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Melchor Moreno de la Nava

Biografía

Moreno de la Nava, Melchor. Torremilano (Córdoba), 1.II.1641 baut. – Cuzco (Perú), 2.II.1714. Obispo.

Descendiente de cristianos viejos, fue bautizado en la iglesia parroquial de la villa de Torremilano, diócesis de Córdoba, el 1 de febrero de 1641. En un ambiente de dificultades económicas, epidemias y malas cosechas, vivió mientras llevaba a cabo sus estudios menores en la vecina villa de Ñora (hoy Añora). Continuó sus estudios en la ciudad de Córdoba, donde conoció a fray Juan de Almoguera, fraile trinitario, nombrado poco después para ocupar el obispado de Arequipa.

Como criado de aquél embarcó en Cádiz a la edad de diecinueve años. La experiencia americana le llevó en primer lugar a Cartagena, donde Almoguera recibió la consagración episcopal; luego siguieron a Portobelo, desde allí a Paita y finalmente a Lima.

Es muy probable que la buena amistad que tenía su protector con la Compañía de Jesús fuera determinante para le entrada del joven Melchor en el Colegio de San Martín de Lima, donde ingresó el 13 de diciembre de 1663. De allí pasó al Seminario conciliar de Santo Toribio, donde recibió las sagradas órdenes. Su formación la culminó en la Universidad de San Marcos de Lima con la obtención del título de doctor en Teología.

El primer destino le llevó al Real de Cailloma, donde no debió de estar mucho tiempo, ya que el año 1672 aparece integrado en el Cabildo de la Catedral de Arequipa como cura lector. Muy poco se sabe de su estancia en esta ciudad.

El 15 de marzo de 1686 era recibido como canónigo penitenciario en la Catedral de Lima, ocupación que compartiría con la de juez de diezmos desde 1695 hasta 1699. Su estancia en la capital del virreinato fue su etapa más intensa. Así, el 12 de diciembre de 1689 era recibido como calificador y consultor del Tribunal de la Santa Inquisición. Diez años después tuvo que asumir la tesorería. En el año 1704, y cambiando completamente de escenario, fue nombrado rector de la Universidad de San Marcos de Lima, en un primer período hasta 1707 y en una segunda ocasión desde 1709 hasta 1711. En el intervalo, fue promovido a la chantría de la catedral limeña. Apenas iniciado su segundo mandato al frente de la institución académica, se abría para él un nuevo horizonte: era propuesto en tercer lugar para ocupar el arzobispado de la capital del virreinato. Apenas transcurridos unos meses desde aquella propuesta, concretamente el 18 de enero de 1710, el Consejo de Indias le propuso como obispo de Cuzco, dignidad que ocupó hasta el martes 2 de febrero de 1714, en que le sobrevino la muerte.

A juzgar por la correspondencia que mantenía y a la que dedicaba gran parte de su tiempo, era consultado por muchos prelados y cabildos sobre materias graves.

En su testamento, otorgado el 7 de enero de aquel mismo año ante Francisco de Unzueta, declaró no tener ni esclavos ni bienes algunos. Mandó ser enterrado en el osario de la catedral o en el Hospital de los Naturales y que de ningún modo lo descubriesen o desnudasen.

Lo encontraron con cilicios en su cuerpo y así lo enterraron en la iglesia del Carmen el 23 de febrero.

 

Bibl.: A. Galán García, “D. Melchor Moreno de la Nava. Un cordobés en el Perú”, en VV. AA., Actas del Congreso Internacional de Historia de América, Córdoba, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura-Cajasur, 1987, págs. 175-187.

 

Agustín Galán Garcia