Fuentidueña, Pedro de. Segovia, 1535 – Salamanca, 1.V.1579. Teólogo, padre conciliar de Trento.
Estudió en Segovia Gramática y luego pasó a la Universidad de Alcalá de Henares, donde cursó Artes. Allí obtuvo el título de bachiller el 6 de abril de 1545, la licenciatura el 16 de octubre de 1548 y el doctorado el 16 de septiembre de 1553. Seguidamente estudió Teología, consiguiendo el doctorado el 16 de abril de 1559. Alternó sus estudios rigiendo varias cátedras de Retórica. Fue colegial alternativamente de los colegios Trilingüe, Madre de Dios y San Ildefonso.
El 18 de enero de 1562 se celebró solemnemente la primera sesión de la tercera etapa del Concilio de Trento. Al mismo acudió Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca, que llevaba como teólogo a Pedro de Fuentidueña, que se distinguió por su elocuencia y erudición. Fue uno de los más insignes teólogos del tercer período tridentino. En 1563, los legados le encargaron la refutación de la diatriba anticonciliar de Juan Fabricio Montano, que por aquellos días había sido presentada a los padres del concilio, y participó en otras comisiones que trataron sobre el sacramento del orden y el uso de la Eucaristía. El 21 de mayo de 1563, en nombre del embajador del rey de España ante el concilio, Claudio Fernández de Quiñones, conde de Luna, presentó en un discurso a la Asamblea conciliar los trabajos que España estaba realizando por la causa católica. También intervino en el decreto que declaraba nulos los matrimonios clandestinos.
De regreso a España, asistió a los sínodos diocesanos de 1565 y 1570 que se celebraron en Salamanca, en los que fue designado examinador de curatos. En 1565 fue nombrado canónigo penitenciario de la catedral salmantina y en 1577, arcediano de Alba de Tormes. En 1671 viajó a Roma y predicó en varias ocasiones ante el papa San Pío V, que le encargó que escribiese De sacerdocio et sacrificio cristiano en contra de los centuriadores y que colaborase en la redacción del Catecismo Romano.
En la revisión y recolección de las obras de san Isidoro que mandó el rey Felipe II que se realizase, se le encargó el libro De ortu et obitu pastorum, que lo corrigió con gran esmero. También se pidió su colaboración para la Historia Eclesiástica, que había de publicar un grupo selecto de eruditos españoles, con Antonio Agustín como presidente, pero el proyecto no llegó a realizarse. Cuando falleció, a los sesenta y tres años de edad, se le dio sepultura en la catedral salmantina, en la capilla de San Nicolás obispo.
Obras de ~: Pro sacro et oecumenico Concilio Tridentino adversus Joannem, Fabricium Montanum Apología ad Gernmanos, Salamanticae, apud Joannewm Terranova, 1563; Orationes ad Patres habitam in Sacro Concilio Tridentino nomine regis Hispaniarum Philippi II, pro Claudiuo Quignonio Lunae Comité die 21 maii 1563, Compluti, apud tipographum Robresium, 1564 (vers. cast., Alcalá por Pedro Robles, 1564); Conciones duas habitas ad eadem Synodum anno 1562, Salmanticae, 1569; Tres sermones predicados ante el papa Pío V, Roma, 1575.
Bibl.: D. Colmenares, Vida y escritos de escritores segovianos, Madrid, 1840 (Segovia, Academia de Historia y Arte de San Quirce, 1969-1974); T. Baeza González, Apuntes biográficos de escritores segovianos, Segovia, Sociedad Económica Segoviana de Amigos del País, 1877, págs. 93-100; C. Gutiérrez, Españoles en Trento, Valladolid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Jerónimo Zurita, 1951, págs. 923-934; “Fuentidueña, Pedro de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de la Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, CSIC, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 965; B. Llorca, “Felipe II y la participación de España en Trento”, en R. García Villoslada (dir.), Historia de la Iglesia en España, vol. III, t. 1, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1980, págs. 453-503.
Arturo Llin Cháfer
