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Francisco Presedo Velo

Biografía

Presedo Velo, Francisco José. Cos (La Coruña), 23.X.1923 – Sevilla, 13.VI.2000. Arqueólogo.

Francisco José Presedo Velo nació el 23 de octubre de 1923 en Cos, pequeña parroquia del municipio coruñés de Abegondo, perteneciente al partido judicial de Betanzos. “Eiquí nacin, cuidei as vacas e ahí arriba está a miña primeira escola”. La descripción que, con ocasión del homenaje que en 1986 le tributaron sus vecinos de Cos, hizo Presedo del lugar en que también transcurrió su infancia, expresa lo entrañablemente ligado que siempre se sintió a sus raíces gallegas. Coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil comenzó a cursar el bachillerato en el Instituto Eusebio da Guarda de La Coruña. De ahí a Santiago de Compostela, en cuya Universidad siguió la licenciatura en Filosofía y Letras (1943-1948). Su excepcional expediente académico, firmado precisamente por Álvaro D’Ors, a la sazón secretario de la Universidad de Santiago, culminó con la obtención del Premio Extraordinario de licenciatura.

El afán por completar su formación llevó a Presedo a la Universidad Central de Madrid, donde los cursos del padre Benito Celada Abad guiaron sus primeros pasos por una senda, la de la Orientalística, en la que habría de brillar luego como patriarca indiscutible.

Tres fueron sus mentores en el ámbito de la Historia de la Antigüedad, a los que nunca dejó de recordar con admiración, a Julio Martínez Santaolalla en su Seminario de Historia Primitiva, a Carlos Alonso del Real, finísimo pensador, pero, sobre todo, a Santiago Montero Díaz, cuyo compromiso personal y capacidad intelectual, que siempre admiró, le dejaron profunda huella. Bajo la tutela de este último obtuvo en 1954, también esta vez con Premio Extraordinario, el doctorado en la Universidad de Madrid por una tesis doctoral titulada La España Bizantina, publicada póstumamente por la Universidad de Sevilla.

En Madrid compaginó su labor docente como ayudante de clases prácticas en la Facultad de Filosofía y Letras (1948-1964) con la de profesor de la Escuela Central de la Armada (1949-1968), obteniendo la categoría de profesor agregado de Historia Antigua de la Universidad Complutense en 1966. Allí cultivaría la amistad, entre otros, de José Manuel Gómez Tabanera, José María Blázquez Martínez, Abilio Barbero de Aguilera, y su añorado y entrañable Marcelo Vigil Pascual. Durante toda esta época tuvo asimismo ocasión de completar su formación con estancias en los más prestigiosos centros de investigación por toda Europa. Gracias a traducciones suyas pudieron conocerse directamente en España las obras de autores como J. Vogt, K. Wittfogel, E. O. James, M. Rostovtzeff, A. N. Frye, P. Montet o A. Godard.

Complementariamente a sus tareas académicas desarrolló Presedo una amplísima actividad en la gestión y el trabajo de campo arqueológicos. Así, fue becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1950 y 1952, colaborador técnico de la Comisaría General de Excavaciones entre 1951 y 1960, secretario general de Excavaciones entre 1965 y 1967 y subcomisario general del mismo Departamento entre 1968 y 1970. Como bizantinista formó parte de la misión española organizada por Martín Almagro Basch en 1961 para colaborar en el salvamento de los monumentos egipcios amenazados por la construcción de la presa de Assuán. La primera tarea encomendada a Presedo fue la de excavar la fortaleza de Cheikh Daoud, cerca del poblado de Tumás, en la Nubia egipcia. De ahí pasó a dirigir las excavaciones arqueológicas en la necrópolis de Mirmad (Argín Sur, Nubia sudanesa) y las de las islas de Kasar-Ico (1962) y Abkanarti (1963), en la segunda catarata del Nilo.

Concluidas estas tareas con las correspondientes publicaciones, el Gobierno egipcio concedió a España las excavaciones del yacimiento arqueológico de Heracleópolis Magna, la actual Ennasya el Medina, a unos 130 km al sur de El Cairo. Esta ciudad, en la que habían excavado ya Edouard Naville a fines del siglo xix y Sir Flinders Petrie a comienzos del xx, había sido, con el nombre de Nn Nsw, la capital de Egipto durante el denominado Primer Período Intermedio. Presedo asumió la dirección de los trabajos en 1969, retomándola, tras la interrupción motivada por la guerra árabe-israelí, de 1976 a 1979.

Coincidieron estas actividades arqueológicas con un fundamental cambio de destino en la trayectoria del profesor Presedo. Para cubrir uno de los ámbitos académicos que habían correspondido hasta su jubilación a Juan de Mata Carriazo y Arroquia, y que los avances en el conocimiento exigían a la sazón compartimentar, arribó a Sevilla como catedrático de Historia Antigua en 1969. En su antigua Facultad de Filosofía y Letras compartió afanes con un magnífico plantel de profesores, entre quienes, en las áreas más afines, deben destacarse Antonio Blanco Freijeiro, trasladado en 1973 a Madrid, Juan Gil Fernández, Alberto Díaz Tejera y Manuel Pellicer Catalán. Fue este ambiente el que dio a luz en 1970 a la Revista Habis, de la que Presedo fue cofundador y codirector.

De espíritu cosmopolita, acabó echando profundas raíces en Sevilla, hasta el punto de no haber hecho caso a los cantos de sirena que reclamaban su vuelta a la capital. Casado en 1965 con una andaluza, María Eugenia Gálvez Vázquez, arabista formada en Madrid, en Sevilla transcurrió el resto de su vida. Aquí se educaron sus dos hijos, María Eugenia y José Antonio, y en Sevilla murió Francisco José Presedo Velo el 13 de junio de 2000.

Fue Presedo director, desde su creación en 1974, del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla, al que conformó siguiendo el modelo de los centros europeos en los que había bebido intelectualmente, dotándolo de una magnífica biblioteca. A su sombra se formó un amplio elenco de discípulos, hoy muchos de ellos profesores universitarios que han extendido su semilla por los puntos más distantes de la geografía nacional. Fue decano de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad hispalense desde 1983 hasta su jubilación en 1988 y, luego, profesor emérito de la misma hasta su fallecimiento.

Con su magisterio, con su biblioteca especializada y con los Cursos de Egipcio Jeroglífico creó una fructífera y prestigiosa Escuela de Egiptología, dotando a la historiografía española de sus fundamentos argumentales.

Siendo éste su ámbito más habitual de dedicación, su interés por él fue meramente científico, pues su serena admiración y su sintonía racionalista estuvieron sin embargo siempre en el ambiente de los modelos clásicos. Pero, de inquietudes enciclopédicas, no dejó de ocuparse de otros múltiples argumentos, como el de la Hispania protohistórica, sin rehuir expresar, como universitario pleno y comprometido, su lúcido pesimismo y su disgusto profético ante el futuro incierto de la Universidad.

Presedo fue director de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Baza en los años 1953-1956 y 1968-1971. En esta actividad, el 22 de julio de 1971, cuando estaba a punto de cerrarse la campaña, apareció en la tumba 155 de la necrópolis del Cerro del Santuario la que se conoce como Dama de Baza, figura señera de la arqueología ibérica, cuyo estudio ha permitido desvelar muchos de los argumentos de la funcionalidad y el ambiente histórico de estas esculturas.

También se ocupó de dirigir las excavaciones arqueológicas en otro yacimiento turdetano y romano, el Cerro de la Cabezas de Olivares (Sevilla), presumible emplazamiento de la ciudad de Laelia. Pero fue el yacimiento de Carteia al que siempre se sintió más íntimamente ligado, y en el que quiso seguir la senda abierta por su maestro Julio Martínez Santaolalla. Allí dirigió las campañas que se llevaron a cabo, con interrupciones, de 1971 a 1987, centrando sus afanes en el ámbito del foro, las termas, la villa de Torre Cartagena y los almacenes portuarios.

Es amplísima la lista de instituciones académicas honradas con haberlo contado entre sus miembros.

Socio fundador de la Societé International d’Egyptologie, académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, fue asimismo correspondiente de la Real Academia de la Historia, del Instituto Arqueológico Alemán, de las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando, y de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada.

En 1994 el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla le dedicó un volumen misceláneo, que reunió sesenta y cinco trabajos, a modo de tributo de afecto y agradecimiento a su persona, a su magisterio fecundo y a lo que significó su labor científica y académica.

 

Obras de ~: con R. Blanco y Caro, “Spanish Archaeological Mission to Argin. First Preliminary Report”, en Kush, 10 (1962), págs. 211-219; Antigüedades cristianas de la isla de Kasar-Ico, Segunda catarata del Nilo, Madrid, 1963; con M. Almagro y M. Pellicer, “Preliminary Report on the Spanish Excavations in the Sudan, 1961-62”, en Kush, 11 (1963), págs. 175-195; con R. Blanco Caro, H. Losada Gómez y R. Donoso Guerrero, Exposición de los hallazgos de la Misión Arqueológica española en Nubia (Egipto y Sudán), Madrid, 1963; “Les fouilles de la Mission Espagnole à Cheikh Daoud”, en Fouilles en Nubie (1959-1961). Campagne Internationale de l’UNESCO pour la sauvegarde des Monuments de la Nubie, El Cairo, 1963, págs. 27-34; con J. Zozaya, La fortaleza nubia de Cheikh-Daud, Tumas (Egipto). Con un estudio sobre cerámica vidriada, Madrid, 1964; El poblado cristiano de la isla de Abkanarti en la segunda catarata del Nilo, Madrid, 1965; con M. Almagro, R. Blanco Caro et al., “Excavations by the Spanish Archaeological Mission in the Sudan, 1962-63 and 1963-64”, en Kush, 13 (1965), págs. 78-95; con R. Blanco y Caro y M. Pellicer Catalán, La necrópolis de Mirmad (Argín Sur, Nubia sudanesa), Madrid, 1970; “Comentario a Tácito y a Elio Arístides”, en Habis, 2 (1971), págs. 127-136; “La Dama de Baza”, en Trabajos de Prehistoria, 30 (1973), págs. 151-203; La Dama de Baza, Madrid 1973; con M. Almagro, “Les fouilles de Herakleopolis Magna, 1976”, con M. Almagro Basch, M.ª C. Pérez Díe y M.ª J. Almagro Gorbea, La tumba de Nefertari, Madrid, 1978; “Las influencias griegas en el Mundo Ibérico”, en Actas del V Congreso Español de Estudios Clásicos, Madrid, 1978, págs. 775-789; First International Congress of Egyptology, Cairo (October 2-10, 1976). Acts, Berlín, 1979, págs. 67-70; “Les dernières decouvertes de Herakleopolis Magna”, en First International Congress of Egyptology, Cairo (October 2-10, 1976) Acts, Berlín, 1979, págs. 525-528; “Nuevos datos sobre colonización fenicia”, en Primera Reunión Gallega de Estudios Clásicos (Santiago-Pontevedra, 2-4 julio 1979), Santiago de Compostela, 1981, págs. 24-31; “Los escritores hispanos paganos”, en Historia de España. España Romana (218 a de J.C.-414 de J.C.). Volumen II. La Sociedad, el Derecho, la Cultura, Madrid, 1982, págs. 487-522; La necrópolis de Baza, Madrid (Excavaciones arqueológicas en España, 119) 1982; con J. Muñiz Coello y J. M.ª Santero Santurino, Carteia, 1, Madrid (Excavaciones arqueológicas en España, 120) 1982; “Religión y magia en el Egipto Grecorromano”, en Religión, Superstición y Magia en el Mundo Romano, Cádiz, 1985, págs. 75-100; “Las grandes pirámides”, en Faraones y Pirámides, Madrid, Cuadernos Historia 16, n.º 70, 1985, págs. 10-21; “El constructor de Egipto”, en El Egipto de Ramsés II, Madrid, Cuadernos Historia 16, n.º 191, 1985, págs. 22-33; “La realeza tartésica”, en Tartessos. Revista de Arqueología, extra n.º 1 (1986), págs. 44-57; “La decadencia de Carteia”, en Habis, 18-19 (1987-1988), págs. 445-458; con A. Caballos Rufino, “Informe de la campaña arqueológica de 1985 en el yacimiento de Carteia (San Roque, Cádiz)”, en Anuario Arqueológico de Andalucía / 1985, II: Actividades Sistemáticas, Sevilla, 1987 (1988), págs. 387393; con A. Caballos Rufino, “La ciudad de Carteia. Estado de la cuestión y primeros resultados de la campaña de 1985”, en Actas del 1er Congreso peninsular de historia antigua, vol. II, Santiago de Compostela 1988, págs. 509-519; “La vida colonial. El ejemplo de la Colonia Augusta Firma”, en Bimilenario de la Colonia Augusta Firma Astigi. Actas del I Congreso sobre historia de Écija, Écija, 1989, págs. 81-100; con J. M.ª Blázquez, J. Martínez-Pinna, R. López Melero y J. Alvar, Historia de Oriente Antiguo, Madrid, 1992; Las claves del Antiguo Egipto 3000-30 a. C., Barcelona, 1993; A la sombra de la esfinge. Historias del Viejo Mundo, 2, Madrid, 1994; “Navegación y exploración en el Egipto faraónico”, en Guerra, exploraciones y navegación del Mundo antiguo al Mundo moderno, El Ferrol, 1995, págs. 37-54; “Los dioses de la guerra egipcios”, en Humanitas. Estudios en Homenaxe ó Prof. Dr. Carlos Alonso del Real, Santiago de Compostela, 1996, págs. 325-342; “Excavaciones Españolas en Nubia (1960-1967)”, en Egipto. 200 años de investigación arqueológica, Madrid, 1998; “Archivos orientales”, en Tria, 4-5 (1997-1998), págs. 25-42; “Los dioses demócratas”, en Arys. Antigüedad: Religiones y Sociedades, 1 (1998), págs. 17-29; “Sevilla en los Textos Clásicos”, en Boletín de Bellas Artes (Sevilla) (1998), págs. 189-209; La España bizantina, Sevilla, Padilla Monge, 2003.

 

Bibl.: P. Sáez y S. Ordóñez (eds.), Homenaje al Profesor Presedo, Sevilla, 1994; A. Caballos Rufino, J. L. Escacena Carrasco y F. Chaves Tristán, Arqueología en Laelia (Cerro de la Cabeza, Olivares, Sevilla), Sevilla, 2005.

 

Antonio Caballos Rufino

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