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Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos

Biografía

Queipo de Llano y Gayoso de los Cobos, Francisco de Borja. Conde de Toreno (VIII). Madrid, 6.XI.1840 – 31.I.1890. Político.

Hijo del conde de Toreno, José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia (1786-1843), que fue presidente del Consejo de ministros y autor de Levantamiento, guerra y revolución de España, y María del Pilar Gayoso de los Cobos y Téllez Girón. Bachiller en Artes (1858), realizó estudios de Derecho que no llegó a concluir. Casó en 1860 con María del Carmen Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohórques, con la que tuvo tres hijos.

Se presentó por primera vez en las elecciones para diputados de 22 de noviembre de 1864 por el distrito de Salas (circunscripción de Oviedo). El hecho de no haber alcanzado la mayoría de edad y también el de no haber presentado personalmente el acta dio lugar a un amplio debate tras el que fue aprobado el dictamen de la Comisión de Actas y alcanzó la condición de diputado.

Resultó de nuevo elegido en los comicios de 10 de marzo de 1867 por el distrito de Avilés, ocupando el cargo de secretario primero de la Mesa. En esta legislatura tuvo sus primeras intervenciones parlamentarias.

No resultó electo en las constituyentes de 1869 y no participó, por tanto, en el debate constitucional. Sí fue diputado —por el distrito de Cangas de Tineo— en las elecciones siguientes, que tuvieron lugar el 8 de marzo de 1871. Dirigió diversas preguntas al Gobierno sobre asuntos relacionados con los ataques a los españoles que habían ido a visitar al Papa a Roma o carteles de la Internacional aparecidos en Madrid.

En las elecciones de 2 de abril de 1872 resultó elegido de nuevo por Cangas de Tineo y participó de forma muy activa en la preparación del discurso de contestación al de la Corona en defensa de la Iglesia. “Lo que se pretende es descatolizar a esta nación”, afirmó en la sesión de 28 de mayo de 1872 (DSC, n.º 25, 28 de mayo de 1872, pág. 497).

En las elecciones de 24 de agosto de 1872 fue diputado por tercera vez por Cangas de Tineo. Intervino de nuevo en la preparación del discurso de contestación al de la Corona trazando su propia definición política: “Yo, Sres. Diputados, que procedo del campo moderado, y a mucha honra, hace algún tiempo, creyendo que mi bandera es algo más ancha, algo más grande y más importante para mi Patria, con escasos compromisos he aceptado el lema de alfonsino. Soy, pues, alfonsino, y como tal hablo desde este sitio, recogiendo las alusiones del Sr. Presidente del Consejo de Ministros.

Yo, por otra parte, desde que la revolución triunfó en este país, un día y otro he concurrido a los comicios, he asistido a las redacciones de los periódicos amigos y he contribuido por todos los medios legales que se me han concedido a rehacer la opinión a favor de la bandera que con tanta decisión, con tanto entusiasmo como cualquier otro pueda sustentar, sustento” (DSC, n.º 27, 15 de octubre de 1872, pág. 586).

No fue miembro de las Constituyentes de 1873, dominadas por los republicanos. Fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid desde 1867 y en 1874, y tras la Restauración fue designado alcalde de la capital.

El 2 de diciembre de 1875 fue nombrado ministro de Fomento en el segundo gabinete presidido por Cánovas del Castillo hasta el 7 de marzo de 1879. Durante su mandato se crearon la Escuela Veterinaria y el Instituto Agrícola de Alfonso XII. El ministerio publicó diversas obras (Compilación Legislativa de Instrucción Pública, Historia de Felipe II, Variedades de la vid, Cartas de las Indias). Hubo de hacer frente a la epidemia de filoxera. Organizó la Exposición Vinícola de Madrid de 1877. Reformó el Archivo de Alcalá de Henares y mejoró el de Simancas. Contribuyó desde el Ministerio a la elaboración del censo de 1877 y a la participación de España en la Exposición Universal de París de 1878, así como en las de Londres, Viena y Filadelfia. Impulsó proyectos de ley sobre propiedad intelectual, derechos de aguas y ensanches de diversas poblaciones.

Resultó electo para el primer Congreso de la Restauración —de nuevo por el distrito de Cangas de Tineo— el 20 de enero de 1876. Estas Cortes se prolongaron hasta el 29 de diciembre de 1878. Tuvo en ellas abundantes intervenciones sobre ferrocarriles y carreteras en su calidad de ministro. Reelegido el 20 de abril de 1879, se mantuvo como diputado por el mismo distrito hasta su fallecimiento en enero de 1890.

El 7 de marzo de 1879 fue nombrado de nuevo ministro de Fomento en el gabinete presidido por Martínez Campos, puesto que ocupó hasta el 9 de diciembre.

En esa misma fecha y de nuevo bajo la presidencia de Cánovas, pasó a ocupar la cartera de Estado hasta el 20 de enero de 1880. El 21 fue elegido por primera vez presidente del Congreso de los Diputados por 241 votos de un total de 253. Sustituyó a José Moreno Nieto, vicepresidente que había ejercido las funciones de presidente desde la muerte de Adelardo López de Ayala el 30 de diciembre de 1879. El 31 de diciembre del mismo año 1880 resultó reelegido. Ocupó la presidencia hasta el 9 de febrero de 1881. En su primera alocución agradeció a los diputados su elección que explicó en parte por el recuerdo de su padre. Se manifestó al mismo tiempo defensor del Reglamento del Congreso vigente frente a los que deseaban reformarlo para recortar la capacidad de iniciativa de la oposición.

En 1884 fue nombrado por Cánovas gobernador civil de Madrid. Pero el 21 de mayo resultó elegido presidente interino del Congreso de los Diputados y el 9 de junio definitivo por unanimidad (271 votos).

Ocupó la presidencia de la Cámara hasta el 11 de julio de 1885.

Francisco Queipo de Llano había publicado sus primeros trabajos en la Revista Mensual en 1868, que fueron Carlos I y la Revolución de Inglaterra y Los Reglamentos de las Cámaras. Fue cofundador y director del periódico El Tiempo, aparecido el 10 de febrero de 1870 para favorecer la restauración monárquica en la persona del príncipe de Asturias. Adquirió la Revista Contemporánea para la difusión de sus ideas. En ella publicó su artículo Absolutismo de Estado, sobre la enseñanza.

Publicó también en 1883 un estudio acerca del informe sobre la ley agraria de Jovellanos en La agricultura española en el siglo xix, obra editada por la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid, de la que formaba parte.

El VIII conde de Toreno ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas el 16 de enero de 1881 con un discurso sobre la libertad de enseñanza.

Pronunció otro sobre La importancia política, social y económica de las grandes capitales en las naciones modernas el 27 de diciembre de 1885 con motivo del aniversario de la creación de la Academia. El 21 de noviembre de 1886 contestó al de ingreso de Servando Ruiz Gómez con uno sobre La influencia de las costas y de las fronteras en la política y en el engrandecimiento de los Estados. Contestó también al de ingreso de Raimundo Fernández Villaverde el 19 de mayo de 1889 con unas Consideraciones histórico-críticas acerca del sufragio universal, como órgano de la representación política en las sociedades modernas. Fue además autor de numerosos informes y dictámenes para la corporación.

Publicó en 1872 una colección de discursos parlamentarios de su padre, el VII conde de Toreno.

Francisco Queipo transitó del Partido Moderado al Liberal-Conservador, convirtiéndose en uno de los más firmes representantes del alfonsismo y el canovismo.

Según su contemporáneo Linares Rivas, “cuando el conde de Toreno puede, crea conflictos religiosos, como el de Castañeira en Mahón; aspira a regularizar la instrucción pública con espíritu fanático, casi, casi, a gusto de los ultramontanos; o lleva a un alto puesto político administrativo al neo barón de Covadonga, que combatiera en el Senado el artículo 11 de la Constitución con la rabia del sectario, aunque con la debilidad propia de sus escasas fuerzas oratorias.

Son los moderados de siempre, encadenados a la mayoría por los lazos del presupuesto como Prometeo a la roca [...] hoy distínguese por su canovismo rabioso y exaltado”. Para Conrado Solsona y Baselga, Toreno era “noble con patente de nobleza, porque la patente es el título; personaje por los altos cargos ejercidos, que personaje político es quien pasa la raya de ministro; orador porque habla, discute y acciona en el Parlamento; académico sin los grados superiores, porque en la Academia de las Ciencias tiene un sillón, y grande de España por lealísimo servidor de la monarquía y del rey, y leal porque ama, y servidor porque obedece”.

El 28 de diciembre de 1889 intervino por última vez en el pleno del Congreso. El 17 de enero subió también por última vez las escaleras del Palacio Real para ser consultado a petición de la Reina. El 31 de enero de 1890 fallecía en Madrid. Contaba, entre otras, con la Gran Cruz de Carlos III, la de Leopoldo de Bélgica y la de Nuestra Señora de Villaviciosa, de Portugal. Era caballero profeso del hábito de Santiago y gentilhombre de Cámara con ejercicio y servidumbre.

Presidió la Sociedad Geográfica.

 

Obras de ~: Discursos parlamentarios del Conde de Toreno. Publicados y anotados por su hijo, el Excmo. Sr. D. Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso [...], Madrid, Berenguillo, 1872; Discursos leídos ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en la recepción pública del Excmo. Sr. Conde de Toreno el domingo 16 de enero de 1881, Madrid, Manuel Tello, 1881; Discursos y rectificaciones del Conde de Toreno, Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso pronunciados en el Congreso los días 19, 20 y 22 de abril de 1882 con motivo de la discusión del tratado de comercio entre España y Francia firmado el 6 de febrero de 1882, Madrid, Viuda de Hijos de J. A. García, 1882; Influencia de las costas y fronteras en la política y engrandecimiento de los estados. Discursos en la recepción pública del Excmo. Sr. D. Servando Ruiz Gómez y de contestación del Excmo. Sr. Conde de Toreno leídos en la junta pública de 21 de noviembre de 1886, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1886; Discursos (sobre el sufragio universal como órgano de la representación política en las sociedades modernas) leídos ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en la recepción pública del Señor D. Raimundo Fernández Villaverde, Madrid, Manuel G. Hernández, 1889; Necrología del Excmo. Sr. D. Servando Ruiz Gómez escrita por encargo de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1890.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 52 n.º 2; 59 n.º 2; 65 n.º 1; 69, n.º 2; 72 n.º 13; 78 n.º 13; 85 n.º 6; 91 n.º 6; 96 n.º 3; 103 n.º 1.

A. Linares Rivas, La primera Cámara de la Restauración: retratos y semblanzas, Madrid, J. C. Conde, 1878; P. E. de Tébar y J. de Olmedo, Las segundas Cortes de la Restauración.

Semblanzas parlamentarias. Congreso de los Diputados, Madrid, Imprenta de Manuel G. Hernández, 1879; Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 87, 21 de enero de 1880, págs. 1475-1476; n.º 2, 31 de diciembre de 1880, págs. 8-10; n.º 2, 21 de mayo de 1884, pág. 17; n.º 17, 9 de junio de 1884, págs. 462-463 y 466-467; C. Solsona y Baselga, Semblanzas de políticos. Primera serie, Madrid, Fernando Fe, 1887; P. de Jové y Hevia, Necrología del Excmo. Sr. don Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso, conde de Toreno, leída ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en las sesiones ordinarias de 4 y 26 de marzo de 1890, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1890; E. Esperabé de Arteaga, Diccionario enciclopédico y crítico de los hombres de España, Madrid, Ibarra, 1947; M. A. González Muñiz, Los asturianos y la política: de las Cortes de Cádiz a nuestros días, Salinas, Ayalga, 1976; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quién hemos sido gobernados los españoles? (1705- 1998), Madrid, Actas, 1998; F. Ruiz Cortés y F. Sánchez Cobos, Diccionario biográfico de personajes históricos del siglo xix español, Madrid, Rubiños 1860, 1998; P. Pascual (ed.), El compromiso intelectual del político: ministros escritores en la Restauración canovista, Madrid, Ediciones de la Torre, 1999; J. R. Urquijo Goitia, Gobiernos y ministros españoles (1808- 200), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001; F. Alós y Merry del Val y J. L. Sampedro Escolar, 150 años del Ministerio de Fomento: ministros de 1851 a 2001, Madrid, Ministerio de Fomento, 2002.

 

Mateo Maciá

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