Hidalgo de Antequera y Hernández Colmenares, Rafael. Écija (Sevilla), 10.XI.1757 – 20.VIII.1834. Platero.
Bautizado en la parroquia de Santa Bárbara de Écija en 1757, hijo de Luis Hidalgo de Antequera y María Antonia Hernández Colmenares Gómez. Huérfano de padre y madre a partir de los dos años, fue acogido por su tío el platero José Hernández Colmenares Gómez, en cuyo hogar recibió cuidados y formación. Tras el fallecimiento de éste, ocurrido en 1770, continuó viviendo con su tía viuda Josefa Carrasco, en el mismo edificio de la calle de la Platería, esquina a la Plaza Mayor. Aunque no consta documentalmente, su aprendizaje artístico debió de producirse dentro del círculo próximo de artífices plateros con los que se hallaba emparentado: el clan de los Hernández Colmenares. En 1778 accedió al grado de maestro platero, tras ser examinado favorablemente por el fiel contraste Diego Antonio Gaitán. En 1781 aparece plenamente integrado en el gremio y participando activamente en las reuniones que dieron lugar a la formación del Colegio de Plateros de San Eloy.
En 1791 contrajo matrimonio con Teresa de Isla, de quien tuvo ocho hijos (José, Manuel, Antonio, Rafael, Pablo, María, Rafaela y Teresa); uno de ellos continuó la profesión paterna y otros dos llegaron a cursar estudios literarios. El domicilio familiar estuvo ubicado en las calles de la Platería y Cristóbal Valderrama. En 1798 era hermano de la Real Congregación de Luz y Vela del Santísimo Sacramento, establecida en la parroquia de San Juan Bautista. En abril de 1800 sufría una grave enfermedad que le hizo temer por su vida, llegando a otorgar testamento juntamente con su esposa; no obstante, superó su dolencia y, en diciembre del mismo año, aparece arrendando por seis años dos tiendas en la calle Mayor del Valle, para el tiempo que durase la feria de septiembre. La prosperidad de su oficio, así como diferentes legados familiares, le permitieron alcanzar una envidiable situación económica. Además del ejercicio de su profesión —del que apenas se han conservado piezas artísticas—, tenía otras ocupaciones relacionadas con la agricultura y la ganadería. En 1815 estas actividades consistían en labrar, mediante arrendamiento, el cortijo de Benavides, con una extensión de 140 fanegas, y dos pequeñas fincas de su propiedad, situadas en el ruedo de Écija; además, tenía considerable número de cabezas de ganado caballar y de labor. Por otra parte, no se debe olvidar que era propietario de dos casas en las calles del Aguabajo y de la Platería. Estas circunstancias justifican que en los padrones vecinales de estos años se le denomine “platero y hacendado notorio”.
Con motivo de la invasión francesa, la ciudad de Écija tuvo que reunir en varias ocasiones cuantiosas sumas de dinero, para evitar los saqueos a manos de los invasores. Estas sumas se “repartían” o recaudaban entre todos los vecinos, en función de la capacidad económica de cada uno de ellos; en el repartimiento llevado a cabo en 1811 fue asignada a Rafael Hidalgo la considerable cantidad de 4.000 reales. Por otro lado, el prestigio económico y la buena posición social conllevaron también el desempeño de obligaciones ciudadanas determinadas por el Ayuntamiento; en este sentido, se sabe que su casa fue elegida en diversas ocasiones para alojar milicianos; o que, en 1817, ejercía el cargo de receptor de bulas (depositario de la recaudación de impuestos), que era de carácter obligatorio. Como persona culta e ilustrada que era, en 1819 formaba parte de la Sociedad Económica de Amigos del País de Écija, junto a su hijo José Hidalgo Isla; en ella ocupaba el cargo de tesorero y, además, ejercía como director de la Academia de Agricultura creada por dicha Sociedad. Por estos años se hallaba aquejado de una prolongada enfermedad, por lo que su hijo Manuel era el encargado de llevar, tanto los negocios, como la tienda de platería.
Rafael Hidalgo murió en 1834 y fue enterrado en la parroquia de Santa Bárbara. Su marca de autor es “hidalgo”.
Obras de ~: Potencias, parroquia de Santa María, Écija (Sevilla), c. 1780.
Bibl.: G. García León, El arte de la platería en Écija, siglos xv-xix, Sevilla, Diputación Provincial, 2001, págs. 141-143.
Gerardo García León