Acosta Muñoz, Juan. Totana (Murcia), 11.XII.1819 – Madrid, 24.VI.1887. Militar y ministro.
Era hijo de Miguel Acosta, coronel de Caballería que se había distinguido en la Guerra de la Independencia, y de Mercedes Muñoz. Tras cursar en Almería estudios de 1.ª y 2.ª enseñanza, a los dieciséis años, cuando una España dividida se enfrentaba en los campos de batalla, sentó plaza como soldado voluntario, concediéndosele por gracia el empleo de subteniente en marzo de 1836, incorporándose al mes siguiente al ejército de Cataluña formando parte del Regimiento de La Albuera. En el mes de julio recibió su bautismo de sangre durante la acción de las alturas de San Pedro de Torelló (Barcelona), interviniendo más tarde en el levantamiento del sitio de la población de igual nombre.
En junio de 1837 se enfrentó a la expedición de Carlos en la batalla de Gra (Lérida). Continuó durante los tres años siguientes combatiendo a los carlistas en Cataluña, alcanzando en junio de 1838 el empleo de teniente. En noviembre del año siguiente intervino en las acciones de Peracamps (Lérida), formando parte del Regimiento de Saboya, donde resultó herido en febrero de 1840 de bala de fusil en la pierna izquierda durante la conducción de un convoy a Solsona (Lérida) y siendo felicitado al frente de su batallón, por lo que mereció una Cruz de San Fernando de 1.ª clase por su intervención en abril en una nueva acción librada en Peracamps.
Durante los años siguientes prestó servicios de guarnición en Cartagena, Valencia y Cataluña, siendo trasladado en septiembre de 1842 al Regimiento del Infante, con el que al año siguiente pasó a Madrid. En el mes de julio se halló en la acción de Torrejón de Ardoz, recibiendo el empleo de capitán por gracia general e interviniendo seguidamente en operaciones en Andalucía.
En 1846 tomó parte en la sofocación del levantamiento progresista de Galicia, combatiendo en la acción de San Simón de Cacheiras (La Coruña) y estando presente en la toma de Santiago.
Al año siguiente, con el Batallón de Cazadores de Tarifa, formó parte de la expedición a Portugal bajo el mando del general De la Concha, y a su regreso a España se incorporó al Ejército de Cataluña para combatir de nuevo a los carlistas, ganando una segunda Cruz de San Fernando de 1.ª clase en septiembre de 1848.
En 1849 se batió con gran bravura, entre otras, en las acciones de Amer (Gerona), San Boy (Barcelona) y Cambrils (Tarragona), mereciendo su comportamiento el ascenso a segundo comandante por méritos de guerra, lo que le obligaría a pasar a la situación de reemplazo, en la que se mantendría hasta 1851.
En el mes de mayo del anterior año fue destinado al Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, con el que prestó servicio en diversas plazas de Cataluña.
En 1854 se adhirió al alzamiento nacional del mes de julio, recibiendo como gracia general el empleo de primer comandante, con el que fue destinado al Regimiento de África.
Los años siguientes continuó en Cataluña, enfrentándose en 1855 a las facciones montemolinistas que vagaban por la provincia de Gerona, concurriendo a la captura del cabecilla Marsal, por lo que fue agraciado con la Cruz de Isabel la Católica, recibiendo al año siguiente el grado de coronel por su intervención en la sofocación del movimiento revolucionario de Barcelona del mes de julio.
Disfrutó de tranquilidad entre los años 1857 y 1859, limitándose a prestar servicios de guarnición en las plazas de Valencia, Granada, Algeciras y Sevilla, incorporándose en octubre del último año al Ejército Expedicionario a África, al mando en comisión del Batallón de Cazadores de Llerena.
Formando parte del 3.er Cuerpo de Ejército, se halló en los frecuentes combates que se libraron del 15 al 30 de diciembre, siendo recompensado con el empleo de teniente coronel por el mérito contraído en el combate del día 22, al cargar al frente de su Batallón contra un enemigo muy superior, que le había envuelto.
En 1860 intervino en numerosas acciones durante el avance de las tropas hacia Tetuán, distinguiéndose en la batalla dada en dicha ciudad el 4 de febrero, por la que fue nombrado comendador de Isabel la Católica. El 23 de marzo intervino en la batalla de Wad Ras y regresó al mes siguiente a España, donde se le encomendó el mando del Batallón de Cazadores de Baza, de guarnición en Madrid.
En 1862 causó baja en su anterior destino al ser nombrado jefe del Detalle del Colegio de Infantería de Toledo, en el que dos años después fue ascendido a coronel por antigüedad. A continuación fue destinado al mando de la 7.ª Media Brigada de Provinciales, en la que en 1865 fue baja por habérsele puesto al frente del Regimiento de Extremadura.
Por esta época prestó su apoyo al general Prim, de quien era amigo, con motivo de haberse trasladado a Valencia perseguido por la policía debido a sus conspiraciones contra el Gobierno, y a quien ocultó y ayudó para que, disfrazado, pudiese embarcar hacia el extranjero.
Esta actuación le valió la enemistad del Gobierno, que le quitó el mando del Regimiento de Extremadura y le dio el de la 1.ª Media Brigada de las Milicias Provinciales de las Islas Canarias.
No satisfecho el Gobierno con esta decisión, en 1866 fue destinado al Ejército de la Isla de Cuba, incorporándose a La Habana, donde a su llegada no se le dio destino alguno sino que se le pasó a la situación de reemplazo, lo que le obligó a solicitar el retiro, y regresar a la Península en el mes de diciembre, de donde, una vez concedido dicho retiro, fue desterrado a las Islas Canarias.
En el mes de marzo de 1868 pudo regresar a la Península, pasando a residir en Écija. En el mes de septiembre tomó parte en el movimiento revolucionario que arrojó del trono a Isabel II, siendo recompensado con el empleo de brigadier y nombrado a continuación oficial de la clase de primeros del Ministerio de la Guerra.
En 1869 se le encomendó el Gobierno Militar de la provincia de Tarragona y en ese mismo año fue ascendido a mariscal de campo. En diciembre del año siguiente fue nombrado capitán general de las Islas Baleares y, un año después, pasó a desempeñar el mismo cargo en Castilla la Vieja y posteriormente en Valencia.
En 1871 dimitió del anterior cargo y poco después fue puesto a las inmediatas órdenes del general en jefe del Ejército del Norte, quien le confió el mando de la 1.ª División, al frente de la cual tuvo varios encuentros con los carlistas, mereciendo su comportamiento el ascenso a teniente general.
En los años siguientes desempeñó los cargos de capitán general de Valencia (1872) y de Andalucía y Extremadura (1873), ministro de la Guerra (1873), capitán general de Cataluña (1873), inspector general de Carabineros (1873) y director general de la Guardia Civil (1873).
En 1874, cuando desempeñaba por segunda vez el cargo de inspector general de Carabineros, quedó en situación de reemplazo, en la que permaneció hasta que en 1881 fue nombrado vocal de la Junta Consultiva de Guerra, pasando en 1882 a ser director general de los Cuerpos de Estado Mayor del Ejército y Plazas, y un año después director general de la Caja y Recluta.
En 1884 volvió a la situación de cuartel y en ella se mantuvo hasta que en 1886 pasó a desempeñar su último cargo, el de presidente del Consejo de Redenciones y Enganches Militares.
Poseía las Grandes Cruces de San Hermenegildo (1869) y al Mérito Militar con distintivo rojo (1870).
Fuentes y bibl.: Instituto de Historia y Cultura Militar (Madrid), Célebres: caja 1, exp. 6: Expediente personal de Juan Acosta Muñoz.
P. Chamorro, Estado Mayor General del Ejército español, Madrid, 1850-1858; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; F. Ruiz Cortés y F. Sánchez Cobos, Diccionario biográfico de personajes históricos del siglo XIX español, Madrid, Rubiños-1860, 1998.
José Luis Isabel Sánchez