Iriarte, Tomás. Buenos Aires (Argentina), 7.III.1794 – 26.V.1876. Militar.
Fueron sus padres el coronel español Félix de Iriarte y María Josefa del Rosario Somalo. Enviado a los diez años a España en la fragata Clara, ésta fue atacada por buques ingleses el 5 de octubre de 1804 y sus tripulantes enviados como prisioneros a Plymouth Deck.
De vuelta en España, Iriarte se incorporó como cadete en 1806 en la Real Academia de Segovia, de la cual egresó tres años después como subteniente de Artillería. Intervino en la defensa de Segovia frente al ataque napoleónico, terminando como prisionero, aunque logró huir. Tomó parte en varias acciones, llegando a ser teniente en 1811, capitán en 1812 y ya en 1814 era teniente coronel. En 1816 embarcó hacia América acompañando al general La Serna. En Perú intervino en Yavi, luego en la campaña sobre Jujuy y terminó abrazando la causa patriota. Fue recibido por el general Martín Miguel de Güemes, por el general Manuel Belgrano y el gobierno revolucionario lo designó director de la Escuela de Artillería en 1818. Ese año alcanzó el mando de teniente coronel y dos años más tarde acompañó al general Alvear en su campaña contra el gobierno de Buenos Aires y tomó parte de la famosa asonada del 25 al 27 de marzo de 1820.
Participó en el enfrentamiento de Cañada de la Cruz y terminó prisionero y desterrado a Montevideo por orden de Estanislao López. En esa ciudad fundó una sociedad patriótica para liberar al país, sometido a la dominación portuguesa. En 1821 regresó en misión reservada a Buenos Aires y se vio favorecido por la Ley del Olvido, gracias a la cual pudo reincorporarse al Ejército en 1822. Más tarde acompañó al general Alvear en misión diplomática a los Estados Unidos.
En 1826 fue reincorporado al servicio activo como teniente coronel y designado comandante del 2.º batallón de Artillería. Actuó como secretario del gobernador Martín Rodríguez. Intervino en el enfrentamiento contra Brasil tomando parte como coronel en la batalla de Ituzaingó, el 20 de febrero de 1827.
Desde marzo de 1830 revistó en la plana mayor del Ejército. En 1831, como comandante general del arma de artillería, militó para las fuerzas federales e intervino en la campaña contra el general Paz. Fue propuesto por Rosas para la legislatura en 1831 y ascendido a coronel mayor. En el año 1833 integró el Consejo de Guerra de oficiales generales encargado de juzgar al teniente coronel José María de Pinedo en las islas Malvinas, al ser éstas ocupadas por la fragata de Su Majestad Británica Clío. Más tarde, alejado de los rosistas, se unió al grupo de los Lomos Negros, que apoyaban al gobernador Balcarce. Triunfante éste en las elecciones de 1833, Iriarte fue elegido diputado.
Cuando la Revolución de los Restauradores —octubre de 1833— sacó a Balcarce del gobierno, Iriarte fue dado de baja y desterrado a la Banda Oriental en 1834. Allí se unió a los grupos antirrosistas en 1839, y en 1840 se incorporó a las tropas del general Lavalle como jefe del Estado Mayor, participando de los combates de Don Cristóbal, Sauce Grande y en Quebracho Herrado, derrota total para las fuerzas de Lavalle.
Intervino en la defensa de la ciudad de Montevideo amenazada por el ejército de Oribe. Tras la caída de Rosas, regresó a Buenos Aires, donde se volcó a tareas de índole intelectual. En 1828 tradujo del francés las Maniobras de artillería, en 1832 del inglés las Cartas de Lord Chesterfield a su hijo en dos volúmenes.
En 1833 redactó una Instrucción para el manejo y servicio de la Artillería ligera. A pedido del gobierno uruguayo escribió una “Memoria Militar. Proyectos de operaciones bélicas para derrotar al tirano Rosas”, que se publicó en 1868 en La Revista de Buenos Aires. También intervino en la redacción del Código Militar junto con Bartolomé Mitre. Fue uno de los jueces en la causa que se le siguió a aquél por su revolución en septiembre de 1874, en la que fue indultado. Redactó sus Memorias entre 1835 y 1847, que resultan un material de consulta indispensable para la reconstrucción de la historia argentina. Se encuentran en el Archivo General de la Nación en veintidós mil páginas manuscritas y desde 1944 fueron publicadas en distintas ocasiones.
Bibl.: E. Udaondo, Vida y obra del general Tomás de Iriarte, Buenos Aires, 1923; E. de Gandía, “Las memorias del general Tomás de Iriarte”, en La historia como arte, Buenos Aires, 1944; T. Sánchez de Bustamante, Biografías históricas de Jujuy, Tucumán, Universidad Nacional, 1957, pág. 172; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino, t. III, Buenos Aires, Editorial Elche, 1978, págs. 665-667; Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres, Buenos Aires, Editorial Elche, 1994, t. I, págs. 611-612; M. Sáenz Quesada, La Argentina. Historia del país y de su gente, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2001, págs. 300, 305, 315 y 317.
Andrea María Bau
