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Rodrigo Díaz de los Cameros

Biografía

Díaz de los Cameros, Rodrigo. Señor de los Cameros. ?, c. 1180 – c. 1230. Noble, señor.

Hijo y sucesor de Diego Jiménez de los Cameros y de su esposa, Guiomar de Traba, dama que se hizo cargo de su descendencia y posesiones cuando aquél falleció. Rodrigo debió de acceder a la mayoría de edad al despuntar el siglo xiii, pues interviene en los diplomas reales a partir de 1201 y dos años después confirmó las donaciones de sus ancestros al monasterio de San Prudencio de monte Laturce, rogando al Rey que lo situara bajo su protección. Además del señorío familiar, recibió propiedades en su entorno, entre ellas las villas de Enciso y Yanguas, donde parece que tenía su residencia habitual. Además, se hizo con la tenencia de los castillos de Jubera y Calahorra, expandiendo su área de influencia al recibir del Rey el gobierno de Nájera, que había quedado vacante tras rebelarse Diego López de Haro II. Pese a ello, cuando este magnate se sometió aceptó la situación y pactó con Rodrigo, a quien entregó a su hija Aldonza en matrimonio. Fruto de tal entendimiento fue la participación de Rodrigo y su hermano Álvaro en la tropa que, liderada por su suegro, tomó parte en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Al morir éste, aprovecharon para afianzar su prestigio y poder, pues Rodrigo se hizo con las tenencias de Logroño y Soria en 1214. También falleció el Monarca y Rodrigo se mantuvo en la Corte de su sucesor, Enrique I, aunque a partir de 1216 protagonizó varias rebeliones junto a su cuñado Lope Díaz de Haro y contra los Lara, que se habían hecho con la regencia de Castilla. Si a principios de 1217 ya despuntaba su actitud, no plantó cara al conde Álvaro Núñez de Lara hasta unos meses después, cuando, en compañía de su hermano Álvaro y Juan González de Ucero, decidió unirse a la infanta doña Berenguela y sus partidarios, que defendían los derechos sucesorios del futuro Fernando III. En su camino se toparon con las tropas fieles al regente, por lo que se refugiaron en el castillo de Monzón de Campos, aunque pudieron llegar al castillo de Autillo y encontrarse con la infanta y los suyos.

Una vez vencidos los Lara, recuperó sus dominios de los Cameros, Jubera y Yanguas, aunque no tardaron en surgir nuevos problemas. Es posible que el joven soberano pretendiera afianzar su autoridad y limitar las prerrogativas de algunos señores o que éstos fueran demasiado ambiciosos. Sea como fuere, Rodrigo se rebeló contra Fernando III en 1221 y, aunque se logró un momentáneo entendimiento con la mediación de Sancho VIII de Navarra, contactó con Luis VIII de Francia y le ofreció la corona castellana.

Tal maniobra, en la que se vieron implicados varios nobles, no fructificó y Rodrigo no sólo tuvo que someterse, sino que vio cómo el Pontífice lo amenazaba con la excomunión por los desmanes que había cometido contra la Iglesia.

Los últimos años de su vida parece que fueron pacíficos, sin duda por reconocer que su dominio sobre los Cameros era una concesión regia, pues consta que el noble se mantenía al frente de aquellas comarcas y del señorío de Yanguas en 1224. Dejó un hijo y heredero, Simón Ruiz de los Cameros, nombre tergiversado por las crónicas y que sería más correcto sustituir por el de Ximén o Jimeno, frecuente en su parentela, personaje destacado en la Castilla de mediados del siglo XIII.

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; E. Oca y Merino, Recuerdos de Cameros. Apuntes de Geografía e Historia de la Región, Logroño, Moderna, 1913; J. de Leza, Los López Díaz de Haro, señores de Vizcaya, y los señores de Cameros en el gobierno de la Rioja durante la Edad Media (1016-1334), Logroño, 1955; J. González González, El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas, 1960; I. Rodríguez de Lama (ed.), Colección diplomática medieval de la Rioja (923-1225), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos (IER), 1976; J. González González, Reinado y diplomas de Fernando III, Córdoba, Caja de Ahorros de Córdoba, 1980-1986; F. J. García Turza (ed.), Documentación medieval del monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (siglos x-xv), Logroño, IER, 1992; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006; Los Lara: un linaje castellano de la plena Edad Media, Burgos, Diputación, 2008.

 

Antonio Sánchez de Mora

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