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Mariano Barbasán Lagueruela

Biografía

Barbasán Lagueruela, Mariano. Zaragoza, 3.II.1864 – 22.VII.1924. Pintor.

Era hijo de un funcionario del Estado y el menor de cuatro hermanos. Vivió parte de su niñez en Segovia, el último destino de su padre, y los años de juventud en Valencia, adonde había sido destinado su hermano Casto, militar de carrera, que ejercerá la tutela familiar a la muerte del padre.

Ingresó en 1879 en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde terminará sus estudios en 1885. Fue condiscípulo de Joaquín Sorolla, Salvador Abril y José Garnelo. En 1887 se trasladó con su hermano a Madrid y viajará a Toledo, donde empezará a pintar los primeros paisajes, atraído por la singularidad de la mezcla de arquitectura popular pintoresca y artística, que en algunos cuadros, siempre de pequeño tamaño y al estilo de, por ejemplo, Martín Rico, Ricardo Arredondo y otros, la utiliza como fondos para ambientar escenas históricas, de mosqueteros o cortejos de la Inquisición.

Al año siguiente se presentó a la plaza de pensionado de pintura en el extranjero, convocada por la Diputación de Zaragoza, obteniéndola por unanimidad del jurado entre ocho aspirantes opositores. En marzo de ese año de 1888 se trasladaba a Roma donde va a formarse durante los cuatro años del pensionado, asistiendo habitualmente a las sesiones de dibujo con modelo en el Círculo Artístico Internacional. Enviará a la Diputación de Zaragoza un primer cuadro de asunto de la historia medieval de Aragón, Don Pedro III el Grande en el collado de las Panizas y preparará el boceto para el segundo, Ejecución de Lanuza, que no llegará a pasar al lienzo.

Barbasán seguirá los ejemplos pictóricos de Fortuny, Pradilla, José Benlliure (director entonces de la Academia Española), José Echenagusia o de los sevillanos hermanos Villegas en el tratamiento pictórico de temas costumbristas y sus pasos biográficos al decidir establecerse en Roma y en Anticoli Corrado, donde comprará una casa. Se casará con Rosa Lucaferri, de Saracinesco, uno de los pueblos del Lazio tan visitados por los pintores extranjeros, que décadas más tarde evocará en sus versos Rafael Alberti. Excepto un viaje a Montevideo en el verano de 1912, donde permanecerá tres meses para exponer sus cuadros en el salón Moretti, con total éxito de ventas, Barbasán prácticamente ya no saldrá de Italia hasta el otoño de 1922, cuando, afectado por su deficiente salud y por la pérdida después de la gran guerra de los marchantes y clientes europeos, regresó a Zaragoza, donde fallecerá dos años después.

La pintura de Barbasán, la mayoría en formato mediano o pequeño sobre lienzo o tableautin, tuvo mucha demanda hasta los años de la gran guerra y ha alcanzado ahora, desde hace algunas décadas, una alta cotización en los mercados del coleccionismo por sus cualidades de gran dominio del dibujo, por el virtuosismo del colorido brillante y luminoso, aplicado mediante pequeñas pinceladas y por el gusto por los detalles anecdóticos y pintorescos de las figuras y paisajes impregnados de la atmósfera de cada estación del año.

Pintó, como lo había hecho Fortuny y lo hacían Pradilla, Benlliure, Vicente March, Joaquín Agrasot, Salvador Sánchez Barbudo y la mayoría de los pintores de la colonia española en Roma temas costumbristas de escenas de procesiones, de las faenas agrícolas y pastoriles o de los días de feria y mercado en los pueblos del Lazio, en los que sobresalen como protagonistas las mujeres, vestidas con los vistosos trajes de esta región, de pastoras, lavanderas, mujeres sentadas haciendo labores caseras rodeadas de críos y gallinas, o transportando cargas sobre su cabezas.

 

Obras de ~: Vendedor de estampas, 1889; Mercado en Anticoli Corrado, 1889; Lavanderas, 1890; Don Pedro III el Grande en el collado de las Panizas, 1891; Músicos trashumantes, 1891; Día de mercado en Subiaco, 1893; Mercado en el pueblo, 1894; El pintor, 1895; Día de feria, 1900; Pastora, 1901-1903; Vida campesina, 1907; Día de lluvia, 1908; Fin de feria, 1908; La hora del almuerzo, 1909; Rebaño en invierno, 1910; Desde Saracinesco, 1910; Porteando leña, 1911; El país de Fra Diavolo, 1914; Cogiendo caracoles, 1918; Día de feria en Anticoli, 1919; La hora del ordeño, 1922.

 

Bibl.: B. de Pantorba, Mariano Barbasán. Ensayo biográfico y crítico, Madrid, Talleres Gráficos de Blass C.O., 1939; M. García Guatas, Pintura y arte aragonés (1885-1951), Zaragoza, Librería General, 1976; “La Diputación de Zaragoza y la creación del pensionado de pintura en el extranjero”, en Seminario de Arte Aragonés, XXXIII, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1981, págs. 121-135; B. de Pantorba y M. García Guatas, M. Barbasán, ed. crítica y documentación, Caja de Ahorros de Zaragoza, 1984; A. García Loranca y J. R. García- Rama, Pintores del siglo XIX. Aragón, La Rioja, Guadalajara, Zaragoza, Ibercaja, 1992, C. Reyero y M. Freixa, Pintura y escultura en España, 1800-1910, Manuales Arte Cátedra, Madrid, 1995; J. A. Hernández Latas et al., Mariano Barbasán (1864-1924), Zaragoza, catálogo de exposición, Caja Rural del Jalón, Zaragoza, 1996; C. Lomba, La plástica contemporánea en Aragón (1876-2001), Zaragoza, Ibercaja, 2002.

 

Manuel García Guatas