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Jesús de las Cuevas y Velázquez-Gaztelu

Biografía

Cuevas y Velázquez-Gaztelu, Jesús de las. Madrid, 3.I.1920 – Ronda (Málaga), 3.X.1991. Poeta, ensayista, novelista y orador.

Nacido en Madrid, al término de la Guerra Civil se afincó en Arcos de la Frontera, de donde sus padres —José María de las Cuevas y María Josefa Velázquez- Gaztelu— eran naturales y conservaban su patrimonio.

Estudió la carrera de Filosofía y Letras, sección Historia, en la Universidad de Sevilla. Por ello, aparte de su arte nato de conversador y orador y pregonero de amplio eco popular, su principal actividad la tuvo en la investigación y cultivó especialmente el ensayo y la novela.

Comenzó la andadura literaria de la mano de su hermano José, pues los Cuevas, en palabras de Federico García Sanchiz, “eran un entendimiento bicéfalo con un solo corazón”, creadores —en unión del profesor y escritor arcense Higinio Capote— de la llamada Escuela Literaria de Arcos, un pueblo que, al decir de Pemán, “daba poetas y escritores por colleras”.

Su unión fraterna, en plena comunión de espíritus —como los Machado o los Quintero—, queda latentemente reflejada en un prólogo que Jesús encargó a Pepe para uno de sus libros, donde éste comienza diciendo: “Escribirle un prólogo a mi hermano es como escribírmelo a mí mismo. Mi hermano no sólo escribe a mi lado, frente a mi mesa, alrededor de los mismos libros que conocemos, página a página, y con la misma gran ventana abierta por la que vemos el mismo pedazo de campo y de cielo...”.

Así, escribieron tempranamente obras teatrales, como Cuando los Ángeles hablaban con los hombres y Pueblo dormido que en 1946 les valió el Premio Nacional del Teatro Español Universitario. Pero esta incursión en el teatro no tuvo luego continuación y quedó inédita la obra A la hora en que la nieve cae. Después, su hermano José desvió su atención hacia la historia del vino y el brandy de Jerez, lo que fue continuado en 1952 por Jesús con Nuevas páginas sobre la viña y el vino de Jerez. Con ese conocimiento del mundo del vino y la capacidad narrativa de ambos, no sorprende que convirtieran el ambiente bodeguero del marco de Jerez en el centro de su novela La bodega entrañable, publicada en 1957, que recibió el Premio de la Vendimia de Jerez.

Pero, sin duda, la obra más reconocida de ambos es Historia de una finca, que, publicada al año siguiente, ha quedado como modelo de novela costumbrista verdaderamente andaluza. En este contexto fueron pioneros, junto a José Antonio Muñoz Rojas y Manuel Halcón, de la nueva narrativa social andaluza y autores, junto a ellos, de las mejores obras interpretadoras que ahondaron sobre el campo andaluz. De hecho, cuando en 1962 Manuel Halcón pronunció su discurso de ingreso en la Real Academia Española con el tema titulado Sobre el prestigio del campo andaluz, se palpó claramente la influencia de la novela de los hermanos Cuevas, circunstancia que también se aprecia en el discurso de contestación de José María Pemán.

La fraternidad literaria, sin embargo, quedó truncada a principios de la década de 1960, cuando José quedó imposibilitado a causa de un accidente cerebral.

Emprendió entonces Jesús de las Cuevas carrera él solo con una novela última titulada Cada buitre en su almena, de total inspiración arcense, que fue finalista del Premio Nadal y se publicó en Madrid en 1966. Aunque un par de años después recibiera conjuntamente con su hermano el Premio Ciudad de Sevilla por Mientras se apagan las ventanas de Sevilla y apareciera publicada, en 1981, Curro y los aparceros —obra que guarda una estrecha relación con el mundo costumbrista de Historia de una finca—, lo cierto es que Jesús de las Cuevas no volvió a internarse en el campo de la novela.

No olvidó la literatura sobre el vino y la vendimia de Jerez, según él, “gran fiesta, donde se recitan vinos endecasílabos y se beben versos amontillados”, por la que continuó interesándose con la publicación de El arte de alegrarse (1963) y Los vinos de Andalucía (1979). Prácticamente, a partir de entonces, dio a la luz un elevado número de trabajos, especialmente en las revistas Archivo Hispalense y Revista de Estudios Americanos, que derivaban de su labor investigadora sobre la historia del siglo XIX y de la que surgieron ensayos, opúsculos, monografías como Cádiz y los viajeros románticos, en 1974. No obstante, se centró sobre todo en el descubrimiento, estudio y publicación de diversos epistolarios sobre Bécquer, Reinosa, Fernán Caballero, Gómez de Avellaneda, el pintor Pacheco y el doctor Thebussem, así como la famosa polémica sobre El Greco en el XVI o la Canción de Barahona de Soto, entre otras varias. Gran parte de ese interés por el epistolario inédito se recoge en Andalucía en papel de cartas, que publicó en 1987.

Poeta de amplia obra, en gran parte publicada en revistas literarias sin haberla recopilado en libros, Jesús de las Cuevas, cuando murió, había retornado al campo de la novela. De hecho trabajaba con gran entusiasmo en Historia de una casa, que tenía muy adelantada, en la cual pretendía aglutinar el acontecer de una familia noble del siglo xix venida a menos.

Poco después falleció su hermano José. Se cerró así una vida doblemente creadora, en la que los dos hermanos unieron sus nombres para firmar sus obras literarias y periodísticas, noble gesto que mantuvo Jesús de las Cuevas, incluso después de la enfermedad de su hermano, culminando los proyectos y sueños comunes en la adversidad que impedía a uno de ellos seguir escribiendo. Un caso único y distinto al de los hermanos Machado o los Álvarez Quintero, en que la muerte de uno de ellos cortó la vinculación creativa.

Así, ambos ingresaron en el Ateneo de Sevilla y en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, como también en la Real Hispanoamericana de Cádiz, en la de San Telmo de Málaga, San Dionisio de Jerez y San Romualdo de San Fernando, entre otras. Asimismo, fue a ambos hermanos a quienes el Ayuntamiento de Arcos de la Frontera nombró como hijos adoptivos de la ciudad y la plaza donde vivieron ambos hermanos lleva hoy sus nombres y en ella luce un busto en bronce, ante el que anualmente son recordados, así como en una Semana Cultural en que se estudian su vida y sus obras.

 

Obras de ~: Con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Vivir contigo, Sevilla, Editorial Católica Española, 1945; con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Cuando los Ángeles hablaban con los hombres y Pueblo dormido, pról. de Florentino Pérez Embid, Madrid, Talleres de Estades, 1946 (col. El Carro de las Estrellas, n.º 2); Nuevas Páginas de la Viña y el Vino de Jerez, Jerez de la Frontera (Cádiz), Editorial Jerez Industrial, 1952; La bodega entrañable, Jerez de la Frontera (Cádiz), Editorial Jerez Industrial, 1957; con J. de las Cuevas Velázquez- Gaztelu, Historia de una Finca, Jerez de la Frontera (Cádiz), Editorial Jerez Industrial, 1958 (Sevilla, Ediciones El Desembarco, 2006); con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Los mil años del castillo de Tarifa: 960-1960, Cádiz, Instituto de Estudios Gaditanos, 1964; con J. de las Cuevas Velázquez- Gaztelu, Monografías de los pueblos de la Provincia de Cádiz, Cádiz, Diputación Provincial, 1959-1965; Cada buitre en su almena, Madrid, Fermín Uriarte, 1966; con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Arcos de la Frontera, Cádiz, Diputación Provincial, 1967; con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Mientras se apagan las ventanas de Sevilla, Barcelona, Planeta, 1968 (col. Autores Españoles Contemporáneos); Cádiz y los viajeros románticos, Cádiz, Caja de Ahorros, 1974; con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Vida y Milagros del Vino de Jerez, Cádiz, Editorial Sexta, 1979; con J. de las Cuevas Velázquez- Gaztelu, Bicentenario de Garvey (Jerez, 1780-1980): De la verde Irlanda al espléndido futuro del Jerez, Cádiz, Sexta, 1980; con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Curro y los aparceros, Sevilla, Caja Rural Provincial, 1981; Sierra y mar (Cádiz: la provincia de los contrastes), Madrid, Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1981; Paul y Angulo, Jerez de la Frontera (Cádiz), Caja de Ahorros de Jerez, 1987 (col. Ensayo, n.º 2); con J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu, Historia de una Casa (inéd.).

 

Bibl.: F. Pérez Embid, “Estudio-Prólogo”, en J. de las Cuevas Velázquez-Gaztelu y J. de las Cuevas Velázquez- Gaztelu, Cuando los Ángeles hablaban con los hombres y Pueblo dormido, op. cit.; A. Murciano González-Arias de Reyna y C. Murciano González-Arias de Reyna, Antología de Poetas de Arcos, Arcos de la Frontera (Cádiz), Alcaraván, 1958, págs. 11-16 y 31-38; F. C. Sainz de Robles y Correa, Ensayo de un Diccionario de la literatura, Madrid, Aguilar, 1964 (3.ª ed.), págs. 300-301; M. Ríos Ruiz, Diccionario de escritores gaditanos, Cádiz, Instituto de Estudios Gaditanos, 1973; J. M.ª Javierre, Gran Enciclopedia de Andalucía, t. III, Sevilla, Anel, 1979, págs. 1107-1109; J. Rodríguez-Piñero, Cádiz y su provincia, t. IV, Sevilla, Guever, 1985, págs. 271-272; A. Murciano González-Arias de Reyna, “Cuevas Velázquez- Gaztelu, José y Jesús de las”, en VV. AA., Diccionario de Ateneístas, t. I, Sevilla, Ateneo, 2002, págs. 128-130; M. Pérez Regordán, La Historia de Arcos a través de sus Calles, Arcos de la Frontera (Cádiz), Ayuntamiento, 2002, págs. 360-364; A. Murciano González-Arias de Reyna, Líderes Andaluces del Siglo xx, t. I, Sevilla, Siglo XX Líderes, 2005, págs. 331- 338.

 

Antonio Murciano González-Arias de Reyna

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