Jiménez-Alfaro Alaminos, Manuel. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 8.II.1898 - Madrid, 11.I.1992. Teniente coronel de artillería. General inspector del CIAC y fundador de FASA-Renault.
Con tan solo 13 años de edad, Manuel Jiménez-Alfaro y Alaminos ingresaba el 1 de septiembre de 1911 en la Academia de Artillería de la que egresaría como 1.er teniente el 27 de junio de 1917. Su primer destino fue el Regimiento de Posición, donde sería autorizado en febrero de 1919 a efectuar prácticas de tracción en las locomotoras de la Compañía “Caminos de Hierro del Norte”. Fue su primer paso hacia una dilatada carrera consagrada a los medios de transporte mecanizados.
Tras ejercer en 1920 de profesor de Química en la Academia de Artillería, en diciembre del mismo año ascendió a capitán. Después de permanecer en dos destinos del Arma, en agosto de 1921 se incorporó a la Comandancia de Artillería de Larache, donde participó en un sinfín de operaciones y acciones de fuego que le supusieron la concesión de su primera Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, a la que se añadirían a lo largo de su carrera, entre otras, dos de la misma clase y una Medalla al Mérito en el Trabajo en su categoría de plata de 1.ª clase.
En diciembre de 1923 regresó a la península donde tras ocupar varios destinos, en junio de 1926, previo concurso, fue destinado como profesor de la Escuela de Automovilismo de Artillería en la que permaneció hasta el 5 de septiembre, fecha en la que por real decreto se dispuso la suspensión de empleo, fuero, atribuciones y uso de uniforme y sueldo a todos los jefes y oficiales de la escala activa del Arma de Artillería, aunque quedando excluidos los que se encontraban en las guarniciones de Marruecos (suceso interpretado como tercera disolución del Cuerpo de Artillería). No obstante, por real decreto de 17 de noviembre se dio opción a solicitar el reingreso a los afectados. Jiménez-Alfaro fue uno de los que aceptó las condiciones aunque a la espera de su aprobación definitiva, siendo destinado en diciembre de 1926 al 3.er Regimiento de Artillería a Pie.
Por una real orden de febrero de 1930 se acepta su reingreso definitivo en la escala activa del Arma de Artillería. Después de pasar por varias unidades, el 10 de julio de 1931 causó baja en el Ejército por habérsele concedido el retiro extraordinario, fijando su residencia en Madrid donde le sorprendió el inicio de la guerra Civil. El hecho de no presentarse en el Ministerio de la Guerra supuso su persecución por las autoridades republicanas, ante lo cual se refugió en la legación de Noruega donde ejerció de secretario del embajador. Pese a las precauciones tomadas, en agosto de 1937 fue detenido por la policía republicana y encarcelado por espionaje, hasta que el 28 de marzo de 1939 fue liberado por las fuerzas nacionales en Valencia, lugar donde se encontraba preso.
Superado el correspondiente juicio de depuración, en septiembre de 1940 reingresó en la escala activa. En enero de 1941 ascendió a comandante (con antigüedad de marzo de 1936), y en marzo a teniente coronel (con antigüedad de junio de 1940), siendo destinado en abril a la Escuela Politécnica del Ejército, Grupo de Automóviles, en la que llegaría a ser profesor principal. Encontrándose en este cometido, en agosto de 1943 entró a formar parte de la plantilla del Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción (CIAC), Rama de Armamento, donde llevó a cabo hasta abril de 1954 numerosas visitas a bases, fábricas, exposiciones, congresos, etc., relacionados con el mundo automovilístico, tanto en España como en Inglaterra, París o Bruselas.
Fue durante este período cuando Jiménez-Alfaro se inició en una nueva faceta que le llevaría a ser el fundador de FASA Renault. En 1950 se puso al frente de un grupo de industriales, financieros y personas influyentes como Nicolás Franco o José González-Regueral, alcalde de Valladolid, para solicitar a la firma francesa Régie Nationale des Usines Renault (RNUR) licencia para ensamblar vehículos Renault 4CV en España.
Pese a la oposición inicial del presidente de RNUR, Pierre Lefaucheux, la petición fue aceptada el 12 de febrero de 1951 y convertía a Jiménez-Alfaro en el único titular de la licencia. El siguiente paso a superar sería la obtención de los correspondientes permisos oficiales para instalar en España una industria que fabricara el Renault 4CV. Pese a la oposición mostrada por el Instituto Nacional de Industria, los méritos del solicitante y el supuesto apoyo de Nicolás Franco, dieron como resultado que el 19 de octubre de 1951 el Ministerio de Industria autorizara el montaje de este tipo de vehículos en Valladolid.
Superadas sendas etapas, el 29 de diciembre de 1951 se constituiría en Valladolid, con ayuda financiera privada y un capital social inicial de cinco millones de pesetas, la sociedad “Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima (FASA-Renault)”, primera empresa en España de producción en serie de automóviles en la que Manuel Jiménez-Alfaro sería nombrado gerente del consejo constituyente, para posteriormente serlo del consejo de administración en el que continuaría hasta 1990, es decir, dos años antes de su fallecimiento.
Es muy probable que las anteriores circunstancias motivaran que en mayo y junio de 1952 estuviese de licencia por asuntos propios en Valladolid, y en abril de 1954 requiriese su pase a la situación de supernumerario con residencia en la misma ciudad.
Ascendido en octubre de 1954 a coronel del CIAC, en junio de 1956 pasó a la situación de disponible siendo designado en enero del año siguiente director de la Fábrica Nacional de Toledo. En agosto de 1959 cesó en el cargo por haber sido promovido a general subinspector del CIAC, Rama de Armamento, pasando a desempeñar la jefatura de Industrias Metalúrgicas de la Dirección General de Industria y Material. En este puesto ejerció de vocal del consejo de administración de la Empresa Nacional Santa Bárbara de Industrias Militares, S.A., y vocal representante técnico del Ministerio del Ejército en el Patronato del Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica “Esteban Terradas”.
En julio de 1960 fue nombrado director general de Industria y Material, y en septiembre vocal representante del Ministerio del Ejército en el consejo de administración del Instituto Nacional de Industria. El 6 de septiembre de 1961 fue promovido a general inspector del CIAC, que no evitó que continuara ejerciendo los anteriores cargos de vocal, a los que se añadirían a partir de julio de 1963 el de vocal representante del Ministerio del Ejército en la comisión nacional de Investigación del Espacio, y en octubre de 1964 presidente de la comisión gestora del consejo de administración del Instituto Nacional de Industria. Fueron años de gran actividad hasta que por Decreto de 8 de febrero de 1966 se dispuso su pase a la situación de reserva por haber cumplido la edad reglamentaria.
Fuentes y Bibl.: Hoja de servicios. Archivo General Militar de Segovia, AGMS/1.ª/GU/36J/Exp. 20; BOE núm. 292, de 19 de octubre de 1951.
E. M. Sánchez Sánchez, “La implantación industrial de Renault en España: los Orígenes de FASA-Renault, 1950-1970”, en Revista de Historia Económica / Journal of Iberian and Latin American Economic History, Cambridge University Press, (March 2004), págs. 147-175; V. Presencio, “Manuel Jiménez-Alfaro (IV)”, en El Norte de Castilla, 14 de noviembre de 2007; T. Fernández de Sevilla i Mansanet, El desarrollo de la industria del automóvil en España: El caso de FASA-Renault, 1951-1985, tesis doctoral, Barcelona, Universidad de Barcelona, 2013; D. Quirós Montero, Labor Social de los hijos del Colegio/Academia de Artillería, Segovia, Patronato del Alcázar de Segovia, 2016; “Acto de donación del busto del General Jiménez-Alfaro a la Academia de Artillería”, en El Adelantado de Segovia, 9 de febrero de 2018.
Diego Quirós Montero
