Sentmenat de Requesens, Aleix de. Barcelona, 1600 – 1674. Político y militar.
Hijo de Miquel de Sentmenat d’Alentorn (fallecido en 1621), segundogénito del barón de Sentmenat, y de Estàsia de Requesens; una de sus tías, Cecilia, casó con el primer conde de Erill, y otra, Dionisa, lo hizo con Ramon-Joan de Calders. El hermano mayor de su padre, Joan de Sentmenat, enlazó con los Torrelles, señores de Pera y de Vallparadís de Terrassa, feudos que pasaron a engrosar el patrimonio de esta noble familia.
En 1609 fue nombrado paje de Su Majestad, mas no llegó a acceder a dicho honor debido a los antecedentes políticos de su padre. Su carrera política no revistió importancia alguna, hasta la llegada de la Revolución de 1640, limitándose a asistir, desde 1617, a las principales juntas de Brazos. En cuanto a su carrera militar, en 1634 había sido nombrado capitán de la coronela barcelonesa, y más tarde, con motivo de la campaña militar sobre Leucata (1637), fue movilizado y se le puso al frente de una compañía de milicianos. Posteriormente, ya en 1640, aparecía como sargento mayor.
A partir de 1639, Aleix de Sentmenat desempeñó algunas embajadas de parte de los diputados, a los consellers de Barcelona y al virrey conde de Santa Coloma. Durante los meses de febrero y marzo de 1640 no se perdió una Junta de Braços de las que se convocaban para intentar atajar el problema de los excesos en los alojamientos militares. Todo el país hervía en la caldera de la revuelta generalizada, Barcelona fue el foco de la revolución que la acompañaría, y Aleix de Sentmenat uno de los políticos que formaron el núcleo conspirativo que la empezaría fraguando. Con poderes secretos otorgados por la Diputación del General, el último día de abril, partió para conseguir ayuda militar de Luis XIII. Junto con Francesc de Vilaplana, fue Aleix de Sentmenat a quien ha cupido el protagonismo histórico de ser quien inició las primeras negociaciones formales con el barón de Espenan, la máxima autoridad militar francesa al otro lado de la frontera, concretamente, el 4 de mayo de 1640. De vuelta a Barcelona, colaboró en la formación de una pequeña fuerza armada al mando exclusivo de los diputados. En aquellos momentos ya se había desatado la revolución política, y Sentmenat plenamente integrado en ella, partió para Perpiñán con la misión encubierta de adquirir armas e introducirlas en Cataluña. A mediados de agosto, los servicios de contraespionaje hispánicos detectaron la naturaleza de sus actividades, y el entonces gobernador militar de Perpiñán, Juan de Garay, le hizo prender (el día 23) junto con otros implicados (Jacint Ham, el canónigo Ramon Ros, Gabriel de Llupià, Llorenç de Sinisterra, Josep Coll, Josep Escuder, etc.). En Barcelona, avisados por los jurados de Canet, Figueras, Girona y la Junquera, la noticia de su encarcelamiento causó honda sensación, siendo inútiles todas las gestiones que se llevaron a cabo ante el virrey y otras instancias, para conseguir su liberación. Bien al contrario, Garay, consciente de hallarse en medio de un torbellino de conspiraciones catalano-francesas, se negó a entregar los prisioneros al gobernador de los condados, como mandaban las Constituciones y se lo llevó consigo cuando pasó a Tarragona a integrarse en el ejército del marqués de Los Vélez. No les abrió, sin embargo, diligencias judiciales, puesto que, a mediados de abril de 1641, el Consejo de Aragón no conocía las causas de su arresto, y pedía informe al virrey Federico Colonna. Fue entonces cuando Josep de Margarit propuso canjearlo por un fraile franciscano cirujano, muy estimado de Los Vélez, efectuándose el intercambio.
A finales de agosto de 1644, tomó parte al mando de un tercio en el asalto a Tarragona. En marzo de 1648 es nombrado miembro de la Trentasisena o comisión de la Junta de Brazos, en la que renovará sucesivamente en julio siguiente, en septiembre de 1649 y en agosto de 1650. Entre septiembre de 1648 y febrero siguiente, efectuó sendas embajadas, junto con Rafael Cárcer, para recabar colaboración en el empeño de que la Santa Sede expidiera las bulas necesarias para proveer los obispados, abadías y dignidades pendientes en Cataluña. En septiembre de 1649 formaba parte de la comisión de doce individuos encargados de sopesar la legalidad de la detención del oidor militar Domènec de Negrell, inculpado de alta traición.
Su vinculación con los condados catalanes del norte le había puesto en más de una ocasión en una posición de intermediario. A finales de 1649 se encargaba de expedir cartas al veguer de la Cerdanya para que levantase somatén general contra el ejército hispánico. En mayo de 1652, medió con el teniente del castillo de Perpiñán e informó a los diputados del motín que le tenía cercado. Caída Barcelona, Aleix de Sentmenat fue uno de los políticos que se exiliaron en Perpiñán, desde donde pretendió ser compensado por la pérdida de patrimonio en Cataluña, a través del confiscado a su vez en Rosellón a nobles felipistas como el duque de Cardona, Llupià, Guanter o Josep de Pinós.
Aleix de Sentmenat casó dos veces, la primera con Marianna d’Oms, señora de Sant Jordi Desvalls, y la segunda con Magdalena de Ros, sin prole de ninguno de ambos matrimonios. Tuvo cinco hermanos, Francesc, Jofre, Ramon (monje en Montserrat), Elisabet y Magdalena, que tampoco dejaron descendencia. Su viuda Magdalena (fallecida en 1681), contrajo nuevas nupcias en 1663 con el hijo de Francesc de Tamarit.
Obras de ~: Copia de una carta que ha enviado don Alex de Sentmenat als molt Illust. S. Consellers de la ciutat de Barcelona, donât avis de la presa del port de Tarragona, Barcelona, Iaume Mathevat, 1644.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 290; Relacio molt verdadera [...] del siti de Tarragona..., Barcelona, Jaime Mathevat, 1644, fol. 3.
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Manuel Güell Junkert
