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Pedro Sancho de la Hoz

Biografía

Sancho de la Hoz, Pedro. Calahorra (La Rioja), c. 1514 – Santiago de Chile (Chile), 1547. Cronista, conquistador.

En algunos documentos aparece también como Pedro Sánchez de la Hoz. No se ha determinado cómo llegó a América. Se sabe que estuvo en Cajamarca, allí suscribió el acta de reparto del rescate de Atahualpa. Como escribano certificó las cantidades entregadas a cada conquistador por el rescate del Inca. Fue secretario de Pizarro, en reemplazo de Francisco de Jerez, durante la marcha de Jauja al Cuzco. Relata todo este viaje en una crónica cuyo texto fue autorizado por el propio Francisco Pizarro, considerándose una relación oficial de los hechos de los españoles hasta 1534. Tuvo por encargo redactar una relación de la Conquista del Perú desde el regreso de Hernando Pizarro a España (1533) hasta julio de 1534.  El 22 de abril de 1535 obtuvo permiso para regresar a España, pero su alejamiento del Perú perjudicó sus propiedades y comercios. Casado con Guiomar de Aragón, regresó al Perú (1539), mientras Pedro de Valdivia, teniente de Pizarro, preparaba una expedición a Chile. Sancho traía una Real Cédula firmada el 24 de enero de 1539, que le autorizaba a descubrir nuevos territorios al sur del Perú, tomando posesión de ellos como gobernador, justicia mayor y capitán general. Sus ambiciones chocaban de inmediato con el proyecto de exploración de Pedro de Valdivia.

Carlos V distribuyó entre los conquistadores los territorios extendidos desde la línea equinoccial hasta el estrecho de Magallanes. Entonces la Capitulación celebrada entre Pedro Sancho de la Hoz y la Corona española lo designaba como primer gobernador de las tierras sureñas o Terra Australis por descubrir. Pero en contra de sus reconocidos derechos, fue obligado por Francisco Pizarro a integrarse a la empresa de Pedro de Valdivia, gobernador de Nueva Extremadura (Chile). De inmediato Francisco Pizarro lo obligó a asociarse a la empresa de Pedro de Valdivia y Francisco Martínez hacia Chile, porque Sancho no contaba con hombres ni dinero. Su aportación a la empresa consistiría en casi cincuenta cabalgaduras, corazas y provisiones, que despacharía en dos navíos en un plazo máximo de cuatro meses. Sin embargo, no pudo cumplir, planeando por el contrario asesinar al gobernador de Chile, Pedro de Valdivia, para apoderarse del mando de todas las huestes españolas en el Sur. Durante ocho meses se preparó la expedición, reuniendo casi mil indios al mando de diez españoles. Marcharon en enero de 1540, adhiriéndose veinticuatro españoles más en el trayecto. La difícil jornada y la belicosidad indígena cobraron primero la vida de Iván Gómez, mientras Francisco de Martínez regresaba a Arequipa gravemente herido. Durante todo el trayecto, Sancho de la Hoz marchó detrás de Valdivia, rehuyendo los peligros. La mortandad de auxiliares indígenas y soldados españoles obligó a Valdivia a buscar gentes de armas en los alrededores. En la quebrada de Tarapacá se les unieron Juan Bohón, Francisco de Villagrá, Jerónimo de Alderete, Juan de Ávalos, Juan de Cuevas, el capellán Rodrigo González de Marmolejo, entre otros, sumando casi ciento diez hombres. En junio, Valdivia marchó hacia San Pedro de Atacama al encuentro de Francisco de Aguirre, acampando en Chiu Chiu. La suerte salvaría su vida del primer intento de asesinato de Pedro Sancho de la Hoz. Precisamente antes de la salida de Lima, Sancho de la Hoz y sus amigos Gonzalo de los Ríos, Antonio de Ulloa y Juan Guzmán planearon asesinar a Pedro de Valdivia. Por eso no viajaba junto a Valdivia sino detrás de él, esperando el momento preciso para asesinarlo. En Chiu Chiu buscaron a Valdivia en su campamento. Sancho de la Hoz planeaba abrazarlo fraternalmente mientras otros lo apuñalaban por la espalda. Pero erraron el camino y llegaron a la tienda de Bartolomé Díaz, que los condujo inocentemente hacia Valdivia. En la tienda descansaba sobre la cama Inés Suárez, mujer de Valdivia, que descubriendo el complot alertó con sus gritos a los soldados. Pedro Gómez de San Benito los apresó sin severidad porque eran socios de Valdivia. Enterado del complot, Valdivia les perdonó la vida el 20 de agosto de 1540, para evitar conflictos con la Corona. Sin embargo, la intención de Sancho de matar a Valdivia no se detuvo.

Aprovechando la ausencia de Pedro de Valdivia en la ciudad de Santiago, inició y encabezó una conspiración para retornar al Perú. Entre los conspiradores se encontraban Alonso de Chinchilla, Martín Ortuño, Antonio de Pastrana, Bartolomé Márquez y Martín de Solier. A su regreso Valdivia castigó a los conspiradores y por segunda vez perdonó la vida a Sancho dándole sólo cárcel. Nuevamente, durante el reparto de encomiendas en la ciudad de Santiago, aprovechó el descontento de algunos encomenderos para tumultuar la provincia. Apresado en Talagante, se le perdonó la vida nuevamente temiendo que su ejecución incomodara a las autoridades reales. En Copiapó, Pedro Sancho de la Hoz pretendió de nuevo tomar el mando valiéndose de la ausencia de Valdivia. Para ello manipuló a Hernán Rodríguez de Monroy. La conjuración se descubrió y Francisco de Villagrá, que estaba al mando, condenó a Pedro Sancho a la decapitación y exposición de su cabeza en plaza pública, pregonándose su delito de traición al Rey (1547). A partir de Jerónimo de Alderete, a quien el monarca español le concedió por Real Cédula de 29 de septiembre de 1554, “desde el dicho Estrecho de Magallanes, por la costa del mar del sur adelante hasta trescientas leguas, con todo lo que durare el dicho estrecho”, se sabe que Chile, como gobernación española, extendió su jurisdicción hasta el Polo Sur. Los gobernadores de Chile fueron entonces también de la Tierra Australis, encargados de tomar posesión de aquellas tierras “que caen en la demarcación de la Corona de Castilla en la otra parte del dicho Estrecho”. Siempre detrás de fortuna y tierras, Pedro Sancho de la Hoz dejó una Relación para su magestad, escrita en 1534, cuyo original se encuentra perdido, sin embargo una versión se salvó gracias a una traducción al italiano publicada por el impresor Giambattista Ramusio en 1550 titulada Relatione per sua maestra di quel che nel conquista & pacificatione di queste provincie della nuova castiglia é succeso, & della qualitá del paese dopo che in Capitano Fernando Pizarro si parti & si torno á sua maesta. Il raporto del conquistamento di Caxamalca & de la progione del Cacique Atabalipa. El manuscrito original sigue perdido y su traducción del italiano al español dificulta su aprovechamiento histórico por la transliteración del contenido. La crónica de Pedro Sancho de la Hoz es la versión oficial de la conquista. Trata del rescate de Atahualpa, de las libertades que tuvo en prisión, su supuesta “traición”, suplicio y muerte. Hay información sobre los hechos ocurridos después del repartimiento de Cajamarca, gran parte de la información se centra en los acontecimientos ocurridos durante las expediciones a Jauja y Cuzco. No aporta gran información etnográfica sobre los pueblos andinos encontrados en su marcha. También hay una curiosa información sobre la ceremonia de sucesión y coronación del nuevo inca Guaritico, hermano de Atabalipa camino a Jauja. El texto comienza con el rescate ofrecido por el Inca a cambio de su liberación y cómo Atabalipa en realidad preparaba un ardid para asesinar a los españoles. No es casual su interés por la descripción de puentes y caminos que conectaban el Tahuantinsuyo, ya que así los conquistadores y la Corona tendrían cómodamente el control del Imperio. El fragmento más apasionante de la narración son los combates contra los incas camino al Cuzco: emboscadas, batallas, infortunios e incomodidades que sufrieron durante la campaña. Establece una relación entre la calidad de la gente, la tierra y el clima. Así los naturales de los llanos son de menor razón respecto a los de la región alta. Gente de poco entendimiento, bruta y de malas costumbres.

 

Obras de ~: Relación para su magestad, 1534 (dasapar.) (Relatione per sua maestra di quel che nel conquista & pacificatione di queste provincie della nuova castiglia é succeso, & della qualitá del paese dopo che in Capitano Fernando Pizarro si parti & si torno á sua maesta. Il raporto del conquistamento di Caxamalca & de la progione del Cacique Atabalipa, Venecia, por el impresor Giambattista Ramusio, 1550).

 

Bibl.: D. Barros Arana, “Los socios de Pedro de Valdivia. Francisco Martínez y Pedro Sancho de Hoz [según documentos enteramente inéditos]”, en Revista de Santiago, vol. II (1873), págs. 845-863; H. H. Urteaga y C. A. Romero (eds.), “Relación para su Magestad”, en H. H. Urteaga (ed.), Los cronistas de la conquista, París, Desclée de Brouwer, 1938; “Relación de la conquista del Perú escrita por Pedro Sancho, Secretario de Pizarro”, en Biblioteca Peruana, 1.ª serie, t. I (117-193), Lima, Editores Técnicos Asociados 1968; L. A. Arocena, La relación de Pedro Sancho, Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1988; J. M.ª González Ochoa, Cronistas de indias riojanos, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos - Gobierno de La Rioja, 2011, págs. 19-114.

 

Yovani Soto Villanueva