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Juan José de Tena Hernández

Biografía

Tena Hernández, Juan José de. Béjar (Salamanca), 9.XII.1787 – Madrid, 26.VI.1853. Militar, mariscal de campo procedente de Ingenieros.

En 1808, tras producirse la invasión francesa, ingresó en los Reales Ejércitos como soldado del “Regimiento de Voluntarios Distinguidos de Salamanca”, con el cual combatió en la batalla de Rioseco y en el Ebro, hizo la retirada desde Tudela a Cuenca y luchó en Uclés, donde cayó prisionero, logrando fugarse enseguida. Destinado más tarde al Regimiento de Voluntarios Distinguidos de Toledo, se retiró a la isla de León y Cádiz, ingresando en 1810 en la Academia Militar allí establecida. El 1 de enero de 1811 fue promovido a subteniente de Ingenieros, después de aprobar los consiguientes exámenes, participando en la defensa de Cádiz. Promovido a teniente del Cuerpo de Ingenieros en abril de 1813, fue destinado al Ejército de Castilla, y luchó en San Marcial, en el paso del Bidasoa. En octubre de 1813 los aliados cruzaban los Pirineos. Una vez en Francia, Tena, con su ejército, combatía en la línea de Urrugne, en Ascain, en el paso del río Nivelle, en Tarbes y en Tolosa. Regresaba a España en el mes de abril de 1814.

Ascendía a capitán segundo en diciembre de 1814, y a capitán primero de Ingenieros el 30 de enero de 1815, siendo destinado de guarnición en Guipúzcoa y posteriormente a Alcalá de Henares. Estando en esta última ciudad, era destinado al virreinato de Perú. Embarcaba en Cádiz el 10 de abril del año 1816, llegando a Lima el 20 de septiembre, para incorporarse de inmediato al Ejército Real de Operaciones del Alto Perú.

Formando parte de su Estado Mayor operó en Jujuy, Salta, Potosí y La Paz. En el año 1822, por orden del virrey del Perú, reconocía la laguna de Chucuito (actualmente lago Titicaca), construyendo un fuerte de campaña para evitar que pasaran a manos enemigas los pertrechos militares.

En 1823, don Juan Tena, estando atrincherado en la Casa de Moneda de Potosí, salía en persecución de las tropas del caudillo Bermúdez con las guarniciones de La Paz y Oruro, consiguiendo en los pueblos de Torota y Moquegua su derrota total. Posteriormente, con el ejército de Lima vencía a las tropas del caudillo Santa Cruz que había invadido las provincias de La Paz, Oruro y Cochabamba. Ganaba por méritos de guerra los empleos de teniente coronel (1821) y de coronel de Infantería en 1824 (los Cuerpos facultativos, Estado Mayor, Ingenieros y Artillería podían ascender por méritos hasta en tres escalas, Grado, Ejército e Infantería, y solo por antigüedad en el suyo). Siguió combatiendo hasta que cayó prisionero de los independentistas en la batalla de Ayacucho (1824). El día 8 de diciembre de 1825, era puesto en libertad, regresando a España. Llegaba al puerto de Vigo el 4 de mayo de 1826. Por sus distinguidas acciones militares en el Alto Perú, se le concedía la Cruz del Ejército del Perú.

En 1831 se le empleó en el Estado Mayor del Ejército de Observación de Portugal, desempeñando un cargo político-militar. Mantuvo enfrentamientos con las tropas del infante don Miguel, en Elvas y Campomayor, consiguiendo que don Carlos (el pretendiente carlista) abandonase Portugal. Tanto por la buena labor que desempeñó en su cargo, como por el fin conseguido, Su Majestad le recompensaba con el empleo de brigadier de Infantería.

Con tal empleo fue nombrado gobernador de la plaza de San Sebastián (diciembre de 1834 a diciembre de 1835), que defendió brillantemente contra los ataques carlistas, rechazando “con éxito las tentativas que sobre ella hicieron y castigando con justicia las conspiraciones consecuentes en guerra de esta especie”. Como consecuencia de la labor político-militar que desarrolló, en el año 1835 era nombrado jefe del Ejército del Norte.

Pasó al cuartel general del Ejército del Norte en enero de 1836, y desde Santander, en 1837, se encargaba de la revista e inspección de todas las fuerzas del Ejército del Norte y de la misión de licenciar y ajustar la Legión Auxiliar Británica, que concluía su contrato y debía de reorganizarla de nuevo bajo las normas establecidas por el Gobierno. Por este servicio, el rey le concedió la Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III. Durante un periodo de tiempo, ocupó el puesto de jefe de la Plana Mayor General del Estado de las fuerzas de operaciones de las provincias Vascongadas y Navarra. La Legión fue disuelta y volvió a Inglaterra en el año 1838. En ese mismo año era promovido a mariscal de campo y segundo jefe del Estado Mayor General del Ejército del Norte. También en ese año se le concedía por su antigüedad en el Ejército la Gran Cruz de San Hermenegildo.

Participó, en el año 1839, en diferentes operaciones militares sobre Ramales y Guardamina, hasta hacer prisionera a sus guarniciones. En este año, el jefe del Estado Mayor General del Ejército del Norte, el general O’Donell, pasaba a ser el jefe del Ejército del Centro y don Juan Tena ocupaba interinamente el puesto de jefe del Ejército del Norte. Atacó con éxito a las tropas carlistas en Villarreal de Álava y en la cordillera de Arlabán, hechos por los que conseguía la Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.

El día 31 de agosto de 1839 se verificó el conocido Acuerdo de Vergara, después del cual, don Carlos se replegó a los montes de Navarra con batallones de navarros y alaveses. Don Juan Tena mandaba el ejército a Tolosa, en busca de las fuerzas carlistas, consiguiendo que se concentraran en los valles de Baztán, Urdax y en el puerto de Amalla. Tras un regular combate, las tropas carlistas se veían obligadas a refugiarse en Francia.

En 1840, al continuar la Guerra Carlista, Tena, al frente de un Cuerpo de Ejército, marchaba hacia Aragón y Cataluña. En Zaragoza organizaba “un parque de artillería, otro de ingenieros, brigadas de carros y acémilas […] menaje para establecer los hospitales fijos y ambulantes y últimamente todos los recursos necesarios para que un ejército numeroso operase en puntos distantes de sus repuestos cumpliéndose en rendir una porción de fortificaciones que requerían aprestos de consideración”.

A finales de febrero la guarnición de Segura es hecha prisionera de guerra y a finales de marzo la del castillo de Castellote, acciones por las que se le concede la Gran Cruz de San Hermenegildo. A finales de mayo se enfrentaba con éxito a la guarnición de Morella, haciendo más de tres mil prisioneros de guerra, tomando un considerable material de artillería. Por estas acciones le otorgaron la Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III y una Cruz de Distinción por el sitio y toma de la plaza del ducado de Morella. Las ocupaciones sucesivas de todas las fortalezas enemigas ocasionarían que los carlistas abandonasen las provincias de Aragón y Valencia y se replegaran en Cataluña. A primeros de julio de 1840, don Juan Tena vencía a las fuerzas carlistas en Berga, haciendo que se retiraran a Francia. Por las acciones anteriores se le concedía una cruz por el salto y toma del fuerte de Irún.

En el año 1841 contribuyó a rechazar el intento de asalto que tuvo lugar la noche del 7 de octubre en el Palacio Real de Madrid por los generales Concha y Diego de León, comportamiento por el que el Gobierno le concedía una nueva Cruz de Distinción.

Finalmente, durante el desarrollo de la Primera Guerra Carlista se hizo acreedor, por su activa y valerosa participación, a la Gran Cruz Laureada de San Fernando, según una R. O. de fecha 9 de mayo de 1840. En ese mismo año, fue nombrado director general de Cuerpo de Estado Mayor, y entre 1843 y 1845 lo fue del Cuerpo de Ingenieros. En 1845, don Juan Tena Hernández cesaba del cargo de director general del Cuerpo del Estado Mayor de Ingenieros, quedando después de cuartel en Madrid hasta su muerte.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.

J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.º 63-66 (2001 y 2002).

 

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros, 1812-1846; Estado del Cuerpo de Estado Mayor, Madrid, Imprenta del Boletín del Ejército, 1843; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. de Ceballos-Escalera y Gila et al., La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox y Pezuela, 2003; “Juan Tena Hernández, de profesión militar”, en Documentos de Béjar, 5 de diciembre de 2011 [en línea], disponible en http://documentosdebejar.blogspot.com/2011/12/juan-tena-hernandez-de-profesion.html.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

 

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