Martín García-Marcos, Luis. Luis de Tabique, Lunófilo, Azorinete. Segovia, 12.XII.1895 – 29.IX.1971. Poeta y periodista.
Nació en Segovia, en una casa de la calle Real. Su infancia y su juventud transcurrieron en el ambiente quieto y amable de una familia acomodada de fines del siglo xix y comienzos del xx. En su ciudad aprendió las primeras letras y cursó el bachillerato.
Seguidamente inició estudios de Ingeniería con los frailes agustinos de El Escorial, muy lejanos de su vocación literaria, y que muy pronto abandonó (testimonios familiares recuerdan que era curioso ver sus libros de ciencias con los márgenes llenos de versos y caricaturas). Se incorporó entonces al trabajo en la droguería y perfumería familiar, en la que hubo de ponerse al frente al fallecimiento de su padre. Entonces, la rebotica del establecimiento sería conocida en la ciudad por sus tertulias, cuyo carácter y ambiente han sido evocados por quienes las frecuentaron a lo largo de las décadas de 1920 y 1930. Como dijo Dionisio Ridruejo: “Ejercía en la rebotica de su droguería de la calle Real —al lado del incendiado y mal recompuesto convento del Corpus Christi que fue sinagoga— donde la conversación tenía mucha más importancia que el comercio. Era como una tertulia-río en la que siempre había alguien pero nunca muchos, sucediéndose las visitas por espacios algo más largos que los gastados por los clientes; doble movimiento que alimentaba a unos y a otros y que para el ingenio de don Luis era como el roce constante de un sacapuntas.
Un poco mentidero y un poco tribunal, amén de sala de lectura para la página fresca, la rebotica del droguero poeta era considerada con su poco de recelo y su mucho de interés”.
De aquellos años y aún antes data la amistad que había de unir a Luis Martín Marcos con el marqués de Lozoya, Dionisio Ridruejo, Alfredo Marqueríe, Mariano Quintanilla, Mariano Grau y Luis Felipe Peñalosa, entre otros.
Luis Martín Marcos, que desde muy joven había colaborado en los periódicos y revistas locales, acabó traspasando su comercio para incorporarse entonces a la redacción del diario El Adelantado de Segovia, en el que continuó hasta su jubilación en 1967. Siguió colaborando en la emisora local Radio Segovia, con una crónica semanal cuyo título era La ciudad a siete días vista. En su quehacer periodístico se acercó a diversos géneros, como reportajes retrospectivos y evocadores, comentarios sobre la actualidad, o crítica de libros y de exposiciones. En cuanto a sus versos, de inspiración religiosa y sobre los motivos de la duda, la muerte, el tiempo, se publicaron en diversas revistas y no se reunieron en volumen hasta 1974, ya fallecido Martín Marcos. Una extensa selección de sus artículos y crónicas apareció también en volumen en 1980. Perteneció a la Academia de Historia y Arte de San Quirce, de Segovia, y a la de la Purísima Concepción, de Valladolid.
Obras de ~: Crónica del traslado de la imagen de Nuestra Señora de la Fuencisla a su santuario, Segovia, Imprenta de El Adelantado de Segovia, 1941; El médico segoviano Andrés Laguna, figura universal del siglo xvi, Segovia, Publicaciones del Instituto Diego de Colmenares, 1960; Segovia motivo lírico, discurso de apertura del curso 1958-1959 en la Academia de Historia y Arte de San Quirce, en Estudios Segovianos (ES), XXI (1969); Clausura y Poemas, Segovia, Ediciones de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, 1974; Crónicas y otros escritos en prosa, pról., selecc. y notas de J. Montero Padilla, Segovia, Academia de Historia y Arte de San Quirce, 1980.
Bibl.: J. Montero Padilla, Miscelánea segovianista, Segovia, Publicaciones de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, 1971; L. F. P eñalosa, “Luis M. G. Marcos, poeta festivo”, en ES, LXIII (1971), págs. 410-414; D. Ridruejo, “Elegía de las personas”, en Destino (Barcelona), 5 de febrero de 1972; J. de Contreras, marqués de Lozoya, “Prólogo”, en L. Martín García-Marcos, Clausura y Poemas, op. cit.; J. Montero Padilla, “Prólogo”, en L. Martín García-Marcos, Crónicas y otros escritos en prosa, op. cit.
José Montero Padilla
