Ascargorta y Ladrón de Guevara, Martín de. Córdoba, 1.III.1638 – Granada, 25.II.1719. Clérigo católico, arzobispo de Granada, obispo de Salamanca, mecenas, rector de la Universidad de Granada.
Hijo de Andrés de Ascargorta, hidalgo de origen vergarés, y de la cordobesa Isabel Rodríguez Ladrón de Guevara. Fue bautizado en la iglesia de San Pedro de Córdoba el 25 de marzo de 1638, siendo su compadre “don Martín de Rielaya y Arauz, inquisidor appostolico […] y testigos, Gregorio Martínez y Francisco García, sacristanes”. La condición del padrino es reveladora del alto estatus social en el que vino al mundo el futuro prelado.
Probablemente como consecuencia de la epidemia de peste bubónica que asoló la ciudad cordobesa en 1649, murió Andrés de Ascargorta, quedando el joven Martín bajo la protección de su hermano Domingo de Ascargorta, a la sazón secretario personal de don Antonio Alonso Pimentel, XII conde de Benavente. Fue en 1651 cuando Martín ingresó en el Colegio de la Asunción de Córdoba “para oír o ser becario de Filosofía”, concluyendo sus estudios en dicho colegio en febrero de 1659 en que recibió el grado de “Bachiller en Artes y Teología”. Fue entonces cuando se trasladó a Granada para integrarse como alumno del Colegio Real de Santa Cruz de la Fe, apareciendo como inscrito el 28 de agosto de dicho año.
La estancia en Granada del joven Ascargorta fue definitiva en su ejecutoria eclesiástica pues, seis meses más tarde de estrenar su condición de colegial real, opositó a la magistral de escritura de Baza (Granada). El 20 de noviembre de 1660 obtuvo la cátedra de Escoto de la universidad granadina y siete meses más tarde, el 11 de junio de 1661, fue ordenado presbítero en la catedral de Granada por el arzobispo don José Argaiz. Esta consagración como presbítero tuvo lugar en la entonces capilla de Santiago de la seo metropolitana y ante la imagen ecuestre del apóstol de Alonso de Mena, santo de especial devoción y significado para el futuro prelado y al que honró ya como arzobispo granatense con una de sus más simbólicas iniciativas como promotor de las artes, el retablo del “Triunfo de Santiago”.
El 6 de diciembre de 1661 consiguió el grado de “Doctor en Teología”, extremo explícito de la solvencia intelectual de Ascargorta, muy alabada especialmente en los diversos oficios que desempeñó en la Colegial del Sacromonte (Granada). De hecho, fue elegido canónigo de esta institución el 12 de abril de 1662, comenzando entonces una fecunda trayectoria en el Sacromonte donde fue contador, confesor, prefecto de librería o lector de escrituras, destacando sobre todo en esta última encomienda.
En 1665 opositó a las magistrales de las catedrales de Sevilla, Jaén y Toledo, y más tarde a las de Cádiz y Granada. Finalmente, el arzobispo de la capital hispalense, don Antonio Paíno, otorgó la visita de conventos y la cátedra de Moral a Ascargorta, permaneciendo en Sevilla hasta 1669, año del fallecimiento del mitrado, su protector en esta ciudad.
La consecución por oposición el 14 de agosto de 1674 de la magistral de púlpito de la Iglesia de Granada estabilizó al futuro prelado en la ciudad de la Alhambra, alcanzando un año después la visita de conventos de monjas. Desde este año se documenta la relación de don Martín con el pintor Pedro Atanasio Bocanegra. Asimismo, su entendimiento artístico debió de ser conocido por el arzobispo De los Ríos y por el propio cabildo catedralicio, ya que en 1675 era comisionado por este para definir con el cabildo de la ciudad los términos del encargo de las imágenes orantes de los Reyes Católicos para la capilla mayor de la catedral (1675-1677) que realizaría finalmente Pedro de Mena.
En 1677 don Pedro Portocarrero, VIII conde de Medellín y presidente del Consejo de Indias, le nombró, a instancias del rey Carlos II, coadjutor del obispo de La Paz, entonces en el virreinato del Perú, “con la futura sucesión de aquel Obispado”. Ascargorta, quizá desalentado por el penoso viaje, renunció a este nombramiento para centrarse en una carrera eclesiástica que finalmente, conforme a su deseo, culminaría en Granada.
El 11 de noviembre de 1680 comenzaba su primera etapa como rector de la Universidad de Granada (hasta marzo de 1681), cargo que volvió a asumir fugazmente entre el 11 y el 21 de noviembre de 1689.
Un período importante en el cursus honorum del futuro prelado fue su nombramiento como deán de la catedral de Granada el 31 de enero de 1684. Ascargorta durante este tiempo comenzó sus primeras acciones de coleccionismo artístico, a la vez que se familiarizó más de cerca con los extremos gubernamentales de la Iglesia granadina, al erigirse como figura de confianza del arzobispo De los Ríos.
El único libro conocido de Ascargorta, Máximas Christiano-Políticas —que junto con Pobrezas y Providencias conforma su principal obra teórica— fue publicado en 1688, año previo a su nombramiento el 11 de mayo de 1689 como obispo de Salamanca. Así, el 24 de febrero de 1690 era consagrado en la catedral de Granada como obispo de dicha diócesis, por Domingo de Orueta y Carceaga, Juan de Villacé y Vozmediano —obispos de Almería y Guadix, respectivamente— y el propio titular de Granada, fray Alonso Bernardo de los Ríos, tomando posesión efectiva el 9 de mayo siguiente. Fue, no obstante, ciertamente efímera su estancia en la sede salmantina ya que dos años y seis meses más tarde, el 10 de noviembre de 1692, Ascargorta comunicaba al cabildo de la catedral de Granada su nombramiento por Carlos II como arzobispo de Granada —sede vacante desde la muerte de fray Alonso Bernardo de los Ríos acaecida el 5 de octubre—, viendo cumplido así su principal anhelo. El 24 de julio de 1693 tomó posesión, haciendo su entrada solemne en la catedral el 6 de agosto.
Siendo arzobispo de Granada emprendió una ingente labor como protector y promotor de las artes, erigiéndose como el principal impulsor de la culminación de las obras de la catedral, de la construcción de la nueva iglesia del Sagrario y del colegio nuevo del Sacromonte, entre otras iniciativas. Sin embargo, fue la consolidación del programa decorativo en la catedral granadina su principal aportación a la Historia del Arte. Dicho programa reivindica los principios fundacionales de la Iglesia granadina anterior a la conquista musulmana bajo el axioma del “Triunfo de la Fe”. Esto se ejemplifica especialmente en la promoción de los retablos de la capilla de la Virgen de la Antigua (1716-1718), de Pedro Duque Cornejo, y el del “Triunfo de Santiago o de la Fe” (1707-1708), de Francisco Hurtado Izquierdo, monumento funerario del mitrado. Fue mecenas del pintor y escultor José Risueño, autor asimismo del retrato del arzobispo del episcopologio granatense.
Fue un prelado netamente reformista católico, que entendió el dominio musulmán durante ocho siglos del territorio peninsular como una anomalía corregida tras la conquista de los Reyes Católicos. Su devoción hacia Santiago y defensa de san Cecilio y san Gregorio expresan una visión evangelizadora de la guerra contra la herejía y una reivindicación del pasado cristiano. Sin embargo, de sus escritos se deduce un concepto religioso que va más allá de una férrea doctrina irracional, definiéndose a favor de la asimilación, en su propia experiencia vital, de los valores evangélicos de caridad, sacrificio, humildad y desprendimiento que traslada a sus principios de gobierno, expresados en las Máximas Christiano-Políticas —tratado del buen gobernante eclesiástico citado anteriormente—, y que tienen su trasunto hagiográfico en san Pedro Pascual y santo Tomás de Villanueva. Estos dos santos sintetizan a la perfección dichos valores desde su posición de gobernantes eclesiásticos, relacionados con Granada y referencias recurrentes en el pontificado de Ascargorta.
Como pastor de la Iglesia de Granada, sirviéndose de la persuasión y elocuencia artísticas, expresó que el camino de la fe es libre y personal y no transita por la coacción sino por el impulso interior. Volcó la masa de sus rentas personales y arzobispales a la dotación patrimonial de la Iglesia, exhibiendo durante su vida dos virtudes muy aclamadas por sus contemporáneos: su pobreza y su liberalidad. He aquí donde radica la modernidad y el humanismo del prelado, la austeridad personal devenida de la coherencia evangélica y la asunción de las artes como vehículos plásticos del mensaje triunfal de la fe, clave de su pensamiento teológico, que se sirve del lenguaje persuasivo de las formas barrocas para llegar al fiel más alejado.
Murió el 25 de febrero de 1719, después de casi treinta años como prelado en Granada. Su fama póstuma como mecenas de las artes llega hasta principios del siglo XX cuando, a instancias de Manuel Gómez-Moreno Martínez, fue propuesto para formar parte de la galería de españoles ilustres promovida por la Junta de Iconografía Nacional.
Obras de ~: Affectvosa Academia o Panegírica Oración qve la introdvce, meditada en honra de [...] S. Thomás de Aqvino. Dicha a la Imperial Vniversidad de Granada, en el Real Conuento de Sancta Cruz, Día siete de Março del Año de mil y seiscientos y sesenta y quatro, s. l., 1664; En la iglesia colegial insigne del Sacro Monte extramuros de la ciudad de Granada se hallan separadas las rentas de la fábrica y Mesa capitular por mandarse expressamente esta separación en sus constituciones. Dúdase, si podrá valerse la una de la renta de la otra, s. l., 1674; Oración fúnebre en el último día de las honrras que la Real Chancillería de Granada hizo a su Presidente Doct. D. Pedro de Herrera Soto, del Consejo de su Magestad, Granada, R. de Velasco y Valdivia, 1678; Máximas Christiano-Políticas, Granada, Imp. de la Stma. Trinidad, 1688; El Obispo de Salamanca ofrece a los eclesiásticos, sacerdotes, beneficiados y curas de su cargo, preguntas que cada vno se haga a sí mismo, Salamanca, viuda de Lucas Pérez, 1692; D. Martín de Ascargorta indigno arçobispo de Granada escrive a todos los fieles de su cargo assí desta ciudad como de las demás [...] de todo este arçobispado sobre la observancia del santo tiempo de Quaresma, año de 1696, Granada, Imprenta de la Santísima Trinidad, 1696; D. Martín de Ascargorta [...] Arzobispo de Granada [...] escrive a los Curas y a los fieles de esta ciudad de Granada, y a los de las demás ciudades, villas y lugares de su arçobispado, acerca de la observancia del tercero mandamiento de la Ley de Dios, que es santificar las fiestas, Granada, Imprenta de la Santísima Trinidad, 1696; D. Martín de Ascargorta, indigno Arzobispo de Granada, ofrece a los Eclesiásticos de su cargo dos Capítulos (copiados a la letra) del libro que intituló Cura instruido, el Rmo. P. Pablo Señeri, de la Compañía de Jesús [...] acerca de la reverencia, atención, y devoción con que se debe celebrar el Sacrosanto Sacrificio de la Missa y rezar o cantar las Horas del Officio Divino, Granada, Imprenta de la Santísima Trinidad, 1703; Carta que el Illustríssimo Señor Don Martín de Ascargorta arçobispo [...] de la Ciudad de Granada dexó escrita de propio puño al illustríssimo señor Deán y Cabildo [...] la qual se abrió y leyó en uno celebrado a este fin en el día 26 de febrero de 1719, [Granada], [1719]; Psalle et sile: Canto y silencio en los choros de las Santas Iglesias Cathedrales, Colegiatas y Parroquiales. Discurso que dio a luz el [...] Señor D. Martín de Ascargorta siendo Obispo de Salamanca y lo reimprime aora un familiar de su Illustríssima, s. l., s. f.; Pobrezas y Providencias, Granada, Imp. de la Stma. Trinidad, s. f.
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Ignacio Nicolás López-Muñoz Martínez