Ibáñez y Duce, Fernando. Sigüenza (Guadalajara), 1.V.1836 – Madrid, 19.IV.1909. Dentista.
A la edad de veintiocho años ejercía en Madrid como “oficial dentista”, decidiendo entonces presentarse para ser admitido en la carrera de “practicante”, lo que consiguió tras examen y después cursó los cuatro trimestres reglamentarios en el Hospital General, de manera que en 1869 aprobaba el examen definitivo que le daba dicha titulación, la cual le permitía ejercer como dentista.
Pese a no prodigarse en estudios teóricos, sí consiguió un prestigio práctico contrastado, pues atendió a los personajes madrileños de más alta posición social, como Emilio Castelar, el teniente general Pavía y algunos miembros de la Real Academia Nacional de Medicina. En 1878 alcanzó el empleo de dentista de la Casa Real y permaneció en este puesto tan importante hasta el año 1900, en que le sucedió Florestán Aguilar. Fue condecorado como caballero de la Real Orden de Carlos III. Como dato anecdótico, cabe comentar la copropietariedad que tuvo en el madrileño teatro Martín.
Ibáñez, por la importancia del cargo ocupado, contó con la consideración de sus compañeros de profesión y participó en las reuniones que los dentistas españoles tuvieron durante la última década del siglo xix para reformar los estudios de “Cirujano-dentista”. Su obra se vio continuada en la persona de su suegro, el célebre dentista dublinense afincado en España, Alejandro Darlington.
Bibl.: Redacción, “Necrología. Don Fernando Ibáñez”, en La Odontología, 5 (1900), pág. 189; J. Sanz, “Fernando Ibáñez Duce (1836-1909), dentista de la Casa Real”, en Anales Seguntinos (1993), págs. 97-100; J. Sanz, “Ibáñez, Fernando”, en Diccionario Histórico de Dentistas Españoles, Madrid, Acción Médica, 2001, pág. 27.
Javier Sanz Serulla
