Flecha, Mateo. El Viejo. ¿Prades (Tarragona)?, c. 1481 – ¿Poblet (Tarragona)?, c. 1553. Compositor.
François-Joseph Fétis, en su Biographie universelle des musiciens (1835-1844), asegura que cursó estudios de música en Barcelona con el maestro Juan Castelló.
El 17 de diciembre de 1522, Flecha ingresó como cantor en la catedral de Lérida, de la que fue nombrado maestro de capilla el 30 de septiembre del año siguiente; abandonó el cargo antes del 31 de octubre de 1525, que es la fecha en que fue sustituido por Juan Molló. No vuelve a haber noticias suyas hasta 1533, en que su nombre aparece entre los testimonios de preparación de las constituciones sinodales del obispado de Sigüenza, de cuya catedral fue maestro de capilla entre 1537 y 1539. Podría ser que el Michaelis Fleixa, beneficiado de la iglesia valenciana de San Lorenzo desde septiembre de 1537, fuese en realidad Mateo Flecha, que en todo caso parece que el 5 de marzo de 1541 reingresó como cantor en la seo leridana. En mayo de 1544 fue nombrado maestro de capilla de las infantas de Castilla, María y Juana, en el castillo de Arévalo, aunque dos notas del mayordomo de palacio indican que en 1546 aún no había sido confirmado en el cargo. Dado que, en 1552, Bartolomé Escobedo dejó de ser maestro de capilla de la infanta Juana, cabe suponer que Flecha abandonó el puesto un tiempo antes, tal vez en 1548, tras producirse el enlace matrimonial entre la infanta María y Maximiliano de Austria. Aunque en 1557 ya había fallecido, su obra seguía despertando interés, como lo prueba el hecho de que el clérigo valenciano, Pedro Pujol, consiguiera licencia para imprimirla, proyecto que no parece haber llegado a término. En el documento por el que se le otorga el permiso de impresión, emitido en Valladolid, se dice que Flecha fue “maestro de capilla de la Majestad”.
En 1581, fray Mateo Flecha, sobrino de Flecha, el Viejo, publicó en Praga, en casa de Jorge Negrino, la única colección impresa de las obras de su tío de la que se tiene noticia: Las ensaladas de Flecha, maestro de capilla que fue de las sereníssimas infantas de Castilla, dedicada a Juan de Borja, embajador español en la Corte imperial austríaca; de este impreso sólo queda un ejemplar incompleto (los cuadernos del Tiple, Alto y Tenor se guardan en la Biblioteca del Orfeó Català y el del Baxo, en la Biblioteca de Catalunya, ambas en Barcelona; falta el cuaderno que copiaba la voz del Quintus). Estas y otras composiciones suyas debieron de gozar en su día de gran estima, a tenor de las distintas fuentes y adaptaciones que han sobrevivido.
Además del impreso de Praga, transmiten obras de Flecha la colección de Villancicos de diversos autores, a dos, y a tres, y a quatro, y a cinco bozes más conocida como Cancionero de Uppsala (Venecia, 1556), el Cancionero de Barcelona (Biblioteca de Catalunya, ms. M454), un manuscrito musical del siglo xvi de la antigua biblioteca de la casa ducal de Medinaceli (Palma de Mallorca, biblioteca de Bartolomé March, ms. Medinaceli 607), Le Difficile des chansons, editado por J. Moderne (Lyon, 1544), y dos colecciones manuscritas de ensaladas posteriores a 1581 (Biblioteca de Catalunya, mss. 581/I-II). Tanto Enríquez de Valderrábano en su Libro de música de vihuela intitulado Silva de sirenas (Valladolid, 1547), como Diego Pisador en su Libro de música de vihuela (Salamanca, 1552) y Miguel de Fuenllana en su Libro de Música de Vihuela, intitulado Orphenica lyra (Sevilla, 1554) adaptaron para voz y vihuela varias de sus composiciones.
Por otra parte, la Missa Caça, a cuatro de Cristóbal de Morales y otras dos misas anónimas, la Missa de bomba, a cuatro y la Missa Batalla, a cuatro, las tres copiadas en el manuscrito Medinaceli 607, parodian sendas ensaladas del autor.
En las ensaladas, Flecha emplea con profusión el recurso de la cita, base de la técnica de este género musical, en boga en España durante el segundo tercio del siglo xvi. Escritas con motivo de la Navidad, en un período aproximado de diez años, que abarcaría desde 1524-1535 hasta 1543, según Romeu (1958), en ellas se entrelazan melodías propias y ajenas en un discurso musical continuo, por momentos expresivo, en el que alternan períodos musicales homofónicos con otros en los que desempeña un papel preponderante la imitación. Las citas apenas sobresalen del conjunto gracias a un lenguaje muy peculiar, entre culto y popular, reflejo sin duda del gusto musical de ciertos ambientes nobiliarios de la sociedad española del Renacimiento. De entre todas las piezas del género destaca especialmente La viuda, ensalada de carácter autobiográfico cuyo texto menciona una serie de personajes con los que Flecha el Viejo pudo haber entrado en relación, entre ellos el duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza (fallecido en 1531), y el duque de Calabria, Fernando de Aragón (muerto en 1551); según Muñoz (2001), la obra podría estar dedicada a la segunda esposa de este último, Mencía de Mendoza. En el texto que sirve de base a la composición se suceden once citas distintas, que al menos en cuatro ocasiones conllevan una cita musical en la voz del Tiple. Se trata, en primer lugar, del fragmento de una Lamentación de Jeremías, “Facta est quasi vidua domina gentium” (Liber Usualis, 626) (compases 56-63). El segundo fragmento procede de la canción Recuerde el alma dormida, cuyo texto parodia una obra célebre, Coplas a la muerte de mi padre de Jorge Manrique (compases 82-86). La tercera cita musical procede del romance por la muerte de Durandarte, “Durandarte, Durandarte, / buen caballero probado” (compases 162-165 y 170-173), del que se conocen dos versiones musicales distintas: una a cuatro voces de Francisco Milán y otra para canto y vihuela de Luis Milán. La última cita pertenece a la célebre canción Guárdame las vacas, carillo (compases 313-316), que en el siglo xvi fue objeto de múltiples adaptaciones musicales.
Entre los villancicos de Flecha, el Viejo, cabe destacar Si amores me han de matar, que Luis Milán menciona en El cortesano (Valencia, 1561) y que parece que se hallaba transcrito en uno de los folios extraviados del Cancionero Musical de Palacio (Madrid, Palacio Real, ms. II-1335). Otro de sus villancicos, Què farem del pobre Joan, es una de las raras composiciones del Renacimiento con texto en catalán; aunque el Cancionero de Uppsala lo da como anónimo, Fuenllana lo atribuye a Flecha en la adaptación que hizo para canto y vihuela. Lo mismo sucede con el que se ha convertido en el más célebre de los villancicos del autor, Teresica hermana, que ya en su tiempo debió de gozar de gran popularidad.
El Miserere que el manuscrito M587 de la Biblioteca de Catalunya atribuye a Flecha es un fabordón que encaja mejor con el estilo de Flecha, el Viejo, que con el de su sobrino y homónimo.
Obras de ~: Ensaladas: El fuego (a 4 voces), A; El jubilate (a 4 voces), A; La bomba (a 4 voces), A; La caça (a 4 voces), incompleta; La guerra (a 4 voces), A; La justa (a 4 voces), A; La negrina (a 4 voces), A; La viuda (a 4 voces), A, Gv; Las cañas (a 5 voces), incompleta; Los chistes (a 5 voces), incompleta; El cantate, perdida.
Villancicos: Encúbrase el mal que siento (a 3 voces), eds. Pedrell (1909), Ros (1992); Mal haya quien a vos casó (a 4 voces), incompleta; O triste de mí (a 3 voces), ed. Ros; Què farem del pobre Joan (a 4 voces), B, Gu, M; Si amores me han de matar (a 5 voces), B, Gu, M; Si sentís lo que yo siento (a 3 voces), ed. Ros; Teresita hermana (a 4 voces), B, Gu, M; Tiempo bueno (a 4 voces), ed. Ros.
Sacras: Miserere (a 4 voces), ed. Gómez (1986-7); Doleo super te, perdida.
Ediciones: J. Bal y Gay (ed.), Cancionero de Upsala, México, El Colegio de México, 1944 (reed., 2000 [B]); H. Anglés (ed.), Mateo Flecha (†1553). Las Ensaladas (Praga, 1581), Barcelona, Biblioteca Central, 1955 [A]; R. Mitjana y L. Querol (eds.), Cancionero de Uppsala, Madrid, Instituto de España, 1980 [M]; M.ª C. Gómez (ed.), Mateu Fletxa (¿1481?-¿1553?). La viuda (Ensalada), Barcelona, Biblioteca de Catalunya, 1992 [Gv]; M.ª C. Gómez (ed.), El Cancionero de Uppsala, Valencia, Generalitat, 2003 [Gc].
Bibl.: F. Pedrell, “Músics vells de la terra: Flecha”, en Revista Musical Catalana, I (1904), págs. 69 y ss.; Catàlech de la Biblioteca Musical de la Diputació de Barcelona, vol. 2, Barcelona, Diputació, 1909, págs. 145-151 y 155-163; H. Anglés, La música española desde la Edad media hasta nuestros días, Barcelona, Biblioteca Central, 1941, págs. 36-37; J. Madurell, “La imprenta musical en España”, en Anuario Musical, VIII (1953), págs. 230-231; I. Pope, “La Musique espagnole à la cour de Naples dans la seconde moitié du xve siècle”, en Musique et poésie du xvie siècle, París, C.N.R.S., 1954, págs. 52-58; J. Romeu, “Mateo Flecha el Viejo, la corte literariomusical del duque de Calabria y el Cancionero llamado de Upsala”, en Anuario Musical, XIII (1958), págs. 25-101; R. Stevenson, Spanish Catedral Music in the Golden Age, Berkeley, Universidad de California, 1961, pág. 314 (n.º 11); E. Pujol, Enríquez de Valderrábano: Libro de música de vihuela de mano intitulado Silva de sirenas, Barcelona, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Monumentos de la Música Española XXIIXXIII, 1965, 2 vols., n.os 8 y 67; J. Mujal, Lérida. Historia de la música, Lérida, Dilagro, 1975, págs. 72-73; C. Jacobs, Miguel de Fuenllana: Orphénica Lyra, Oxford, Clarendon, 1978, págs. 144-146 y 153-155; A. Ávila y J. R. Buendía, “Datos sobre la música del Renacimiento en la catedral de Sigüenza: Mateo Flecha ‘el Viejo’ y Hernando de Cabezón”, en Revista Española de Musicología, I (1981), págs. 198-200; M.ª C. Gómez, “Un Miserere de Flecha”, en Recerca Musicològica, VI-VII (1986-1987), págs. 29-39; M. Querol, “Las ensaladas de Mateo Flecha el Viejo”, en Anuario Musical, XLIII (1988), págs. 67-79; E. Ros, The Manuscript Barcelona, Biblioteca de Catalunya M454, New York, University, 1992, 2 vols.; M.ª C. Gómez, “En torno a la Ensalada y los orígenes del teatro lírico español”, en E. Rodríguez (ed.), Cultura y representación en la Edad Media, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil Albert, 1994, págs. 191-212; F. Muñoz, Mencía de Mendoza y la Viuda de Mateo Flecha, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2001.
María del Carmen Gómez Muntané