Cecilio. ?, ¿s. m. s. i? – ¿s. ii? Obispo.
Según el Códice Emilianense, constituyó el primer obispo de la sede de Iliberis, mencionada como Eliberri y correspondiente a la actual Granada; por ello, es santo patrón de esta ciudad. Forma parte de la tradición de los Siete Varones Apostólicos, que consagrados por los Apóstoles en Roma procedieron a la evangelización de Hispania, tomando como punto de partida a la ciudad de Acci (Guadix, Granada). La formación de la correspondiente tradición eclesiástica remite a una época muy posterior, concretamente al período comprendido entre los siglos viii y xi; está conformada por los calendarios hispánicos, los martirologios, especialmente el de Lyon, el Oficio y Misa de la liturgia Mozárabe, etc. Su contexto histórico está constituido por la literatura mozárabe, que prestigió a determinadas iglesias mediante tal origen. En este contexto debe subrayarse especialmente la iglesia de Iliberis, que desempeñó el papel de iglesia madre de la zona en paralelismo con la sede de Cartagena en la costa levantina.
En el Códice Emilianense le sucede a Cecilio Leubesindo; ello ha suscitado problemas históricos, dado el carácter visigodo del nombre de este hipotético segundo obispo de la sede de Granada. En este mismo sentido también se han anotado otras peculiaridades del episcopologio de Iliberis en relación con los de otras sedes; tal ocurre concretamente con su composición por sesenta y dos obispos, lo que contrasta con la lista más reducida de Toledo o de Sevilla, o con su cronología que remitiría al año 65 con Cecilio, lo que también contrasta con estas sedes, donde tan sólo se inicia en el siglo iii.
Caecilius constituye un nombre latino, correspondiente originariamente a una de las más importantes familias patricias romanas. La amplia difusión de este nombre en Hispania durante el período altoimperial se encuentra en relación con la presencia de gobernadores pertenecientes a la aristocracia romana con este gentilicio. Con posterioridad su uso se documenta en la onomástica cristiana y visigoda; concretamente, se constata la existencia de Cecilio obispo de la sede de Mentesa (La Guardia, Jaén) en los años comprendidos entre el 612 y el 620.
Bibl.: E. Flores, España sagrada, vol. XII, Madrid, Oficina de Antonio Marín, 1754 [Madrid, Revista Agustiniana, 2004 (4.ª ed.), págs. 140-142, n.º 1]; P. A. C. Vega, “La venida de San pablo a España y los Varones Apostólicos”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CLIV (1964), págs. 7-72; M. Sotomayor Muro, Historia de la Iglesia en España. I. La Iglesia en la España romana y visigoda, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1979, págs. 156-158; C. González Román, “La Antigüedad”, en R. G. Peinado Santaellla (ed.), Historia del Reino de Granada. I. De los orígenes a la época mudéjar (hasta 1502), Granada, Universidad, 2000, págs. 104-106.
Cristóbal González Román
