Otto y Pardo, Ignacio de. Lugo, 23.V.1945 – Oviedo (Asturias), 10.V.1988. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, letrado del Tribunal Constitucional y vocal del Consejo General del Poder Judicial.
Ignacio de Otto cursó su licenciatura en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. Discípulo de José Antonio González Casanova, trabajó con él en la Cátedra de Derecho Político de la Universidad de Santiago de Compostela (1967-1970) y en la de Teoría del Estado de la citada Universidad catalana (1970-1978), ampliando estudios en universidades alemanas. En Alemania preparó los materiales de su tesis doctoral, que habría de versar sobre El Partido Social Demócrata alemán: de la oposición a la participación en el Gobierno. Defendida con éxito en octubre de 1972 en la Universidad Autónoma de Barcelona, permanece inédita, lo mismo que bastantes textos del autor. A De Otto la tesis le deparó, sin embargo, una atracción definitiva por la cultura germánica, “cuna filosófica y laboratorio de experimentación del Derecho público, su gran advocación personal”, en palabras de González Casanova, que dedicó a su antiguo discípulo un profundo ensayo sobre las etapas de su pensamiento (“Ignacio de Otto y la fe en el derecho”, 1991), desde los años de formación hasta los de la primera madurez, es decir, hasta que tuvo lugar su temprana muerte.
Ignacio de Otto se trasladó a la Universidad de Oviedo en 1978, primero como profesor agregado y más tarde como catedrático de Derecho Político, disciplina que luego pasó a denominarse Derecho Constitucional. Entre 1980 y 1984 fue letrado del Tribunal Constitucional. Allí no sólo contribuyó a sentar las bases fundacionales de la doctrina del Tribunal, presidido a la sazón por el eminente constitucionalista y politólogo Manuel García Pelayo, sino que cimentó una estrecha relación personal y científica con el magistrado Francisco Rubio Llorente, figura clave en la construcción del Derecho Constitucional español como saber jurídico. Tras esta fase, De Otto permaneció en la Universidad de Oviedo otro curso, hasta su designación en 1985 como vocal del Consejo General del Poder Judicial, cargo que ocupó hasta su fallecimiento.
Como todos los iuspublicistas españoles, Ignacio de Otto respondió al aldabonazo que en 1980 dio Eduardo García de Enterría para advertir a la entera comunidad de los juristas, y muy señaladamente a la judicatura, acerca de la normatividad y supremacía de la Constitución española de 1978. Partía Enterría de planteamientos de raíz esencialmente norteamericana. Basándose en otros de raigambre europea, De Otto publicó por las mismas fechas (en edición modestísima, que denotaba la provisionalidad con que su ambicioso autor las concebía) unas Lecciones de Derecho Constitucional. Introducción, que supusieron un primer intento de determinar las aportaciones de la Teoría del Estado y de la Teoría de la Constitución que debían considerarse relevantes para la construcción del Derecho Constitucional como conocimiento científico y como materia académica. Es el anticipo de la opus magnum de Ignacio de Otto, Derecho Constitucional. Sistema de fuentes, editado siete años después. En la obra de 1980 laten las influencias de Hobbes, Kelsen y Luhmann. La de 1987, más reposada, matizada y reflexiva, supone una contribución decisiva de carácter doctrinal. Es un Tratado de Derecho Constitucional en cuya segunda parte, que pensaba dedicar a los órganos constitucionales, trabajaba De Otto cuando le sorprendió la muerte. Entre ambos libros, y aún póstumamente, aparecieron estos otros: Defensa de la Constitución y partidos políticos, Estudios sobre derecho estatal y autonómico, La regulación del ejercicio de los derechos fundamentales y la garantía de su contenido esencial y Estudios sobre el Poder Judicial.
La Revista Española de Derecho Constitucional, dirigida por Rubio Llorente, dijo en su necrológica que “en nuestro Derecho constitucional, Ignacio de Otto ha sido el paladín casi solitario de un esfuerzo indispensable y jamás hasta ahora realizado: el de la construcción dogmática rigurosa. [...] Su truncada obra es de las pocas que pueden ser realmente consideradas obra de ciencia”. De sus relevantes aportaciones doctrinales, empero, probablemente la más importante de todas sea la crítica de las concepciones materiales de la Constitución. De Otto siempre pensó que la Constitución había de interpretarse desde sí misma y no desde una supuesta realidad político-constitucional que fuera superior a ella en tanto que “verdadera” Constitución. Tal viene a ser lo esencial de su legado.
Obras de ~: El Partido Social Demócrata alemán: de la oposición a la participación en el Gobierno, tesis doctoral, Universidad Autónoma de Barcelona, 1972 (inéd.); Lecciones de Derecho Constitucional. Introducción, Oviedo, Guiastur, 1980; Defensa de la Constitución y partidos políticos, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1985; Estudios sobre derecho estatal y autonómico, Madrid, Civitas, 1986; Derecho Constitucional. Sistema de fuentes, Barcelona, Ariel, 1987; con L. Martín-Retortillo, La regulación del ejercicio de los derechos fundamentales y la garantía de su contenido esencial, “Derechos fundamentales y Constitución”, Madrid, Civitas, 1988; Estudios sobre el Poder Judicial, Madrid, Ministerio de Justicia, 1989.
Bibl.: VV. AA., “In memóriam: Ignacio de Otto y Pardo” y J. Jiménez Campo, “Derecho Constitucional. Sistema de fuentes, de Ignacio de Otto”, en Revista Española de Derecho Constitucional (REDC) (Madrid, Centro de Estudios Constitucionales), n.º 23 (1988), págs. 7-8 y págs. 305-322, respect.; J. A. González Casanova, “Ignacio de Otto y la fe en el Derecho”, en REDC, n.º 31 (1991), págs. 37-59 (contribución en VV. AA., Estudios de Derecho Público en homenaje a Ignacio de Otto, Universidad de Oviedo, 1993, págs. 7-32); I. Villaverde Menéndez, “Nota biográfica y bibliográfica de Ignacio de Otto”, en Estudios de Derecho Público en homenaje a Ignacio de Otto, op. cit., págs. 657-663; R. Punset, “Otto y Pardo, Ignacio de”, en R. Domingo, Juristas Universales. Volumen IV. Juristas del s. xx, Madrid, Marcial Pons, 2004, págs. 775-776.
Ramon Punset Blanco