Montaño, Fermín. Pamplona (Navarra), c. 1757 – Cádiz, 4.II.1818. Director subinspector de Ingenieros y brigadier de Ejército.
Ingresó en el Ejército como cadete en el regimiento de infantería de Lisboa, el 1.º de febrero de 1770, del que pasaba al regimiento de infantería de Córdoba.
Montaño realizó estudios en la Real Academia de Matemáticas de Ceuta, filial de la de Barcelona, cuyo plan de enseñanza debía seguirse en el primeramente citado centro. Una vez terminados los cursos reglamentarios, pasó destinado a la plaza de Orán, en cuya guarnición sirvió durante siete años.
El 4 de noviembre de 1776 fue nombrado subteniente de Ingenieros, ascendiendo a teniente y a ingeniero extraordinario el 25 de junio de 1782. En 1784 era destinado a la Dirección del Cuerpo en Valencia y, al siguiente año, a las islas Baleares, recibiendo el grado de capitán de Ejército en la promoción del 14 de enero de 1789 (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad). En ese mismo año, pasaba a servir a la plaza de Ceuta, asistiendo a su defensa. Ceuta sufrió en el siglo XVIII varios asedios, pero dos fueron los más importantes. El primero fue el que le puso el emperador de Marruecos, Muley Ismail, desde 1696 hasta 1727. En cuanto al segundo, al que asistió Montaño, se produjo a finales de siglo, entre los años 1790 y 1791 y fue efectuado por el hijo de Muhammad III, al-Yazid. Durante el sitio, Montaño se distinguió durante el incendio del parque y maestranza de Artillería, por su contribución a la extinción.
Ascendido a capitán 1.º y a ingeniero en segundo el 15 de marzo de 1790, en noviembre de ese año era destinado a Santiago de Cuba, embarcando para la isla caribeña en abril de 1791. Con ocasión de la guerra contra la Francia revolucionaria, llamada “Guerra de la Convención”, marchó en 1793 hasta la localidad de Bayajá (isla de Santo Domingo), donde fue nombrado cuartel maestre general de las tropas que debían defender la parte española de la mencionada isla. Permaneció en el cargo y función hasta la firma de la paz en 1795, en que regresaba a Santiago de Cuba, donde se le otorgaba, el 15 de marzo de 1796, el grado de teniente coronel de Ejército.
Durante su larga estancia en Cuba, fue promocionado sucesivamente a teniente coronel de ingenieros el 28 de mayo de 1798 y a coronel del Cuerpo el 15 de febrero de 1805. En 1806 se trasladaba a La Habana, como jefe interino de la dirección de Ingenieros de la isla, siendo, al año siguiente, nombrado cuartel maestre general de las tropas reunidas, en prevención de un posible desembarco inglés, en el marco de Guerra anglo-española (1804-1809), enmarcada, a su vez, en las guerras napoleónicas. Finalmente, la armada inglesa se decidió, con evidente fracaso, con dos expediciones al virreinato del Río de la Plata. En 1815 Montaño entregaba el mando de la dirección de Ingenieros a su propietario, el inspector subinspector del Cuerpo, Antonio María Bocarro. En octubre, también de 1815, Montaño regresaba a la Península, habiendo recibido, con anterioridad, el 13 de marzo del mismo año, el ascenso a brigadier de ejército.
Siempre en 1815, en noviembre, era destinado a la dirección de Aragón, pero poco después de incorporarse fue designado, en enero de 1817, vocal de la junta de fortificaciones de la plaza de Cádiz, en donde falleció un año más tarde.
Fuentes y bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1797-1817; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño