publicó la serie de aleluyas dedicadas a Franco, “Triste historia de un traidor”, y expuso su obra en París y Lyon. Gracias a la ayuda de la escritora Flora Díaz Parrado, embarcó en 1940 hacia Cuba, donde falleció a los pocos días de su llegada.

 

Bibl.: J. A. Durán y A. Elorza (dirs.), Luis Bagaría, 1882- 1940, catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Cultura, 1983; A. Elorza, Luis Bagaría. El humor y la política, Barcelona, Anthropos, 1988; J. Domingo Cuadriello, “Los días cubanos de Luis Bagaría”, en Comunicación y Estudios Universitarios, n.º 8 (1998), págs. 81-90; E. Marcos Villalón, “Luis Bagaría”, en Romera y su tiempo, Santiago de Chile, Ministerio de Asuntos Exteriores, 2001, págs. 55-77; P. Vélez (dir.), Lluís Bagaria. Caricaturista del món barceloní, catálogo de exposición, Sabadell, Museu d’Art de Sabadell, 2003; E. Marcos Villalón, Luis Bagaría. Entre el arte y la política, Madrid, Biblioteca Nueva, 2004; E. Marcos Villalón, “El médico como intelectual. La generación médica de 1914 vista por Bagaría”, en Jano, n.º 1585 (2005), págs. 78-80; Bagaría en El Sol. Política y Humor en la crisis de la Restauración, Madrid Mapfre, 2007. http://www.coleccionesmapfrearte.com/ resultados.aspx?autor=11.

 

Emilio Marcos Villalón