Rodríguez Bernal, Miguel. Jerez de la Frontera (Cádiz), 25.X.1877 – 23.VII.1967. Pedagogo y empresario teatral.
Miguel Rodríguez Bernal nació en el seno de una familia de artesanos, pues su padre era ebanista de profesión, pero su madre, persona ilustrada, se preocupó de que sus cuatro hijos recibieran una esmerada educación. Ingresó como alumno en la Escuela de Santo Domingo, de Jerez de la Frontera, de la que había tomado posesión como director el pedagogo Julián Cuadra y Orrite, del que sería su discípulo predilecto. En 1896, en la Escuela Normal de Cádiz, obtuvo el título de maestro de primera enseñanza superior con la calificación de sobresaliente. En octubre de ese mismo año inauguró una escuela privada, a la que denominó San Pablo, y a la que se incorporó como maestro, dos años después, su hermano Francisco, que más tarde pasaría a la escuela pública, destinado en pueblo de l’Ametlla de Mar en Cataluña, población que, por sus merecimientos, rotularía una calle con su nombre.
En 1906, trasladó la escuela a una casa mayor con el fin de crear un aula en el que impartir la enseñanza bajo los principios del pedagogo suizo Johan Heinrich Pestalozzi (1746–1827), que alcanzó 117 alumnos bajo esta disciplina y un total de 352 en el colegio. En 1910, trasladó nuevamente el colegio para impartir, además de la primera enseñanza en sus tres grados, párvulos, elemental y superior, una segunda enseñanza y ampliación de la Superior y Dibujo, incluso preparatoria para Magisterio, Comercio, Piloto, Correos, Telégrafos, e ingreso en las Academias Militares, sirviendo también de pequeño internado. Sin embargo, una de sus grandes aficiones era el teatro, creando al efecto en el colegio, un grupo, con el que representaba obras infantiles, educativas y moralistas. Con la llegada a la ciudad de órdenes religiosas docentes, cerró el colegio y se dedicó a actividades de viticultura, bajo la marca de Vilar y Castilla, pero sobre todo a la de empresario teatral, lo que le llevó a la gerencia de la Sociedad El Alcázar, que gestionó los teatros Eslava y Principal de Jerez entre los años 1914 y 1919, pasando por sus escenarios relevantes figuras de su época, como Emilio Sagi-Barba, Cesar Muro, Amelia Majeroni, o La Goyita. Pero, ante la aparición de nuevas normativas sobre espectáculos, a las que estos establecimientos no podían adaptarse por su precaria situación, hubieron de clausurarse.
En el año 1920 fue nombrado concejal del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, con dedicación al área de Instrucción Publica, y por iniciativa suya, se construyó por su iniciativa un nuevo teatro, al que llamó Liceo Antonio Vico, inaugurado el 29 de mayo 1924, y por cuyo recinto pasaron las más relevantes compañías de la época. Setenta y cinco años después, en reconocimiento a su dilatada vida docente y empresarial el Ayuntamiento adoptó el acuerdo de darle su nombre a una calle.
Bibl.: El Mensajero, 29 de abril de 1898; El Mensajero, 30 de junio de 1899; El Guadalete, 9 de diciembre de 1899; El Guadalete, 30 de junio de 1900; Eco de Jerez (Jerez de la Frontera), 3 de noviembre de 1901; El Guadalete, 30 de junio de 1908; El Mensajero, 3 de julio de 1909; A. Plaza de Prado y M.ª S. Pascual, Los Archivos de las Escuelas Normales de Cádiz Siglo XIX, Cádiz, Universidad de Cádiz, 2000; I. Rodríguez Díaz, “Semblanza de un Maestro excepcional”, en Diario de Jerez (Jerez de la Frontera), 5 de abril de 2004; R. Rodríguez Almodóvar, “Un generador de cultura”, en Jerez Información (Jerez de la Frontera), 29 de agosto de 2004; A Mariscal Trujillo, Jerezanos para la Historia, Jerez de la Frontera, Editorial Laberinto 2006, págs. 253-254; R. Rodríguez Almodóvar, “100 Aniversario de la Escuela Pestalozziana”, en Jerez Información (Jerez de la Frontera), 14 de octubre de 2007; “Nati La Bilbainita”, en Diario de Jerez (Jerez de la Frontera), 11 de diciembre de 2007.
Romualdo Rodríguez Almodóvar
