Curiel, Alonso de. ?, m. s. xvi – p. t. s. xvii. Mercader, político.
Alonso de Curiel fue hijo de un próspero mercader llamado Diego de Curiel, que aunque residía en Burgos, mantenía importantes relaciones con la Corte de Madrid. Su tío, Jerónimo de Curiel, adquirió una gran influencia en el mundo de los negocios de Amberes y, por ende, con los gobernadores de Flandes, pero la relación no era tan fluida con el duque de Alba. Muy probablemente, Alonso de Curiel fue enviado por su padre con su tío para asegurar la continuidad del poder de la familia, ya que Jerónimo de Curiel no tenía descendientes varones.
En agosto de 1577, Jerónimo encomendó su sobrino Alonso de Curiel al gobernador de Flandes Juan de Austria, quien aceptó por precisar en aquellos momentos tanto fondos económicos como aliados políticos.
No obstante, Juan de Austria nunca mantuvo correspondencia directa con Alonso y sí con Jerónimo, a quien decidió enviar a París, con el objetivo de obtener la ayuda necesaria para financiar la guerra. Probablemente Jerónimo fue desde el principio acompañado por Alonso, ya que aparece desde entonces referido en los documentos como “un mercader residente en París”. A la muerte de Jerónimo de Curiel, ocurrida el 9 de febrero de 1578, Alonso solicitó una audiencia a Juan de Austria, a la que éste se opuso por considerarla peligrosa, habida cuenta de la conocida presencia de espías de Guillermo de Orange.
El 9 de marzo el gobernador de Flandes ordenó a Alonso de Curiel participar en una importante negociación del Rey, con el objetivo de alcanzar la reconciliación con el gobernador de Gravelines, Valentín de Pardieu, y logró un relevante éxito al conseguir fondos económicos procedentes de Amberes, Madrid y Burgos. Felipe II mantuvo un expectante interés sobre estas negociaciones y felicitó a Curiel en diversas ocasiones. Después éste logró negociar con nobles de la importancia de Emmanuel de Lalaing y con ciudades como Saint-Omer. En la historiografía neerlandesa y belga, el papel de Alonso de Curiel como reconciliador de las provincias “valonas” con Felipe II (1578-1579) ha sido injustamente subestimado.
No se vuelven a tener noticias suyas hasta el 4 de agosto de 1603, cuando Felipe III le propuso, en reconocimiento de sus servicios en Flandes, como asistente para el comercio con “los Estados de Flandes, Islas de Holanda, y Zelanda, vasallos de Príncipes y Repúblicas, amigos y Neutrales”. A partir de ese momento Alonso de Curiel ordena que se elabore una relación de sus negociaciones en Flandes y Francia.
Por su situación de asistente en Sanlúcar, Ayamonte, Lepe, Palos y Huelva recibía como salario, por parte del Consejo de Hacienda, una cantidad anual de seiscientos ducados.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, lib. 1010; Archivo General de Simancas, K. 1545-1547 y E. 578-579; Biblioteca Nacional de España, Mss. 7549 (reprod. en “Correspondencia de don Alonso de Curiel con Felipe II, don Juan de Austria y otros personajes sobre asuntos de Flandes”, en CODOIN, 51, 1867, págs. 137-244); Biblioteca del Palacio Real III/6483, doc. 1, Relación de los servicios que Alonso de Curiel hizo en Flandes a su Majestad, y los recados que en aprobación dellos tiene, Valladolid (después 4 de agosto 1603) (impr.).
C. H. Th. Bussemaker, De afscheiding der Waalsche Gewesten van de Generale Unie, vol. I, Haarlem, Bohn, 1895-1896, págs. 23-44; A. González Palencia, Gonzalo Pérez: secretario de Felipe II, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1946, pág. 466.
Violet Soen
