Carrión y Carrión, Pascual. Sax (Alicante), 3.XI.1891 – Valencia, 15.IX.1976. Ingeniero agrónomo y catedrático.
Nace en el seno de una familia de agricultores acomodados, propietarios de viñedos en el valle del Vinalopó. A los dieciséis años se traslada a Madrid y cursa sus estudios en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos del Instituto Agrícola de Alfonso XII; obtiene el título en 1917 con brillantes calificaciones. Durante los años de estudiante muestra un precoz interés por los problemas sociales y económicos del país, lo que le lleva a frecuentar la Residencia de Estudiantes y el Ateneo, donde entra en contacto con algunas de las personalidades políticas y científicas más influyentes del momento, vinculadas a la Institución Libre de Enseñanza, como Francisco Giner o Ignacio Bolívar. El joven Carrión, como él mismo recordará pasados los años, se impregna de la literatura regeneracionista y, particularmente de las obras de Costa, autor que, junto a Flórez Estrada y Henry George, le marcará profundamente. Asimismo, muestra pronto otro de los rasgos más característicos de su personalidad: la vocación divulgadora y la participación activa en la política española, con la publicación de diversos artículos en la prensa en los que aborda los problemas sociales y económicos del campo, defendiendo posiciones reformistas.
Concluidos sus estudios, es destinado, a petición propia, al Servicio de Avance Catastral de Sevilla, preocupado por la situación de la agricultura andaluza, pero convencido de sus enormes posibilidades de desarrollo. Los cuatro años que permanece en Sevilla se caracterizan por una gran agitación campesina —el llamado “Trienio Bolchevista”— y por la efervescencia del regionalismo político. Su amistad con Blas Infante y su apasionamiento por los problemas del campo andaluz le llevan a un elevado grado de compromiso político con la región andaluza. En estos años, además de sus labores técnicas, continúa con sus trabajos de divulgación y frecuenta reuniones científicas participando, entre otras muchas, en el I Congreso Nacional de Ingeniería en 1919. Trabaja, igualmente, en la elaboración del informe que los ingenieros del Catastro elevan al ministro de Fomento Osorio y Gallardo sobre las causas del malestar campesino, y colabora con el Instituto Nacional de Previsión realizando estudios sobre el retiro obrero y los accidentes de trabajo. Es en esta etapa andaluza cuando Carrión llega al convencimiento de que el atraso y los graves problemas sociales de Andalucía sólo podrá resolverse abordando el problema de la excesiva concentración de la propiedad de la tierra.
En 1921 se traslada a Valencia donde desarrollará una segunda etapa profesional. En su región natal, en un medio agrario muy diferente del de la Andalucía latifundista, dará un giro sustancial a sus estudios, de acuerdo con los distintos problemas a los que tiene que hacer frente. Se dedica a los estudios técnicos sobre el sector vitivinícola y sobre el cultivo del tabaco, participando en congresos nacionales e internacionales y adquiriendo un creciente reconocimiento profesional. Se ocupa, igualmente, de los problemas sociales y económicos de los viticultores y vinateros fomentando el cooperativismo; realiza una destacada labor de extensión agraria y promueve la organización de los pequeños y medianos propietarios para la defensa política de sus intereses, como la Unión de Viticultores de Levante y la Confederación Nacional de Viticultores. Esta etapa culmina con su nombramiento como director del Servicio del Cultivo del Tabaco en 1926 y su traslado a Madrid. No obstante, a pesar de sus nuevos empeños, mantiene vivo su interés por los problemas generales del campo y participa en reuniones como el IV Congreso Nacional de Riegos celebrado en Barcelona en 1927.
Con la proclamación de la Segunda República da comienzo la etapa de mayor proyección pública de Carrión, al ser destinado al Servicio de Parcelación y Colonización Interior y quedar vinculado al proyecto de Reforma Agraria. En 1931 es nombrado miembro de la Comisión Técnica Agraria, presidida por Felipe Sánchez Román, encargada de preparar las bases jurídicas y económicas en las que fundamentar la reforma. Como miembro de una subcomisión en la que tiene un destacado papel junto a Sánchez Román y Flores de Lemus, colabora en la preparación del Anteproyecto para la solución del problema de los latifundios, que constituye un elemento fundamental de la documentación reformista. Paralelamente, termina su obra La Reforma Agraria. Problemas fundamentales, en la que muestra su amplio conocimiento de los problemas del campo y la diversidad de facetas a las que la reforma agraria tenía que hacer frente: acceso a la tierra, créditos, seguros, enseñanza, cooperación y tributación. Es también en ese año cuando Carrión realiza un fugaz paso por la política al presentarse como candidato al Congreso de los Diputados por Sevilla en una candidatura regionalista.
En 1932 se crea la Junta Central de Reforma Agraria, de la que Carrión será vocal y secretario, aunque por muy poco tiempo, al quedar apartado de los trabajos de reforma agraria a causa de sus discrepancias con las nuevas propuestas de reforma, tras el abandono del Anteproyecto de la Comisión por parte del Gobierno. Su separación coincide con la publicación de su obra más notable, Los latifundios en España, uno de los libros destacados en la bibliografía agronómica española de todos los tiempos. Destinado a la Estación Agronómica de Madrid retoma sus viejos temas de la etapa valenciana: la vid, el tabaco y los problemas de previsión social. En 1934 gana por oposición la cátedra de Economía Política y Economía Agraria y participa muy activamente en diversas reuniones científicas nacionales e internacionales.
Durante la Guerra Civil se traslada a Valencia y asume la jefatura del Servicio de Enseñanza y Divulgación del Instituto de Reforma Agraria, participando en la creación de granjas escuela. Acabada la guerra es encarcelado y sometido a expediente de depuración y, aunque se le permite la reincorporación al servicio, se le inhabilita para el desempeño de cargos de responsabilidad y se le aparta de la cátedra. En 1941 es nombrado director de la Estación de Viticultura de Requena, puesto en el que permanecerá hasta su jubilación en 1961. Desde la Estación desarrollará una importante labor técnica, de extensión agraria, de fomento del cooperativismo y de divulgación; en 1946 funda la revista La Semana Vitivinícola. En 1950 participa en el Congreso Nacional de Ingeniería Agronómica, aunque en un segundo plano y sin intervenir en las cuestiones centrales del congreso. En 1964 retorna, de manera discreta, a la enseñanza universitaria en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia. A partir de 1969 vive unos años de notable actividad pública, impartiendo conferencias y seminarios sobre la reforma agraria de la República y recibe el homenaje de diversas instituciones. En 1973 se publica su libro La reforma agraria de la II República y la situación actual de la agricultura española; en 1974, un libro recopilatorio de sus trabajos, y en 1975, un año antes de su fallecimiento, se publica una segunda edición de Los latifundios en España.
Obras de ~: La Reforma Agraria. Problemas fundamentales, Madrid, Sociedad de Estudios Políticos, Sociales y Económicos, Talleres Voluntad, 1931; Los latifundios en España. Su importancia, origen, consecuencias y solución, pról. de F. de los Ríos, Madrid, Gráficas Reunidas, 1932 (2.ª ed. ampl. y rev. con pról. de G. Anes, Barcelona, Ariel, 1975); La Reforma Agraria de la 2.ª República y la situación actual de la agricultura española, pról. de J. Velarde Fuertes, Barcelona, Ariel, 1973; Estudios sobre la agricultura española (1919-1971), ed. de J. L. García Delgado, Madrid, Ediciones de la Revista de Trabajo, 1974.
Bibl.: E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo xx, Barcelona, Ariel, 1971; J. Maurice, La reforma agraria en España en el siglo xx (1900-1936), Madrid, Siglo XXI, 1975; J. L. García Delgado, “A propósito de la segunda edición de Los latifundios en España. El ‘modelo Carrión”, en Investigaciones Económicas, 2 (1977); M. Tuñón de Lara, Medio siglo de cultura española (1885-1936), Barcelona, Bruguera, 1982; J. L. García Delgado, “Pascual Carrión, el andalucismo y la cuestión agraria”, en Actas del I Congreso sobre el Andalucismo Histórico, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1985; A. M. Bernal, Economía e historia de los latifundios, Madrid, Espasa Calpe, 1988; M. Artola Gallego (dir.), Enciclopedia de historia de España, vol. 4. Diccionario Biográfico, Madrid, Alianza Editorial, 1991; R. Robledo, Economistas y reformadores españoles: La cuestión agraria (1760-1935), Madrid, Ministerio de Agricultura, 1993; A. M. Bernal, “Manuel Tuñón de Lara: reforma agraria y Andalucía”, en J. L. de la Granja y A. Reig Tapia (eds.), Manuel Tuñón de Lara, el compromiso con la historia: su vida y su obra, pról. de P. Laín Entralgo, Bilbao, Universidad del País Vasco, 1993; E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles, vol. V, Barcelona, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 1999 .
Carlos Barciela López